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Cuando el Badajoz soñó con fichar a Maradona

agosto 6, 2018 Deja un comentario

Hablar de Diego Armando Maradona es hacerlo de uno de los jugadores más grandes de la historia del fútbol, sino el que más. Por ello, muchos equipos soñaron en ficharle en algún momento. En el blog ya hablamos de que el Sheffield United estuvo cerca de hacerse con sus servicios cuando el Pelusa no era más que un adolescente. Pues bien, hoy toca hablar de otro club que tanteó su contratación: el Badajoz. Sí, habéis leído bien.

Para hablar de esta historia hay que trasladarse hasta el verano de 1998. El Badajoz vive por aquel entonces uno de los mejores momentos de su historia: está asentado en Segunda División y en la campaña 97-98 firmó su mejor puesto en la categoría, un quinto puesto que le dejo a solo uno de disputar la promoción de ascenso a Primera.

Marcello Tinelli, uno de los presentadores más populares de Argentina, cae en la tentación de jugar al PC Fútbol en la vida real y compra el club pacense por 500.000 dólares. Además, lo hace con un objetivo muy ambicioso: ascender al Badajoz a Primera. No hay que olvidar que el fútbol extremeño vivía por aquel entonces su edad de oro tras los ascensos a la máxima categoría de Mérida y Extremadura.

Para conseguir el objetivo, Tinelli decide traer al club a un montón de jugadores argentinos cuyo máximo reconocimiento era que habían pasado sin pena ni gloria por la máxima categoría de su país. Pese a ello, la ilusión se disparó en Badajoz y los blanquinegros lograron tener para la campaña 98/99 5600 abonados, récord histórico de la entidad y una cifra a la que nunca más ha vuelto a acercarse.

Sin embargo, a Tinelli le faltaba la guinda al proyecto. Le quedaba por traer una estrella que liderara y abanderara al club. Por ello, el presentador pensó en Maradona. Diego en esos momentos se encontraba sin equipo debido a que estaba retirado, puesto que había jugado su último partido oficial el 25 de octubre de 1997 con Boca Juniors.

Los rumores provocaron la euforia en la hinchada pacense, que soñaba con ver al 10 en su equipo. Sin embargo, Guillermo Cóppola, representante del jugador se encargó de bajar pronto la euforia y, pese a que reconoció que había hablado con dirigentes del Badajoz, señaló que si Maradona jugaba con el club blanquinegro solo sería un partido: el del estreno del Nuevo Vivero, nuevo campo del Badajoz.

«Sólo jugaría un partido el 4 del mes próximo (diciembre) en la inauguración del estadio del Badajoz, pero todavía no está confirmado. Lo cierto es que Maradona arregló las diferencias que tenía con Tinelli y ahora todo es posible», señaló el representante a la prensa al ser preguntado por el tema.

Al final, como era de esperar, ni lo uno ni lo otro. Badajoz se quedó con las ganas de ver a Maradona tanto en Liga como en el debut del nuevo estadio. Tinelli entonces intentó escudarse en que el exinternacional albiceleste estaba retirado y que por eso no interesaba al club. Sin embargo, no cejó en su empeño de traer una estrella argentina al Badajoz y negoció los fichajes de Claudio Caniggia y Jorge Burruchaga. Ambos rechazaron enrolarse al proyecto de Tinelli y lo máximo que consiguió este último fue un acuerdo con Mauricio Macri, por entonces presidente de Boca juniors, para que los bonaerenses les cedieran jóvenes promesas.

Como era de esperar en un equipo compuesto por jugadores y un cuerpo técnico que no conocía para nada la Segunda División de España, el Badajoz ni se acercó aquella temporada 98/99 a los puestos de ascenso. Ni esa temporada ni hasta octubre de 2001, fecha en la que Tinelli se cansó de su juguete y vendió el club, en una operación en la que intermedió, tal y como cuenta la prensa de la época, Javier Tebas.

El Badajoz por entonces arrastraba una deuda importante que acabó con su desaparición. Actualmente, tras ser refundado, intenta resurgir de sus cenizas en la Tercera División aunque pocos se acuerdan ya de que para el equipo sonó ni más ni menos que Diego Armando Maradona.

 

 

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Belanov, el hombre que quitó un Balón de Oro a Maradona

octubre 29, 2012 3 comentarios

Hablar de los ganadores del Balón de Oro es sinónimo de hacerlo de los mejores futbolistas de la historia. Sin embargo, pocos se acuerdan de Igor Belanov, el hombre que ganó el trofeo en 1986 y al que hoy pocos recuerdan.

