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Cuando el Real Madrid tuvo fichado a un Neymar de 14 años
No hay ninguna duda de que el plato principal de esta semana en el planeta fútbol va a ser el encuentro que va a enfrentar en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones al Real Madrid con el París Saint-Germain (PSG). Un duelo que Neymar, estrella de los galos, podía haber disputado con los blancos si en 2006 los madridistas hubieran tenido más confianza en él.
Por aquel entonces el crack brasileño contaba con 14 años y ya era un futbolista que prometía bastante. Por ello, el Real Madrid decidió invitarle en el mes de marzo a que hiciera una prueba durante dos semanas, con invitación al palco incluida para que fuera a ver un Madrid-Dépor, con el equipo infantil merengue.
En las dos semanas que estuvo probándose en Valdebebas, en las que llegó a coincidir con Carvajal y Sarabia (Sevilla), Neymar cautivó a todos los técnicos del conjunto merengue que le observaron. Por ello, el veredicto que emitieron a las altas instancias del club fue unánime: había que fichar a aquel joven brasileño.
De hecho, se llegó a tramitar una ficha en la Federación Madrileña de Fútbol para que Neymar pudiera jugar los últimos partidos de la temporada 2005/2006. Todo parecía que iba sobre ruedas hasta que el conjunto capitalino preguntó a Wagner Ribeiro, representante del hoy jugador del PSG, cuánto costaba el pase de Neymar. La respuesta dejó helados a todos en Chamartín: 60.000 euros.
Por aquel entonces, el Real Madrid pasaba una época muy convulsa. Florentino Pérez había dimitido en plena temporada y la directiva que comandaba por aquel entonces el Real Madrid sabía que su paso por las altas estancias de la entidad no era más que transitoria hasta que se celebraran elecciones en verano.
Por ello, Carlos Martínez de Albornoz, director general corporativo en aquella época y responsable de dar luz verde o roja a la operación, no quiso responsabilizarse de la decisión de pagar 60 mil euros por un chaval de 14 años. Un peso demasiado grande sobre sus hombros si finalmente el jugador no acababa de despuntar todo lo que prometía.
Por ello, desde el Real Madrid se rechazó su fichaje, tal y como desveló el diario AS, y Neymar no llegó a jugar ningún partido oficial con el Real Madrid pese a tener ya una ficha en la Federación. El PSG no dudó en pagar 200 millones de euros por Neymar el pasado verano y el Real Madrid pudo haberle convertido en su Messi particular por solo 60.000 euros. Como para no tirarse de los pelos.
Cuando Emery rechazó al Milan
Unai Emery ha sido uno de los hombres más destacados de la última semana después de que el París Saint Germain (PSG), equipo al que entrena actualmente, recibiera la mayor remontada en la historia de la Liga de Campeones después de que el Barcelona le metiera un 6-1 en el Camp Nou que convertía en inútil el 4-0 logrado en la capital gala.
El técnico vasco, que vive su segunda experiencia en el extranjero tras los meses que pasó en el Spartak de Moscú, está siendo muy cuestionado tras la derrota sufrida por los catalanes y ya hay quien empieza a decir que no es un técnico válido para un equipo grande. En este post vamos a recordar cuando Emery dijo no a otro coloso europeo: el Milan.
Fue a finales de la primavera de 2014. El actual estratega del PSG era uno de los hombres de moda del Viejo Continente tras haber levantado con el Sevilla su primera Europa League. El vasco terminaba contrato con los hispalenses el 30 de junio, algo que provocó que varios equipos se interesaran por su situación.
Uno de los que fue más en serio fue el Milan, que, como viene siendo habitual durante las últimas temporadas, andaba a la búsqueda de un nuevo entrenador tras una nefasta campaña en la que no había conseguido clasificarse para jugar en Europa.
En Italia se dieron las negociaciones por muy avanzadas. Tanto que medios como la Gazzetta comenzaron a hacer divagaciones sobre si era el técnico ideal para el Milan teniendo en cuenta que todos los entrenadores extranjeros que había elegido Silvio Berlusconi le habían salido rana hasta la fecha.
Sin embargo, tal y como informó el diario ABC, Emery dijo no al ofrecimiento del club lombardo para respetar la palabra que había dado al Sevilla. El vasco había llegado a un acuerdo con el club andaluz antes de acabar la Liga para prolongar su contrato que no había llegado a firmar.
Unai, como hombre noble, no traicionó su palabra dada y en junio dijo no al Milan al mismo tiempo que prolongó su contrato con el Sevilla.
