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Historias de la Champions
Debido a que esta semana se completan los partidos de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, este post lo vamos a dedicar a contar algunas historias sobre los partidos que se van a disputar este martes y miércoles.
Cuando el Chelsea heló el infierno turco con una manita
Cuando un equipo suele jugar contra el Galatasaray como visitante, se suele decir que les toca visitar el denominado como ‘infierno turco’, debido a la pasión e intensidad con la que suelen animar los hinchas otomanos. Sin embargo, en varias ocasiones algunos equipos han demostrado que se puede salir ‘vivo’ de este ‘infierno’ y además sin sufrir mucho.
Uno de los que puede dar prueba de ello es el Chelsea, que se impuso al Galtasaray por 0-5 en el antiguo Ali Sami Yen en la primera fase de grupos de la Liga de Campeones correspondiente a la temporada 99/00. Los blues se impusieron gracias los goles de Zola, Ambrosetti, Wise y un doblete de Flo.
Los ingleses no se impusieron a un Galatasaray cualquiera, ya que en aquel equipo estaban futbolistas como Hagi, Sukur o Popescu. Es más, aquella temporada los turcos acabaron la campaña ganando la UEFA al Arsenal, ya que el Galata acabó tercero de un grupo en el que fue primero el Chelsea, segundo el Hertha y cuarto el Milan.
Cuando el United se impuso al Olympiakos con Chadwick y Fortune
Lo de ‘infierno’ también es algo que se suele asociar a los equipos griegos cuando juegan como locales. Sin embargo, el United tiene comprobado que el heleno no es un ‘iniferno’ muy sofocante, ya que ha ganado al Olympiakos las dos veces que se ha enfrentado a los rojiblancos en tierras griegas.
Su victoria más sufrida fue en la primera fase de grupos de la Liga de Campeones correspondiente a la temporada 02/03. El partido se puso muy pronto de cara para los ‘Diablos Rojos’, que se adelantaron con un cómodo 0-2 en el marcador. Alex Ferguson dio la victoria por segura y, por ello, decidió dar descanso a dos de sus estrellas: Giggs y Beckham.
En su lugar salieron Chadwick y Fortune, de evidentemente menor calidad que los anteriormente mencionados. La jugada no le salió bien a Ferguson, que vio como el Olympiakos sacó orgullo y logró empatar el partido en cuatro minutos. Con 15 minutos por delante, Scholes salvó los muebles a Ferguson justo cuando agonizaba el encuentro.
Cuando el Real Madrid ganó en Alemania
Uno de los lugares en los que menos le gusta jugar al Real Madrid en Europa es en Alemania. Y es que de las 25 veces que ha visitado el país teutón sólo ha sido ser capaz de salir victorioso de él en una ocasión. De hecho, la temporada pasada fue un buen ejemplo de ello, ya que los blancos perdieron las dos veces en las que fueron a Dortmund en la Champions.
La única vez que ganaron los merengues en Alemania fue en la primera fase de grupos de la Liga de Campeones correspondiente a la temporada 00/01. El Real Madrid se impuso por 2-3 al Bayer Leverkusen. Se da la circunstancia de que aquella campaña los capitalinos pusieron fin a su andadura en la competición…¡en Alemania! Y es cayeron en semifinales contra el Bayern de Múnich.
*Del Zenit-Dortmund no hay precedentes
Cuando Guardiola pudo fichar por el Arsenal
Hace semanas recordamos en este blog que Pep Guardiola estuvo muy cerca de fichar por la Juventus en el verano de 2001. Otro de los equipos que estuvo muy interesado aquel año en contratar al catalán aquel año, según narra Guillem Balague en su libro «Pep Guardiola, otra forma de ganar», fue el Arsenal. Por ello, con motivo del Arsenal – Bayern que se va a disputar esta semana vamos a recordar la historia de Pep con el club inglés.
