Archivo

Posts Tagged ‘Alemania’

Scolari cae en la misma trampa que Dunga

ScolariBrasil ha sufrido este martes una de las mayores humillaciones de toda su historia, probablemente la mayor de siempre. Sólo el mítico ‘maracanazo’ del 50 se le puede equiparar. Por ello, es tiempo de analizar por qué un equipo como Brasil ha sufrido una derrota de esta entidad. Luiz Felipe Scolari es el gran culpable del 1-7, quizás porque cometió y amplió el mismo error en el que cayó Dunga en 2010.

Dunga llegó al Mundial de 2010 apostando por un estilo físico, directo, muy alejado de lo que había sido históricamente Brasil. Llegó avalado por los triunfos en la Copa América de 2007 y en la Copa Confederaciones de 2009. Sin embargo, su único aval era precisamente ése: los dos títulos, ya que en ambos campeonatos el juego de Brasil había dejado mucho que desear y había evidenciado muchas lagunas.

Aunque no lo parezca, en el fútbol a veces no hay nada peor que una victoria. El triunfo muchas veces ciega, impide ver errores que con una derrota si serían claros y provoca que los cambios que se deberían llevar a cabo se ralenticen. Ésto es lo que le pasó a Dunga. Se enrocó en su estilo y en el grupo que le había llevado a los triunfos en Confederaciones y Copa América y lo pagó muy caro en el Mundial. ¿El resultado? Brasil hincó la rodilla contra Holanda en los cuartos de final.

Se suele decir que el hombre es el único capaz de caer dos veces en la misma piedra y Luiz Felipe Scolari es una buena prueba de ello. El actual técnico de Brasil, aunque parece que ocupará este puesto únicamente unos días más, ha repetido y acrecentado en este Mundial los mismos errores que cometió Dunga de cara a la preparación de Sudáfrica 2010. Brasil estaba obligada sí o sí a ganar el Mundial, su Mundial, y alejar al fin el fantasma del 50. Aun así temía sufrir un nuevo ridículo como el que hizo ante México en la final de los Juegos Olímpicos de Londres. Por ello, a finales de 2012 se echó a los brazos de Felipao, el último entrenador que les había llevado a levantar la Copa del Mundo.

Scolari era consciente de que no tenía mucho tiempo para lograr armar un equipo campeón. Por ello, al igual que hiciera Dunga, optó por el camino rápido: convertir a Brasil en un tanque. Un equipo que no era bonito de ver, pero bien armado en el centro del campo y defensa. Lo que le hacía muy rocoso y competitivo. Su primera prueba de fuego para ver si iba por el buen camino era la Copa Confederaciones 2013.

Para Scolari salió todo sobre ruedas, ya que Brasil ganó el torneo y derrotó en la final a la hasta ese momento todo poderosa España. Sin embargo, Felipao no supo ver los detalles que le dejó el torneo. Brasil sufrió mucho contra todas las selecciones de nivel contra las que jugó. Italia dejó en evidencia la fragilidad de la defensa brasileña, pese a que cayó 2-4, y Uruguay, aunque perdió 2-1, demostró que con las ideas claras y las líneas ordenadas a los brasileños les entraban las dudas.

¿Y el partido contra España?, se preguntarán muchos. Aquel encuentro bien es cierto que una Brasil que jugó con mucha intensidad, y ayudada por la permisividad del árbitro con el juego duro de los sudamericanos, barrió a España por 3-0. Sin embargo, 12 meses después de aquella final parece claro que más que una muestra de que Brasil iba por el buen camino lo que vimos fue el primer boquete que mostraba que el barco de España se empezaba a hundir.

Scolari no sólo pasó de estas señales, sino que se enrocó aún más en sus ideas de lo que lo había hecho antes Dunga. Felipao llevó al Mundial un grupo de 23 jugadores marcados por el mismo corte: todo era pura contención, faltaban jugadores con desborde. Se echaban en falta futbolistas con los que armar un plan B en el caso de que el tanque se averiara. Por ello, cuando Neymar no entraba en juego, Brasil no generaba peligro.