El primer título de la era Berlusconi
El pasado viernes el Milan puso a una sequía de cinco años sin títulos tras imponerse en los penaltis a la Juventus en la final de la Supercoppa jugada en Doha y en diciembre, cosas del fútbol moderno. Además de por acabar un lustro sin trofeos, el conquistar este entorchado fue especial para los rossoneri porque, con toda probabilidad, se supone que es el último conquistado bajo el mando de Silvio Berlusconi. Por ello, en este post vamos a repasar el primer título que ganó Silvio en el club lombardo.
Berlusconi se hizo con los mandos de la entidad en 1986 y levantó su primer trofeo un año más tarde. El Mundialito de Clubes fue el primer título que logró bajó su mandato un campeonato que, curiosamente, no tenía validez oficial alguna.
El torneo fue una idea de Canale 5, propiedad de Mediaset, que tenía como objetivo reunir a los clubes que al menos habían ganado una vez la Copa Intercontinental y se disputó en Milán, sede de dicha cadena de televisión.
Pese a que a la primera edición, celebrada en 1981, no fueron todos los equipos que habían ganado una Intercontinental, Atlético y Real Madrid declinaron la invitación, por poner un par de ejemplos, el torneo tuvo mucho éxito y se celebraron dos ediciones más: una 1983 y otra en 1987. Sin embargo, en estas dos últimas ediciones los participantes no estaban compuestos por clubes que habían ganado la Intercontinental, ya que renunciaron tantos equipos a participar que tuvieron que buscar alternativas entre los clubes europeos más destacados del momento.
Así el cartel en 1987 estuvo completado por los siguientes equipos: Inter, Milan, , Dinamo de Kiev, Juventus y Olympique de Marsella. Sin embargo, estos tres últimos renunciaron a participar y su puesto fue ocupado por Barcelona, Oporto y París Saint-Germain.
El formato de la competición fue el de una liguilla a una vuelta de todos contra todos. El ganador de la misma fue el Milan de Berlusconi que, tras las cuatro jornadas del torneo, lideró la tabla con siete puntos tras ganar 3 partidos y empatar uno. Hay que recordar que por aquel entonces las victorias únicamente sumaban dos unidades.
El Oporto fue segundo, el Inter tercero, el Barça cuarto y el PSG colista en el primero de los muchos títulos que ganó el Milan con Silvio Berlusconi al frente.
Resumen del último partido del torneo que dio el triunfo al Milan
El sueño de Champions del Angers
La maldición del Parque de los Príncipes
El Real Madrid se enfrenta al París Saint Germain (PSG) este miércoles en uno de los partido más destacados de la jornada de la Liga de Campeones. Sin embargo, si los blancos quieren traerse la victoria deberán acabar con la maldición que les persigue en el Parque de los Príncipes, donde nunca han ganado.
Los madridistas han visitado en dos ocasiones el campo del PSG sumando una derrota y un empate. Además, en sendas visitas los merengues se despidieron de la capital gala con el regusto amargo de una eliminación europea.
La primera vez que el Real Madrid jugó contra el PSG en el Parque de los Príncipes fue el 18 de marzo de 1993 en la vuelta de los cuartos de final de la Copa de la UEFA. Los blancos se las prometían muy felices tras haber ganado 3-1 en la ida, pero el partido de vuelta fue una autentica pesadilla para ellos.
El PSG logró darle la vuelta a la eliminatoria (3-0). Sin embargo, Iván Zamorano pareció poner el encuentro camino de la prórroga con un gol en el minuto 93. Sólo lo parecía, ya que Kombouaré hizó el definitivo 4-1 en el minuto 96 que dejó al Real Madrid eliminado.
La historia se volvió a repetir un año después. Ambos se volvieron a ver las caras, aunque esta vez en los cuartos de final de la Recopa. El PSG se hizo con la victoria en el Santiago Bernabéu (0-1) y necesitaba remontar en el Parque de los Príncipes. Emilio Butragueño llevó la esperanza a los madridistas al marcar en el primer tiempo (0-1). Sin embargo, Gomes llevó las tablas al marcador (1-1) en la segunda parte dejando a los blancos un año más eliminados en Europa.
“La ida fue determinante en el cómputo de la eliminatoria (…) pero esta vez mis jugadores se vaciaron sobre el césped. Aunque nos faltó profundidad”, destacó Vicente del Bosque, que en aquel momento ejercía de técnico provisional en el Real Madrid. ¿Será la del miércoles otra noche aciaga para el Real Madrid?
El adiós del Le Mans
Normalmente, hablar de Le Mans es hacerlo de automovilismo. De la prueba de 24 horas o de las apasionantes carreras que se celebran en el circuito de la localidad gala. Sin embargo, ya sabéis que en La Medialuna no hemos tocado, al menos por ahora, temas de motor y este post no va a ser una excepción. Vamos a hablar de Le Mans, sí, pero de su equipo de fútbol, que lamentablemente acaba de anunciar su desaparición.