Meses antes de que finalizara la temporada 2000/2001, Guardiola lanzó la bomba de que no iba a renovar por el Barcelona. Fue entonces cuando el teléfono de Josep María Orobitg, representante de Pep, empezó a echar humo con las llamadas de los más importantes equipos de Europa interesándose por la situación del centrocampista.
De todos los ofrecimientos que recibió, el que más le gustó a Guardiola fue el que le hizo la Juve, ya que deseaba jugar en el mismo club en el que había militado su ídolo de infancia: Michel Platini. Por ello, Orobitg acordó una reunión con el club italiano para negociar y llegó a un acuerdo con la ‘Vecchia Signora’ para que Pep vistiera la camiseta bianconera a partir de la temporada 2001/2002.
Sin embargo, la Juve no logró ganar el Scudetto en 2001 y los dirigentes del club turinés decidieron despedir al entonces técnico del equipo: Carlo Ancelotti, que había sido a su vez el que había dado luz verde al fichaje de Guardiola. Es por ésto que Marcello Lippi se hizo cargo del equipo y una de sus primeras decisiones fue la de transmitir a la directiva que él no quería fichar a Guardiola.
Es en ese momento en el que Orobitg tuvo que empezar a moverse para buscar otras opciones. Fue ahí cuando apareció la posibilidad de jugar en el Arsenal de Arsene Wenger. El club inglés le comunicó al representante que estaban interesados en Pep si vendían a Patrick Vieira.
El Real Madrid fue el club que más se interesó en fichar al galo, pero los blancos acabaron abandonando las negociaciones para contratar a Vieira debido a que consideraron muy elevadas las pretensiones que pedía el Arsenal y a que ese verano ya habían gastado 130000 millones en contratar a Zinedine Zidane, que se había convertido en el fichaje más caro de la historia en ese momento.
Ésto cerró las puertas del Arsenal a Guardiola, que comunicó a Orobitg que sin la marcha de Vieira no veían necesario fichar a Pep. Es por ello que Guardiola finalmente fichó aquel verano por el Brescia, aunque el catalán se tomó la revancha con el club londinense, ya que ya como entrenador del Barça logró apear a los Gunners en hasta dos ocasiones de la Liga de Campeones ¿sumará esta temporada la tercera?
Razak, ¿un jugador de Segunda B en el Mundial?
Para un futbolista ir convocado a un Mundial es lo máximo y si encima resulta que eres un jugador que compite en la Segunda División B, muy alejado del glamour de la máxima categoría o de competiciones internacionales, ya es el no va más.
Éste puede convertirse en el caso de Razak Brimah, portero ganés de 26 años que el pasado verano vio cumplido el sueño de debutar con la selección absoluta de su país jugando 45 minutos en un amistoso contra Turquía. La moral de Razak subió aún más cuando un mes más tarde vio que Appiah Akwasi, seleccionador de Ghana, iba en serio en su apuesta por él y le hizo disputar los 90 minutos en un amistoso que jugó el conjunto africano contra Japón.
Sin embargo, el cuento de hadas de Razak se comenzó a torcer cuando, también en pleno verano, el Guadalajara, club en el que jugaba el portero, fue descendido de Segunda División a Segunda B. El bajar de categoría provocó que la entidad alcarreña tuviera que volver a configurar su plantilla, ya que al disponer de menos dinero en la categoría de bronce tenía que desprenderse de una cantidad importante de futbolistas para aligerar su presupuesto.
Por ello, una de las decisiones que tomaron los manchegos fue la de rescindir el contrato de Razak, que tenía que buscarse equipo con el mercado de fichajes bastante avanzado, lo que provocaba que la mayoría de equipos ya tuvieran cerradas sus plantillas.
Encontrar equipo no fue tarea fácil. De hecho, comenzó la competición y Razak no logró encontrar acomodo en ningún conjunto. Esto se tradujo en que dejó de ser convocado por Ghana, ya que Akwasi no quería jugársela con un futbolista que no había disputado ningún minuto esta campaña. De este modo, el sueño del Mundial que empezó a alimentar en verano comenzó a desvanecerse.