El que ganara el título Belanov, tan sorprendente como casi desconocido, responde a varias circunstancias. En aquel año nadie tenía ninguna duda de que el mejor futbolista que había sobre la tierra era Diego Armando Maradona, especialmente tras la exhibición que dio en el Mundial de México.

Sin embargo, hasta 1995 el Balón de Oro sólo lo podían recibir futbolistas europeos, por lo que Maradona era imposible que ni tan siquiera fuera candidato a ganarlo. Aquel año la Copa de Europa la ganó el Steaua de Bucarest, cosa que fue una auténtica sorpresa. Sin embargo, Rumanía no se clasificó para el Mundial y las estrellas del campeón del Viejo Continente no pudieron refrendar su candidatura en otro torneo de mayor envergadura.

Días antes de que se conociera el ganador, ‘La Gazzetta dello Sport’ filtró que el ganador del galardón iba a ser Emilio Butragueño, pero el madridista finalmente tuvo que conformarse con el Balón de Bronce. Las malas lenguas cuenta que Belanov ganó el trofeo debido a que los corresponsales de France Football en el este de Europa se confabularon todos para votar a Belanov.

Pero ¿qué había hecho el jugador para ganar el trofeo? La verdad es que no mucho. Es cierto que fue uno de los puntales del Dynamo de Kiev que aquel año ganó la Recopa, pero aquel equipo destacó más como conjunto, como bloque, que por individualidades. En el Mundial de 1986 su aportación más recordada fue un hattrick que logró para la Unión Soviética en los octavos de final del torneo contra Bélgica…que aun así no evitaron la eliminación de los soviéticos.

De hecho, Valery Lobanobsky, su entrenador en el Dynamo, llegó a decir que Belanov llegó a pensar que el que le hubieran dado el premio era el resultado de un malentendido, de una confusión. Podría ser, ya que su estrella se apagó tan rápido como se encendió. En 1988 pasó de héroe a villano en su país después de fallar un penalti contra Holanda en la final de la Eurocopa. La copa la ganaron los tulipanes, pero la pena máxima podía haber cambiado el partido.

Posteriormente, pasó por Alemania con más pena que gloria. Así hasta que colgó las botas en su Odessa natal, donde, curiosamente, de joven le habían rechazado para el equipo en su una de las muchas peculiaridades del Balón de Oro más extraño de todos los tiempos.

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El día que Maradona jugó con el Granada

junio 20, 2011 Deja un comentario

Tras conseguir ascender a la Primera División, el Granada ha visto como su popularidad ha aumentado, y va a aumentar, bastante. Sin embargo, debido a las penurias que ha pasado el club andaluz en los últimos años, pocos conocen que en la década de los ochenta hubo un día en el que se habló del conjunto rojiblanco en todo el mundo. Fue el quince de noviembre de 1987, fecha en la que el Granada logró lo que nunca nadie volvió a hacer: juntar a los tres hermanos Maradona defendiendo los colores de la escuadra de la Alhambra.

Corría la temporada 87/88 y el Granada jugaba entonces en Segunda División. En aquel año uno de los fichajes estrella de los granadinos fue Lalo, que llegó a Los Cármenes con la vitola de ser uno de los hermanos del gran Diego Armando Maradona, el mejor jugador del mundo en aquellos momentos. Lalo aterrizó con buen pie, pues debutó con la casaca rojiblanca en un encuentro en el que el Granada endosó cinco tantos al Deportivo de la Coruña, uno de ellos anotado por él mismo.

Sin embargo, el fichaje de Lalo, además de la contratación del futbolista, traía consigo un regalo: el compromiso de que en un amistoso debían jugar los tres hermanos Maradona con la casaca del Granada, algo insólito y que nunca se había producido antes. Finalmente,  tras muchas complicaciones para encontrar fecha, el partido se jugó el domingo 15 de noviembre de 1987, coincidiendo con que ese fin de semana las grandes ligas paraban porque había partidos de selecciones.  

El rival seleccionado para dicho encuentro fue el Malmoe, que acababa de finalizar como subcampeón la liga sueca y que se iba a embolsar cuatro millones de pesetas por jugar dicho partido. Durante aquel fin de semana, la ciudad se paralizó para observar tal acontecimiento y Maradona, a su llegada a Andalucía, agradeció el gesto: “La maravillosa iniciativa que ha tenido esta ciudad de reunirnos a los tres hermanos y que por primera vez juguemos juntos un partido. Es algo como un sueño que por fin voy a poder ver cumplido”.