Y es que el conjunto galo es el último club que ha acabado agonizando debido a sus sueños de grandeza en el pasado. Su caída a los infiernos comenzó en 2010. En aquel entonces Henri Legarde, presidente del club decidió remodelar el club por completo. De hecho, hasta cambió el nombre de la entidad, que pasó a llamarse Le Mans FC, dejando así detrás la denominación de Le Mans Union Club 72, y se diseñó un nuevo escudo.
Sin embargo, las ganas de Legarde de convertir a los galos en un grande de Francia no sólo se quedó en cambiar el nombre y el escudo al club. La joya maestra de su proyecto era la creación de un nuevo estadio del que el Le Mans, a priori, sacaría multitud de ingresos. Por ello, Legarde no dudó en desembolsar un primer pago de 30 millones de euros.
El estadio, que se iba a denominar como MM Arena y diseñado para tener una capacidad de 25.000 espectadores, iba a tener un coste total de 102 millones de euros y, en principio, iba a ser inaugurado en 2011. Pero las cosas no fueron como había imaginado Legarde. El equipo, que entonces contaba con un presupuesto de 40 millones de euros, descendió a la Ligue 2 y ahí comenzaron sus problemas.
El Le Mans ya comenzaba a tener una deuda considerable y Segunda los ingresos se reducían. El equipo en el terreno de juego no logró levantar el vuelo y no sólo no consiguió recuperar su plaza en la Ligue 1, sino que en 2013 volvió a sumar un nuevo descenso. Por aquel entonces el club se encontraba en una situación casi agónica muy agobiado por las deudas.
Tanto que Legarde vendió en marzo de 2013 su paquete de acciones, disponía la mayoría de la entidad, por la simbólica cantidad de un euro con el objetivo de que llegara un salvador que con una fórmula mágica rescatara al Le Mans. Aún así para ellos lo peor estaba todavía por llegar.
La Federación Francesa decidió en verano descender al club a Cuarta División por sus deudas y eso fue casi la muerte de la entidad. El Le Mans llevaba sin pagar a sus jugadores desde agosto y sólo pudo jugar cinco partidos de liga esta campaña. A la sexta jornada ya no se presentó debido a que no podía pagar viajes, hoteles, sueldos…
El Le Mans trató de buscar de manera desesperada un patrocinador que salvara el club pero no lo consiguió y el 23 de octubre anunció su desaparición definitiva. Pone a sí fin a sus días un equipo en el que jugaron grandes futbolistas como Didier Drogba, Gervinho o Jacques Songo. Además de Rudi García, el entrenador actual de la imparable Roma.
Salvatore Sirigu, el jugador al que el asma llevó a triunfar de portero
A la hora de hablar de las estrellas del París Saint-Germain (PSG) pocos suelen nombrar a Salvatore Sirigu, pese a que es internacional con Italia y a que llegó al club galo sin los focos y expectación de los Ibrahimovic, Thiago Silva, Beckham, Lucas Moura y compañía.
El fichaje del guardameta fue una apuesta de Leonardo, director deportivo del club, que, debido al buen conocimiento que tenía del fútbol transalpino, no dudó en abonar al Palermo 3,5 millones de euros en el verano de 2011. La operación sorprendió, ya que el equipo francés había fichado a Nicolas Douchez, procedente del Rennes a coste cero, en esa misma época para ser, en principio, el titular.
No fueron así las cosas y Sirigu pronto se convirtió en indiscutible en la meta del PSG con sus paradas. De hecho, a comienzos de 2013 batió el récord de imbatibilidad de 697 minutos de un mito del club como Bernard Lama dejándolo en 949. Y es que la trayectoria de Sirigu, desde joven, siempre ha sido una carrera de fondo marcada por la superación de objetivos, alejado de los focos y halagos que se suelen llevar otro tipo de futbolistas.
Es más, cuando comenzó a jugar ni se le habría pasado por la cabeza que acabaría jugando de portero. Y es que el comenzó de delantero en el colegio Nuestra Señora de Fátima, en su Nuoro natal. Era un ariete bastante prometedor con una gran predilección por tirar las faltas. Sin embargo, su carrera iba a dar un vuelco en un torneo juvenil en el que sufrió un bloqueo respiratorio debido a que padecía asma.
Entonces se dio cuenta que nunca podría mantener el ritmo de sus compañeros. Pese a ello, sus ganas de seguir jugando al fútbol le impedían tirar la toalla. Por este motivo decidió aceptar el consejo que le dio uno de sus entrenadores, que le recomendó que como tenía una gran estatura y unas manos grandes podría retroceder su posición hasta la de portero.
Sirigu le hizo caso y pronto vio como bajo los tres palos también destacaba. Tanto que, tras pasar por varios clubes modestos de Cerdeña, fichó por el Venecia. Equipo este último en el que llegó a dar positivo con 17 años en un control antidóping por un alto nivel de testosterona. Aunque, afortunadamente para él, no llegó a ser sancionado.