Neymar era el cañón y Thiago Silva el escudo antimisiles del tanque. Sin ellos, Alemania pasó por encima de una Brasil que no supo encontrar una alternativa a estos dos jugadores en una plantilla carente de líderes y plan B. Lo peor de todo es que contra Croacia, México, Camerún, Chile y Colombia; Brasil ya dio la sensación de que estaba al borde del abismo, que obtenía resultados por encima de sus posibilidades. Scolari, en lugar de corregir errores, decidió disparar contra todo y contra todos: árbitros, prensa, FIFA…

Lo bueno para Brasil es que, al contrario de con los triunfos, la derrota sí que te permite reflexionar y ver mejor tus carencias para cambiarlas. Despedir a Scolari y recuperar el estilo que hizo grande a Brasil son los primeros pasos que tienen que empezar a dar para recuperar la gloria perdida.

Argelia – Alemania y la revancha del 82

junio 30, 2014 Deja un comentario

Argelia Mundial 82El fútbol, más tarde o más temprano, siempre ofrece revancha. Argelia va a tener este lunes la oportunidad de tomarse la suya contra Alemania. Un momento que llevan esperando desde 1982, cuando los germanos les dejaron fuera del Mundial por uno de los mayores tongos que se recuerdan.

El de España 82 fue el primer Mundial que disputó Argelia. Los africanos, sin embargo, demostraron en el primer partido del torneo que no se conformaban únicamente con participar. Y es que dieron una de las sorpresas del campeonato al derrotar a Alemania Federal, toda una campeona del mundo, por 1-2.

En el siguiente partido, Austria les puso los pies en la tierra, ya que les derrotó por 0-2. Aun así, lograron reponerse del batacazo y en la última jornada derrotaron a Chile por 3-2. Entonces los partidos de la tercera jornada de la fase de grupos no se jugaban de manera simultánea, por lo que el pase de Argelia a la siguiente fase quedaba a expensas de lo que sucediera en El Molinón en el partido que enfrentaba a Austria con Alemania Federal.

“Creí que lo teníamos todo hecho», reconoció el seleccionador argelino Rachid Mekhloufi. Sin embargo, con lo que no contó Argelia fue con la poca deportividad de Austria y Alemania, ya que una victoria por 1-0 daba el pase a ambos a la siguiente fase y dejaba eliminados a los africanos. El Mundial es la mayor fiesta del fútbol y nadie pensó que tanto austriacos como alemanes fueran a poner en duda su honor pactando un 1-0. Craso error.

El partido empezó con ritmo e intensidad. Tanto que Hrubesch logró adelantar a Alemania Federal a los once minutos, lo que hacía presagiar un encuentro trepidante. Nada más lejos de la realidad. Conscientes de que el 1-0 era bueno para los dos, ambos equipos hicieron una especie de pacto de no agresión. Las ocasiones brillaron por su ausencia y, entre bostezo y bostezo, austriacos y alemanes arañaron minutos al reloj con larguísimas posesiones que no iban a ninguna parte.

Alemania Federal - Austria 1982El espectáculo ofrecido por las dos selecciones fue tan lamentable que el público de El Molinón no dudó en gritar «¡Que se besen! ¡Que se besen!» al observar que los dos equipos se conformaban con el resultado. Es más, estaban tan indignados que comenzaron a resonar los cánticos en favor de Argelia en todo el estadio.

De hecho, fue tan descarado el pacto de no agresión que firmaron ambos conjuntos que al día siguiente el diario asturiano ‘El Comercio’ colocó la crónica del partido en sucesos y no en deportes al entender que Austria y Alemania habían timado a los espectadores. “Unas cuarenta mil personas, presuntamente estafadas en El Molinón por veintiseis subditos alemanes y austriacos”, relataba el periódico.

«Es inadmisible, bochornosa y de una total desconsideración para el público esta parodia que estamos presenciando», declaró Mekhloufi indignado. «Ha sido una fea jornada para el fútbol», admitió el alemán Franz Beckenbauer. La FIFA abrió una investigación sobre el partido, pero al final no sancionó a nadie. La única medida que tomó es que a partir de ese momento todos los partidos de la última jornada de la fase de grupos se iban a disputar de forma simultánea para evitar sospechas.