Traer al “pelusa”, y a todo el séquito que le acompañaba, le costó al Granada unos cuatro millones de pesetas. Dinero que amortizó el club, ya que por las ventas en taquilla ingresó unos veinte millones, a los que hay que añadir los cuatro que pagó TV3 por dar en diferido el partido y enviarle la señal al Canale 5 de Silvio Berlusconi.

Joaquín Peiró fue el técnico de los Maradona en aquel partido y tenía claro, antes de jugar el encuentro, que a Diego tampoco le iba a dar muchas explicaciones: “No voy a decirle lo que tiene que hacer porque Maradona es un genio que sabe desenvolverse en cualquier momento y en cualquier circunstancia”.  Finalmente, Maradona saltó junto sus otros dos hermanos, Lalo y Hugo, al césped de Los Cármenes enfundado con la camiseta del Granada con el 9 a la espalda y disputó los noventa minutos del encuentro que ganaron los granadinos por un ajustado 3-2. Diego, temeroso de poder lesionarse, no intervino mucho en el juego, pero dejó muestra de su clase al anotar un magnífico tiro de falta que en aquellos instantes ponía el 2-2 en el marcador.

Maradona acabó muy contento con la experiencia: “Aprecio mucho lo que hacen en esta ciudad por mi hermano y les puedo decir que mientras se comporten así con él yo estoy dispuesto a jugar cuantas veces sea necesario en Granada y con el Granada. Hoy durante 90 minutos me he sentido un jugador del Granada CF”. Sin embargo, no se volvió a ver nunca más a Maradona con la camiseta rojiblanca. Quizás ayudó que el Granada descendió aquella temporada y que su hermano Lalo resultó ser un fiasco que apenas logró aportar nada positivo al equipo.

¿Maradona al Sheffield United?

La historia del fútbol está repleta de cantidad de historias sobre lo que pudo ser y no fue. Algunas de ellas son muy curiosas. Una es la que habla sobre lo cerca que estuvo Diego Armando Maradona de fichar cuando apenas tenía 16 años por un modesto club inglés, el Sheffield United. 

Corría el año 1977 y Maradona estaba aún muy lejos de lo que luego iba a llegar a ser: el mejor futbolista de la historia. Entonces Diego tenía 16 años y acababa de debutar con Argentinos Juniors en la primera división del fútbol argentino. Sin embargo, el Sheffield United, un modesto club inglés que soñaba con hacer algo importante en Inglaterra, aconsejado por varios intermediarios, decidió lanzarse a por el fichaje del “pelusa”. 

Además de que la calidad de Maradona les tenía maravillados, el Sheffield insistió en su contratación porque en aquella época en Inglaterra había como una pequeña fiebre por fichar jugadores argentinos debido al buen rendimiento que siempre daban. Argentinos Juniors aceptó negociar por el ‘10’ e hizo una contraoferta a los británicos: Maradona se iría a jugar a Gran Bretaña si les daban un millón de dólares y en la operación también se incluía la venta de Carlos Fren. Sin embargo,  los dirigentes del Sheffield se negaron a firmar el acuerdo: no estaban interesados en fichar también a Carlos Fren y no querían gastar un millón de dólares en la contratación de un chico de 16 años.

Sheffield United logo

Finalmente, el Sheffield United hizo a Argentinos Juniors una última oferta:180.000 libras. Los sudamericanos rechazaron la propuesta al considerarla muy baja, aunque los británicos no regresaron a su país con las manos vacías, pues lograron firmar finalmente al jugador de River Plate Alejandro Sabella por160.000 libras. Cuenta la leyenda que en Sheffield aún muchos se siguen dando de cabezazos contra la pared cuando se enteran que tuvieron a Maradona a tiro por un millón de dólares.

Los insultos y amenazas del último Real Madrid – Napoli

febrero 13, 2017 Deja un comentario

napoles_maradonaEsta semana regresa, al fin, la Liga de Campeones con los duelos de ida de octavos de final. Entre ellos destaca el que disputarán el próximo miércoles en el Santiago Bernabéu Real Madrid y Napoli. Un duelo que estuvo repleto de tensión, insultos y amenazas la última vez que se vieron las caras ambos equipos en la máxima competición continental.