Por eso pudo proseguir su carrera y fichar por el Palermo, equipo en el que se le apodó como ‘Walterino’ debido a que muchos vieron en él a un nuevo Walter Zenga, uno de los porteros italianos más importantes de todos los tiempos. Tras completar unas cesiones en el Cremonese y el Ancona, Sirigu se asentó en el primer equipo del Palermo, donde sus grandes actuaciones ayudaron al equipo para clasificarse para Europa y para fichar posteriormente por el PSG, donde sigue brillando con luz propia pese a no tener los focos de otros compañeros suyos y no saber qué hubiera sido de su carrera en el fútbol de no haber sufrido asma.
Equipos para el recuerdo
Desde los inicios de La Medialuna hemos hablado de equipos que, para bien o para mal, marcaron la historia del fútbol. Aquí los tenéis:
FC Start: El orgullo del norte de Europa
Un Real Madrid ¿De Segunda?
El lunar de la séptima
Tasmania Berlin, el peor equipo de la historia
Almendralejo y los sueños rotos
El sueño del Pompey se llama Sunderland
El primer fracaso de la ‘Cofradía del clavo ardiendo’
Las noches mágicas de Guardiola
La tragedia de Superga
El desconocido Fulham
El día que Portugal hizo llorar a España
El gol de Zarra
Panionios, el equipo desterrado
El “viejo” Wimbledon
La decandencia del Feyenoord
¡Qué grande es el Feyenoord!
PSV, la masía holandesa de Can Barça
Los trasvases de Milán
El Bologna del 64 y la sombra del dopaje
El otro rally de clásicos (Barça-R.Madrid 1916)
Atlético, la sucursal más antigua del mundo
Episodio III: La segunda oportunidad
Queens Park Rangers, el ‘pupas’ de Londres
Los Barça-United
El final de los pequeños que soñaron con ser grandes (Deportivo, Mónaco y Sampdoria)
El día que Maradona jugó con el Granada
El Rapidgeist
El primer Mundial de España: el militar
Corinthian, el espejo del Real Madrid
La Ambrosiana, o como el Inter sobrevivió a una fusión
La supervivencia de la Juve: el origen del Torino
Los orígenes del Levante
El Arsenal de Bin Laden
La Democracia Corinthiana
El Barça y la conquista del mundo: Tokyo 1992
El Barça y la conquista del mundo: Yokohama 2006
El Barça y la conquista del mundo: Abu Dabi 2009
El gol que dio aire en Argentina y vida en Polonia
19 de diciembre, navidad para Rosario Central
El River de Vizcaya
El Clásico en la Copa: Octavos de final de la 96/97 (1)
El Clásico en la Copa: Octavos de final de la 96/97 (2)
Figueres, el sueño del Mirandés
La epopeya del Calais
Milagros coperos: el Numancia del 96
Gabón salda su deuda con Zambia
Peace and love
La Juventus reincidente: el penalty a Ronaldo y el Scudetto del 98
Una pesadilla llamada CSKA
Los últimos cuartos de final del Athletic
Las otras ligas ganadas en el último minuto
Millonarios y la renuncia a su gloriaEl erróneo centenario del Mérida
Atlanta 96, el gran fracaso olímpico de Brasil
La tragedia de Lima
Atlético Tetuán, un equipo marroquí jugando en Primera
Adiós al ‘Old Firm’
Jugar con el Real Madrid en Copa es sinónimo de ascenso a Segunda
La Juve, el Milan y los récords de imbatibilidad
Chivas, un Athletic a la mexicana
Cuando el Real Oviedo jugó en Europa
Los años acabados en dos, malditos para el Palmeiras
1984, cuando Boca Juniors estuvo a un paso de desaparecer
El Bradford City y la tragedia de The Valley Parade
El Barcelona ya sabe lo que es hacer magia un doce de marzo
La pesadilla de Francia
El Barcelona tiene el objetivo de acabar con la maldición española contra el PSG
La depresión del AEK
Volveremos a Maracaná
Barcelona, ciudad maldita para el Bayern
AS Mónaco, el nuevo rico que viene
El milagro del Real Garcilaso
El regreso del Eintracht Braunschweig
Ibis Sport Recife, cuando no hay más orgullo que la derrota
La tarde en la que más vibró El Helmántico con el Salamanca
Historias de la Champions
Cuando el Barça pasó de Nelson Mandela
El récord del Tottenham
El Napoli, la mejor película de De Laurentis
El adiós del Le Mans
Evergrande Real Estate Group, la clave del milagro del Guangzhou
Historias de la Champions
El milagro del Ludogorets
Cuando el Borussia Dortmund estuvo cerca de desaparecer