Ya en el año 2007, el germano Hans Peter Brieguel confirmó lo que todos sospechaban: «Alemania hizo trampas para eliminar a Argelia». «Sólo me puedo disculpar ante los argelinos, porque habían merecido clasificarse para la segunda fase», declaró en una entrevista concedida al diario ‘Al Attihad’. El austriaco Walter Schachner también admitió la farsa hecha por los dos equipos en el diario ‘Süddeutsche Zeitung’: «En el descanso hubo el acuerdo entre los jugadores de mantener el 1-0, pero yo no me enteré. Por eso estaba desesperado en el campo. No entendía cómo Krankl, nuestro delantero, se colocaba de líbero. Y Briegel no hacía más que decirme: ‘No corras tanto’. Como no me enteraba de lo que sucedía, los compañeros dejaron de pasarme el balón».

Han pasado ya más de 30 años de estos hechos, pero en Argelia aún los siguen teniendo bien presentes. «Nos seguimos acordado del 82», declaró Vahid Halilhodžić, actual seleccionador argelino, tras lograr clasificar a los africanos para octavos de final y saber que allí su rival será Alemania. El fútbol les da la oportunidad de tomarse la revancha.

El origen de la Bundesliga

agosto 8, 2011 Deja un comentario

Este fin de semana ha dado comienzo uno de los campeonatos más importantes del planeta fútbol: la Bundesliga. Sin embargo, pese a que Alemania sea uno de los países con más arraigo en lo que al deporte rey se refiere, su campeonato es de los más jóvenes del viejo continente. Y es que los germanos no implantaron el sistema de jugar todos contra todos hasta el año 1962.

Y es que, hasta ese momento, en Alemania se jugaba en la modalidad de que los equipos se repartían en campeonatos regionales para, posteriormente, disputar unas eliminatorias al estilo play off, entre los campeones de dichas liguillas, de las que saldría el ganador del torneo. Sin embargo, conforme iban pasando los años, muchos pensaron que aquel no era el mejor sistema para tener equipos fuertes y que pudieran hacer cosas importantes en las competiciones internacionales y, por ello, solicitaron que Alemania copiara el sistema que había en otros países como Inglaterra, Italia o España, en los que se jugaba una liga de todos contra todos.

El primer intento de modificar el formato se dio en 1932. Felix Linnemann, presidente de la Federación Alemana, propuso el cambio para pasar a jugar lo que él bautizó como Reichliga, pero, sorprendente, los equipos vetaron la idea de común acuerdo. El segundo intento vino de la mano de Franz Kremer, máximo mandatario del Colonia, que pensaba que con el sistema de campeonatos regionales Alemania corría el riesgo de quedarse estancada en el pseudoamateurismo. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano, ya que la Federación rechazó su idea de campeonato unificado en el congreso que tuvo lugar en Frankfurt en 1958.

Aun así, Kremer no bajó los brazos y siguió luchando por el cambio. Para que este se diera, una de las claves fue el apoyo que el presidente del Colonia encontró en Sepp Herberger, seleccionador que hizo ganar a los germanos la Copa del Mundo del 54, y Hermann Neuberger, presidente de la Federación. Así el 28 de julio de 1962, en el Wesfalenhalle de Dortmund el sueño de Kremer se hizo realidad. En la asamblea de la Asociación alemana de futbol, delegados del futbol de cada región decidieron por 103 votos a 26 centralizar la competición e inaugurar una liga nacional que daría comienzo en la temporada 1963/1964, a la cual llamaron Bundesliga.

El primer campeonato lo disputaron 16 equipos, por los 18 que lo hacen en la actualidad, y como dato curioso hay que decir que dos históricos del fútbol teutón como Bayern de Munich y Borussia Monchengladbach quedaron relegados a la Segunda División porque la Federación consideraba que no había hecho años atrás los méritos necesarios para jugar en la máxima categoría. El primer gol del campeonato lo marcó Timo Konietzka, del Borussia Dormund, y el primer líder fue el Meidericher SV tras haber derrotado por 1-4 al Karlsruher SC. La ensaladera, nombre con el que es apodado el trofeo de campeón, se la llevó el Colonia, en un claro guiño del destino a Franz Kremer por lo que luchó para que la Bundesliga se convirtiera en realidad.