Fue en la temporada 87/88. Por aquel entonces, la Copa de Europa, aún no había sido bautizada como Liga de Campeones, únicamente la disputaban los campeones de liga y el formato de competición era de eliminatoria directa con un sorteo sin condicionantes. Vamos, igualito que ahora.

Esto provocó que en la diosa fortuna deparara en la primera eliminatoria un Real Madrid – Napoli o lo que era lo mismo: el campeón de España contra el de Italia y el que perdiera decía adiós a Europa en septiembre. La ida se disputó en el Santiago Bernabéu el 16 de septiembre de 1987 en un partido que aún se recuerda entre los blancos debido a que se tuvo que disputar sin público, a puerta cerrada, debido a que la UEFA había sancionado al Madrid por los incidentes sucedidos en la temporada anterior contra el Bayern de Múnich con el ‘loco del Bernabéu’ como protagonista.

En la previa del partido, Diego Armando Maradona se mostró muy molesto cuando la prensa le preguntó si el Napoli tenía miedo a jugar en Chamartín, que iba a cumplir su partido número 100 en competición continental:  «Ni Maradona ni el Nápoles tienen miedo a nadie. Parece ser que alguien le está faltando el respeto al Nápoles, y nosotros no somos ni el Sporting ni el Zaragoza. El Nápoles es el actual campeón de la Liga y la Copa de Italia”.

El partido, tal y como relataron los periodistas que cubrieron el partido, resultó muy tenso y duro. De ahí que, debido a que no había ruido ambiental, se pudiera escuchar los comentarios que se hicieron los jugadores unos a otros en el terreno de juego. “A ése habría que partirle la cabeza” o «en Nápoles nos veremos»  fueron algunas de las perlas más suaves que se dijeron los futbolistas. Es más, las crónicas posteriores al partido desvelan que los futbolistas llegaron a cruzarse salivazos en pleno túnel de vestuarios.

De hecho, Salvatore Bagni, se quejó después del encuentro que Leo Beenhakker, técnico de los blancos, le insultó a él y al resto de jugadores del conjunto italiano: «Beenhakker me ha llamado mafioso, a mí y a todos mis compañeros”.

Todo esto provocó que para el partido de vuelta hasta Maradona tuviera que pedir calma a sus propios aficionados debido al ambiente de tensión que se había originado y que provocó que el Real Madrid tuviera en Italia casi la misma seguridad que un jefe de estado. Pero esa es otra historia que, quizás, sea mejor recordar más adelante y ahora nos toque disfrutar del partido de este miércoles.

River y el robo de Tokio

diciembre 14, 2015 Deja un comentario

Esta semana se disputa el Mundial de Clubes y, salvo sorpresa mayúscula, todo hace indicar que veremos el domingo una final entre River Plate y Barcelona. El club argentino guarda buenos recuerdos de Japón, pues fue en el país nipón en el que los ‘millonarios’ lograron su única Copa Intercontinental en un triunfo que no estuvo exento de polémica.

Fue en 1986, año mágico para el fútbol argentino. La selección albiceleste se proclamó campeona del mundo en México de la mano de un genial Diego Armando Maradona y a nivel de clubes River Plate había acabado con una maldición/obsesión que le llevaba persiguiendo, y amargando, toda la vida: ganar la Copa Libertadores.

La conquista de este título le dio el billete para jugar por primera vez en su historia la Copa Intercontinental, que se disputó en Tokio. En tierras japonesas le esperaba el Steaua de Bucarest, que había dado la campanada al ganar la Copa de Europa al Barcelona en Sevilla. Una gesta que a día de hoy a muchos todavía les sigue sorprendiendo.

Nada más comenzar el partido, Miodrag Belodedici marcó para el Steaua. El jugador rumano cogió mal despejado por un defensa de River y batió a Nery Alberto Pumpido. Sin embargo, cuando el futbolista se disponía a celebrar el tanto, el árbitro uruguayo José Luis Martínez Bazán anuló el tanto….¡por fuera de juego! El balón vino procedente de un jugador millonario, por lo que la causa de la anulación del tanto no tenía ni pies ni cabeza.