Sin embargo, el portero logró ver la luz al final del túnel en diciembre. El Córdoba B, equipo que marchaba colista del grupo IV de Segunda B, se acordó de él y decidió ficharle con el objetivo de que el ganés acabara con la sangría de goles encajados que llevaba camino de condenarles a la Tercera División.
La llegada de Razak impulsó al Córdoba B, ya que los rivales tardaron 360 minutos en batirle por primera vez defendiendo la portería blanquiverde. Aunque, curiosidades del destino, el primer equipo en marcarle fue el Guadalajara, el conjunto que le rescindió el contrato en enero.
Pese a ello, Razak no se rinde, ya que al tener minutos en el Córdoba B ve que el sueño de jugar un Mundial está más cerca. Todo un orgullo para la Segunda B.
Las críticas a las que venció Luis Aragonés
El mundo del fútbol está de luto después de que este último fin de semana Luis Aragonés, el técnico que ganó la Eurocopa 2008 con España, falleciera en Madrid. Sin embargo, no todo fue un camino de rosas en la que fue construcción de su obra maestra como técnico.
El triunfo en la Euro 2008 comenzó a construirse en Suecia el siete de octubre de 2006. Aquel día España se enfrentaba al conjunto escandinavo en la fase de clasificación para el torneo que se iba a celebrar en Austria y Suiza. Tenía la obligación de ganar después de haber perdido la jornada anterior contra Irlanda del Norte en un histórico, y humillante, 3-2.
Aragonés, que ya había comenzado a dotar a la Roja de un estilo reconocible y propio en el Mundial de 2006, consideró aquella derrota como clave para renovar aún más el equipo y, por ello, para el partido contra Suecia decidió poner fin a la trayectoria de la selección de varias vacas sagradas. La más llamativa fue la ausencia de Raúl, por aquel entonces máximo goleador histórico de España, y que sólo se había caído anteriormente de las convocatorias por lesiones.
Otras ausencias notables fueron las de hombres como Joaquín o Míchel Salgado. Sin embargo, la que más escoció fue la de Raúl. La prensa tildó a Aragonés de insensato al técnico por no convocarle. Para más inri, las cosas en Suecia no salieron como Luis Aragonés esperaba y España se puso al borde de la eliminación tras sumar su segunda derrota consecutivo en la clasificación para la Euro al caer por 2-0.
Por ello, la prensa al día siguiente fue contundente y pidió la cabeza de Aragonés. «¡Fuera!», titulaba ‘Mundo Deportivo’, que añadía que el partido fue un «nuevo fracaso de una selección sin frescura». Más contunde fue ‘Sport’ en su portada: «¡Luis, vete ya!». «Otro fracaso que obliga a tomar decisiones», añadía.
La prensa deportiva madrileña iba por el mismo camino: «Quiebra técnica», destacó ‘AS’. «Luis se empeña en seguir pero ya nadie cree en él», subrayaba. «Luis está animadísimo» era por otro lado el titular de ‘Marca’, al que antecedía con un: «No se disguste por la derrota de la selección. Si usted está cabreado…».
La prensa generalista fue también muy dura: «Humillante derrota de la selección ante Suecia», titulaba EL MUNDO mientras añadía que el partido había sido un «descrédito total». «España necesita remedios urgentes», destacaba ‘El País’.»España se instala en la derrota», era la lectura del partido de ‘ABC’. «Ni con Raúl ni sin Raúl: la selección de Luis es un fracaso», señalaba en último lugar ‘La Razón’, que señalaba que España había dado una «imagen lamentable».
Afortunadamente, Luis Aragonés hizo caso omiso de las críticas, éstas y las que le siguieron cayendo especialmente por no llevar a Raúl, y siguió con la idea que había iniciado aquella tarde en Suecia. El resto ya es historia de España y del fútbol.