Raúl contra la maldición de Gelsenkirchen

agosto 17, 2010 1 comentario

De la noche a la mañana el Schalke 04 se ha convertido en uno de los equipos más populares en España. Hasta hace poco este grande alemán, sólo conocido por los más futboleros, apenas era un desconocido para a una afición española para la que, salvo alguna que otra excepción, hablar de Alemania era sinónimo de hacerlo del Bayern de Munich. Sin embargo el fichaje de Raúl por el conjunto minero lo ha cambiado todo. Ahora las portadas son para un Schalke que espera el exmadridista le contagie algo de su gen triunfador para un equipo acostumbrado a perderlo todo cuando ya se pensaba que lo tenía ganado.

El conjunto alemán nació el 4 de mayo de 1904 bajo la ilusión de unos estudiantes que lo bautizaron con el nombre de Westfalia Schalke. No fue hasta 1928 cuando su adquirió su nombre actual: F.C. Gelsenkirchen – Schalke 04. Para entonces los germanos ya se habían ganado el apodo de «Die Knappen» es decir los mineros, ya que la mayoría de sus jugadores provenian de las minas de Gelsenkirchen. Por entonces también se ganaron el discutible honor de ser el equipo de Adolf Hitler. Curiosamente, fue durante la dictadura de Hitler cuando el Schalke vivió su época más gloriosa. De hecho, seis de los siete campeonatos que tienen los ganaron entre 1934 y 1942, cuando fueron un equipo temible. Permanecieron invictos como locales durante once años y de 1935 a 1939 no perdieron un solo encuentro. Sin embargo, una vez finalizada la gran contienda el Schalke, casualidad o no, perdió su estrella y sólo pareció renacer de sus cenizas en 1958, cuando ganó su último título campeonato nacional. No fue más que simple espejismo, ya que, como si de una maldición se tratara, los de Gelsenkirchen comenzaron a arrastrar un gafe que aún hoy no han perdido.

Cuando se encontraban cerca de ganar Bundesliga el fatalismo se torna sobre ellos, como si tuvieran que pagar por la superioridad que exhibieron a finales de la década de los 30. Especialmente cruel fue la Bundesliga del año 2001. Aquel año, el Schalke llegó a la última jornada como segundo clasificado. Tenía que ganar y esperar un tropiezo del Bayern de Múnich en Hamburgo. Los mineros cumplieron con su parte del trabajo y ganaron por 5-3 al Unterhaching. En tanto, en Hamburgo, Barbarez en el minuto 90 adelantó a los locales y los aficionados del Schalke comenzaron a descorchar el champán. Mal hecho, pues la risa se tornó en llanto en cuestión de pocos minutos. Con el tiempo ya cumplido, el Bayern se lanzó al ataque y logró empatar el encuentro con un gol del exblaugrana Patrick Anderson.

El Schalke finalizó segundo y recibió el título que ninguno quisiera recibir: el de campeón honorífico. Sin embargo, si que es cierto que en 1997 se alzaron con la Copa de la UEFA, la última que se disputó con final a doble partido. Aunque bien es cierto que allí se enfrentaron al Inter de Milán, un equipo que en 2010 al fin a logrado deshacerse de la etiqueta de pupas de las que no logra desengancharse el Schalke. Así las cosas una final entre dos gafes sólo se podía resolver de una manera: en los penaltis, donde la fortuna sonrió a los alemanes.

Raúl llega ahora con el objetivo de volver a convertir al Schalke en aquel equipo que asustaba a los rivales en los 30 con sólo saltar al campo. Aunque ya ha vivido en sus propias carnes lo que es su equipo. A una semana de la final de la Supercopa de Alemania los de Gelsenkirchen se impusieron al Bayern en un torneo amistoso por 3-1. Una semana más tarde, a la hora de la verdad el conjunto de Louis Van Gaal se impuso por 2-0 volviendo a poner de manifiesto la eterna mala suerte del Schalke. Por suerte para Raúl todavía hay tiempo para revertir la situación. ¿Será capaz?

Tasmania Berlin, el peor equipo de la historia

marzo 8, 2010 1 comentario

A lo largo del tiempo, todos guardamos en nuestra retina las jugadas y partidos de algún equipo. Normalmente, siempre que lo hacemos suele ser porque ese conjunto obtiene triunfos y victorias importantes. Sin embargo, con el Tasmania Berlín es diferente. Es recordado por muchos sí, pero no por sus victorias. Sino porque, para muchos, está considerado como el peor equipo de la historia.