Para mayor desgracia del Steaua, Antonio Alzamendi marcó en el minuto 28 el gol que a la postre sería de la victoria para River tras conectar con la cabeza un rechazo de Dumitru Stîngaciu tras un primer lanzamiento del uruguayo. La copa se fue a Buenos Aires y en Bucarest se quedaron con la sensación de que habían perdido una ocasión histórica, ya que nunca más han vuelto a ganar la Champions.

“La pelota venía de un rival, pero el línea señaló fuera de juego. Nos quitaron la victoria de las manos y a mí el título de mejor jugador de la final”, declaró Belodedici.

Por aquel entonces, Toyota patrocinaba la final y premiaba con un coche al mejor jugador del partido, algo que le habría encantado conseguir a Belodedici: “En ese momento conducía un Dacia 1300 blanco. Me encantan los coches y me habría encantado haber recibido el premio. En 1991 jugué la Copa Intercontinental con el Estrella Roja contra Colo Colo. Les ganamos 3-0 y a Jugovic por ser elegido mejor jugador de la final le dieron 5000 dólares y un Toyota”.

River Plate también volvió a jugar años más tarde la Copa Intercontinental en Japón, fue en 1996 y perdió 1-0 con la Juventus ¿karma?

El Napoli, la mejor película de De Laurentiis

agosto 19, 2013 Deja un comentario

El Napoli ha sido uno de los grandes animadores del mercado de fichajes durante este verano tanto en el capítulo de ventas como en el de contrataciones. El conjunto del sur de Italia ha armado un potente equipo con el sueño de poder ganar este año el Scudetto y así Aurelio de Laurentiis ponga la guinda a la mejor producción que haya hecho en su vida.

En el año 2004, el Napoli culminó con su desaparición la cuesta abajo que había iniciado en 1991 cuando Diego Armando Maradona, el mejor jugador que h tenido el club en toda su historia y con el ganaron dos veces el Scudetto, dio positivo por cocaína. Razón por la que tuvo que abandonar Italia.

De Laurentiis decidió entonces, invirtiendo 40 millones de euros, refundar el club bajo la denominación de Napoli Soccer. Para ello, el club sureño tuvo que comenzar su nueva era en las catacumbas del fútbol italiano, en la Serie C1, un equivalente a la Tercera División en España. Además, De Laurentiis tuvo que construir, de manera literal, un equipo nuevo, ya que con la desaparición, todos los jugadores que tenían contrato con el Napoli quedaron desvinculados del club.

Por ello, tuvo que contratar a 24 futbolistas. Sin embargo, el inicio no fue tan bueno como el esperado, ya que el Napoli sólo cosechó seis victorias en los primeros 15 encuentros ligueros. De Laurentiis no lo veía claro y, por este motivo, decidió fichar a diez jugadores en el mercado de invierno. La iniciativa dio resultado, ya que el Napoli logró meterse en el playoff de ascenso, aunque en éste la suerte les abandonó y el Avellino les arrebató el sueño del ascenso.

Pese a ello, para la siguiente temporada se mantuvo la base del equipo y, ya con la experiencia de la anterior campaña, el Napoli logró el ascenso a la Serie B tras arrasar durante todo el año. Además, en aquel verano de 2006 el club logró otro premio además de el del ascenso: recobró la denominación de SCN Napoli. El ‘Moggigate’ provocó que el conjunto sureño se viera las caras en la Serie B con la Juventus, equipo con el que mantuvo una fuerte rivalidad a finales de la década de los ochenta.

Aquella temporada, De Laurentiis volvió a tirar de talonario para reforzar el equipo y logró lo que había soñado: devolver al Napoli a la máxima categoría. Ya en la Serie A, De Laurentiis fichó a jugadores como Hamsik y Lavezzi para que el club italiano no fuera una mera comparsa en la máxima categoría y, como siempre, el magnate italiano no fue de farol.

El Napoli ganó la Copa Intertoto en 2008 y logró clasificarse para la Copa de la UEFA. En el año 2009 llegó al club Walter Mazzarri, entrenador con el que el club comenzó a despegar de manera definitiva. De hecho, el Napoli logró clasificarse para la Liga de Campeones en 2011, competición en la que dejó una gran impresión. En 2012 siguió progresando y el club volvió a la senda de los títulos tras ganar la Coppa de Italia a la Juventus, que aquella temporada no había perdido un partido en la Serie A.

La pasada temporada el club alcanzó el subcampeonato liguero. Ahora con la llegada de hombres como Rafa Benítez y Gonzalo Higuaín espera dar un paso más y así De Laurentiis culminar con un Scudetto la obra maestra que comenzó a dirigir en 2004.