Fundado en 1900, y tras pasar por varias refundaciones, el momento de gloria del Tasmania llegó en 1965, cuando fue ascendido a la Bundesliga. El Hertha, gran rival del Tasmania, fue descendido por la vía administrativa tras haber cometido varias irregularidades en la contratación de futbolistas. Entonces su plaza la reclamaron Schalke 04 y Karlsruher, dos transatlánticos que perdieron su puesto en la máxima categoría por la vía deportiva.

A todo esto, además, había que añadir que las autoridades políticas estaban presionando para que se ascendiera en los despachos a algún equipo de Berlín porque, en plena Guerra Fría, Alemania no se podía permitir no tener entre los mejores a un equipo de la capital dividida. Finalmente, la Federación Alemana optó por ampliar los números de la competición de 16 a 18. Con esta medida, tanto Schalke 04 como Karlsruher recuperaron su puesto en la máxima categoría sin que Bayern de Munich y Borussia M’Gladbach, equipos que ascendieron, les quitaran su plaza en la máxima categoría.

Tras esto, sólo quedaba una incógnita ¿qué equipo ocuparía la plaza del Hertha? La Federación, haciendo caso al Gobierno, optó por ofrecer esta vacante a algún equipo de Berlín. El Tennis Borussia Berlín, primero, y el Spandauer FC, después, rechazaron la propuesta de jugar con los grandes. Así a la tercera fue la vencida para los miembros de la Federación, ya que el Tasmania Berlín si que aceptó tan generosa oferta.

Dentro del club berlinés sabían que no tenían equipo para luchar con los mejores, pero ante las dificultades decidió enarbolar la bandera de la ilusión. Así, apoyados por más de 80000 fans, derrotaron en su debut de la Bundesliga al Karlsruher por 2-0 contra todo pronóstico. Sin embargo, lo que entonces pareció encaminado hacia un cuento de hadas se convirtió en una pesadilla.

Y es que en aquella temporada 65/66 el Tasmania batió varios récords negativos: mayor número de derrotas en una campaña (28 de 34) y en casa (12 de 17), único equipo de la Bundesliga que nunca ganó fuera, menor número de goles marcados (15) y encajados (108) en una temporada, mayor derrota en casa (0-9 ante el Meidericher), menor número de goles del máximo goleador (Usbeck, cuatro) o menor asistencia a un campo (827 espectadores contra el Borussia M’Gladbach). A estas cifras hay que añadir algunas más que el Tasmania, por lo menos no lidera en solitario como el de menor número de victorias en una temporada (2) o mayor número de derrotas consecutivas en casa (8) y en total (10).

Como era de suponer, la aventura del Tasmania en la Bundesliga acabó en descenso. El club nunca se repuso al golpe y ahora, tras ser refundado después de haber entrado en quiebra en 1973 como el Tasmania Gropiusstadt, juega en la quinta división (Verbandsliga) con la idea de que, aunque triste, son historia viva dentro del fútbol.

Robert Enke, el miedo al fracaso y el amor a una vida

noviembre 16, 2009 2 comentarios

El medio al fracaso alguna vez ha atenazado a todo ser vivo que se precie. Pasando por el más indeciso hasta el más seguro, todos en algún momento de nuestra vida nos hemos visto amenazados por las dudas de no poder lograr el objetivo propuesto o, simplemente, superados por el éxito que pretendíamos alcanzar. Sin embargo, el problema no está aquí. La situación comienza a ser grave cuando el miedo al fracaso te domina y te gana la partida. Un ejemplo de ello es Robert Enke, quien dijo adiós con el éxito ya en la mano pero con el miedo a un mayor golpe de fracasar todavía en la mente.

Enke nació en la antigua RDA y nunca copó las portadas de los periódicos como principal protagonista, aunque tampoco lo buscó. Únicamente quería disfrutar de la vida y el fútbol. Tras unos inicios un tanto complicados, el meta logró fichar por el Barcelona en verano de 2002 después de muchos años de trabajo en los que pasó por el Benfica, Borussia Mönchengladbach y el Carl Zeiss Jena. Sin embargo, el alemán no sabía que en ese momento había comenzado el inicio de su fin.