Fichajes frustrados y curiosos

julio 23, 2013 Deja un comentario
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Peace and love

febrero 27, 2012 3 comentarios

Los campos de fútbol siempre han sido, y serán, lugares que puedan ser calificados de todo menos de previsibles. Allí puede suceder cualquier cosa. Pasando por el mayor de los sueños hasta la peor de las pesadillas. Incluso que la afición visitante se pare a aplaudir a la local cuando éstos se dedican a alentar ala Policíapara que les castigue duramente. Todo por un error de entendimiento lingüístico. Sucedió en La Romareda, cuando los hinchas del Chelsea creyeron oír de los fans del Zaragoza “peace and love” cuando en realidad querían decir “písalo”.

El origen de esta historia, sin embargo, se encuentra muy lejos de la capital maña. Concretamente en La Coruña. El seis de febrero de 1993 se enfrentan Deportivo y Sevilla en Riazor. En un lance del partido, Diego Armando Maradona, jugador entonces de los hispalenses, golpeó accidentalmente al deportivista Alberto Albístegui rompiéndole la nariz y causándole una hemorragia. El partido se detuvo para que las asistencias médicas de ambos equipos pudieran atender a sus respectivos jugadores. Sin embargo, el único que requiere la misma es Albístegui. Por ello, el médico del Sevilla, que llegó a la zona de los hechos antes que su homólogo del Depor, asistió al futbolista blanquiazul en un noble gesto.

Hasta aquí todo más o menos normal. Sin embargo, las cámaras del programa “El Día Después” de Canal + captaron que, mientras todo esto sucedía, Carlos Bilardo, técnico del Sevilla, se exaltaba al ver como su médico se dedicaba a ayudar al rival, a Albístegui. No daba crédito. “¡Ah, en vez de agarrar a Diego agarra al otro!”, “¡Domingo, los de colorado son nuestros!” –en referencia a la equipación roja que lucía aquel día el Sevilla-, “¡Me quiero morir, al enemigo ni agua!”, “¡Cómo vas a atender al otro, qué carajo me importa el otro, pisalo, pisalo!”. Bilardo hizo un hincapié especial en esto último y volvió a gritar delante de la cámara: “¡Pisalo, pisalo, pisalo!”.

Las imágenes tuvieron una gran repercusión, tanto que la hinchada del Sevilla adoptó el “¡Pisalo, pisalo, pisalo!” como uno más de sus gritos de guerra. El cántico se hizo tan popular que se extendió al resto de campos de España. Así hoy aún se puede escuchar a más de una afición cantando “¡Pisalo, pisalo, pisalo!” cuando hay un jugador rival tendido sobre el terreno de juego retorcido por el dolor.

Una vez sabido esto, volvemos al punto de partida de este relato: La Romareda. Allí el seis de abril de 1995 el Real Zaragoza y el Chelsea disputaban la ida de las semifinales dela Recopa. Con un claro 3-0 en el marcador para los locales, los hinchas del conjunto inglés comenzaron a mostrar su desencanto con el resultado provocando disturbios en la tribuna. La Policía no se andó con miramientos y comenzó a reprimir esos actos con dureza.

Entonces los hinchas del Zaragoza comenzaron a cantar el famoso “¡Pisalo, pisalo, pisalo!” como forma de alentar a los policías para que ejecutaran el mayor de los castigos contra los aficionados del Chelsea. Sin embargo, esto no enfadó a los londinenses. Todo lo contrario, comenzaron a aplaudir a la hinchada del Zaragoza. Pensaron que estaban cantando “peace and love” (“paz y amor”) y lo consideraron como un gesto muy deportivo.

No fueron los únicos que pensaron así. De hecho, varios periodistas ingleses desplazas aLa Romaredatambién entendieron así los hechos y al día siguiente alabaron en sus crónicas a la afición del Zaragoza: “Ayer en el estadio español dela Romareda, ocurrió una de las historias más bellas jamás vistas en el mundo del fútbol. Cuando los hooligans del Chelsea se estaban enfrentando con la policía española, los hinchas zaragocistas frenaron la pelea al grito de paz y amor (…)”. Nada más lejos de la realidad…

Romerito, el Chygrynskiy de Cruyff

junio 13, 2011 Deja un comentario

Romerito

Se suele decir que todos los genios se equivocan y el fútbol es una clara ventana en la que podemos observarlo. Así hemos podido ver como técnicos de nivel y de gran currículum fichaban como si fueran estrellas a jugadores que luego resultaron ser una auténtica calamidad. A Josep Guardiola, por poner un ejemplo cercano, muchos le criticaron por contratar a Chygrynskiy. La razón de la llegada del ucraniano al Camp Nou quizás se deba a que Guardiola aprendió del libro de estilo de Johan Cruyff las cosas buenas…. y también las malas. Y es que el holandés durante su etapa como entrenador culé también tuvo a su Chygrynskiy particular: Romerito.