Enke era una persona muy disciplinada y, como todos, ambicionaba el éxito. Sin embargo, cualquier detalle, por mínimo que fuera, que desviaba algo el camino hacia la ansiada cima era un golpe para el meta. Así, en plenas negociaciones con el Barça, hubo un momento en el que las relaciones estuvieron casi rotas y, con ellas, frustrada su llegada al Camp Nou. La posibilidad de que finalmente se viera trabada su llegada a uno de los grandes de Europa comenzó a asolar a un Enke  que no paraba de preguntarse por qué se había llegado a ese punto. Qué era lo que había hecho él mal. El miedo al fracaso comenzó a pasar por su puerta y consigo trajo los indicios de una depresión que acabaría con su vida. 

enke4

Aunque, como ya he comentado antes, finalmente Robert logró recalar en la Ciudad Condal en el verano de 2002. Tras una pretemporada en la que disputó por hacerse con la portería blaugrana junto con Roberto Bonano y Víctor Valdés, Louis Van Gaal decidió alinear como titular, contra todo pronóstico, al jovencísimo Valdés dejando a Enke en el banquillo y a Bonano en la grada. Para el alemán esto no fue más que otro duro revés que comenzaba a quebrantar su confianza. Sin embargo, el portero tenía la Copa para demostrar que era lo suficientemente válido como para ser titular en aquel equipo.

La primera eliminatoria del torneo del ko, a partido único, deparó el enfrentamiento del Barcelona con el débil Novelda de 2ªB. Pero lo que en un principio parecía un trámite se convirtió en una pesadilla. Tres goles de Madrigal dieron el triunfo por 3-2 al Novelda y dejaron fuera de la competición al Barça. Entonces Van Gaal le puso la cruz y apenas volvió a contar con él. Tanto que Bonano, en un principio tercer portero, acabó haciéndose con la titularidad.

En enero de 2003, Van Gaal fue cesado y su lugar en el club lo ocupó Radomir Antic. Sin embargo, el serbio prefirió seguir contando Bonano. Aun así una expulsión propició que el alemán pudiera demostrar a Antic que verdaderamente servía para el Barcelona. Pero no aprovechó el guiño que le hizo el destino y, tras encajar dos goles contra Osasuna, Radomir también le puso la cruz y acabó la temporada en la grada. Algo que no hizo más que hundir a Enke.

En verano de 2003, el Barça le comunicó que no contaba con él y tuvo que hacer las maletas rumbo al Fenerbahçe. Pero en Turquía no hizo que languidecerse aún más y su depresión no hacía más que aumentar. Cada balón que se le acercaba a su portería era una auténtica pesadilla. ¿Sería capaz de atraparlo? ¿Si le encajaban un gol significaba que ya no servía para el fútbol? ¿el no triunfar significaba que era un fracasado?

enke3

Pese a ello, Enke comenzó a recuperar la sonrisa en enero de 2004, cuando fue cedido por el Barcelona al Tenerife. En Canarias, además, el meta llegó a afirmar que allí había encontrado verdaderos amigos, no como en su época en el Barça. Esta experiencia fue clave en su  recuperación, pues tras dejar el conjunto chicharrero firmó en junio por el Hannover 96, donde relanzó su carrera. Tanto que llegó a ser convocado por la selección alemana y se rumoreó con su fichaje por el Bayern de Munich.

Sin embargo, la diosa fortuna, siempre tan caprichosa, le volvió a golpear justo cuando mejor se encontraba. Y es que hace tres años su hija Lara, de dos años de edad, murió como consecuencia de una dolencia cardiaca congénita. Este hecho hizo que el fantasma del fracaso volviera a aparecer en la vida de Enke. ¿Qué es lo que había hecho mal? ¿Por qué era tan cruel el destino con él?, se preguntaba una y otra vez el teutón. Este hecho hizo que cada gol que encajaba se convirtiera en una odisea para él, pues significaba que seguía fracasando. Además, cada mañana la pérdida de la pequeña Lara parecía más insuperable Aun así delante de los amigos parecía estar bien y nadie hacía presagiar su trágico final, pese a que por dentro estaba totalmente destrozado. Así hasta que llegó un momento que dijo basta y no le quedaron más fuerzas que para escribir una carta y poner punto y final a una vida en busca de otra en la que sabía que el fracaso nunca le volvería a amenazar: la de Lara. DEP

enke