Corría el mes de marzo de 1989 y el Barça, más por matemáticas que por sensaciones reales, aún tenía opciones de arrebatarle el liderato de aquella liga al Real Madrid. Sin embargo, Bakero, pieza básica en el equipo de Cruyff, se lesionó y el holandés comenzó a mover cielo y tierra para encontrar un sustituto de garantías. Ante la imposibilidad de fichar a un jugador español, el Barça se lanzó al mercado internacional a por su nuevo crack, ya que entonces se permitían tener tres extranjeros por plantilla y los catalanes disponían en aquel momento sólo de dos: Aloisio y Lineker.

En la prensa comenzaron a salir nombres a tutiplén y operaciones millonarias. Una de las más llamativas fue la que colocaba a Marco Van Basten en el Camp Nou a cambio de 1.400 millones de pesetas que el Milan, el club en el que jugaba el ariete, invertiría en contratar a Vialli (Sampdoria) y Butragueño. Michael Laudrup acaba esa temporada contrato con la Juventus y también sonó con mucha fuerza, al igual que Ronald Koeman, entonces en el PSV Eindhoven.

La secretaría culé, según apunta la prensa de la época, también preguntó al Boavista por Joao Pinto, que entonces militaba en el Boavista y era una de las mayores promesas del fútbol europeo tras haber realizado un magnífico mundial junior en Arabia. Sin embargo, los azulgranas desistieron de su contratación al conocer que los lusos pedían 80 millones de pesetas por su joven estrella. Entonces todas las miras se pusieron sobre el uruguayo Enzo Francescoli. Sin embargo, cuando todos los periodistas trataban de averiguar por cuánto cerraría el Barcelona la cesión con el futbolista del Racing de Paris, Cruyff soltó una bomba: el Barça ya había cerrado el fichaje que tanto ansiaba.

El jugador contratado en cuestión fue Romerito, un paraguayo de casi 30 años semidesconocido en Europa y por el que los azulgranas pagaron 40 millones de pesetas al Fluminense brasileño. Cruyff se vanaglorió de haber llevado la operación en el más puro secreto y destacó que conocía a su nuevo de crack de cuando había jugado contra él en los Estados Unidos y que fue el tercer jugador más valioso del Mundial juvenil disputado en Tokio en 1979, detrás de Diego Armando Maradona y el ex azulgrana Rojo. Además de que había sido designado como futbolista del año en Sudamérica en 1985.

El primer partido de Romerito con la casaca blaugrana era un encuentro con mayúsculas: un clásico contra el Real Madrid. Los días previos a su disputa, Romerito, en aquellos momentos el ojito derecho de los medios por ser “el nuevo”, destacaba que él no tenía miedo a los blancos porque ya les había ganado un verano en un trofeo Teresa Herrerra.

Finalmente el debut del paraguayo resultó un auténtico fiasco, como los siguientes partidos que jugó. De hecho, con Romerito en el campo al Barça le costaba un mundo marcar. Por ello, cuando al poco tiempo se lesionó y los azulgranas se recuperaron de su sequía goleadora comenzó a correr la leyenda de que Romerito era un gafe, que con él sobre el terreno de juego los culés eran incapaces de anotar un tanto. Al terminar la temporada, tras haber jugado seis partidos con el equipo catalán y haber marcado un gol, precisamente en su último partido, Cruyff le enseñó la puerta de salida del Camp Nou.

Su carrera tras su marcha de la Ciudad Condal fue de mal en peor hasta que decidió colgar las botas en 1992. El único consuelo que tuvo es que los hinchas del Fluminense le designaron como el mejor jugador de su historia. Años más tarde se hizo cantante e, incluso, se llegó a meter en el mundo de la política en su país. Sin embargo, en España siempre será conocido como uno de los pocos renglones torcidos de Cruyff. El Chygrynskiy particular de Johan.