Milan, pesadilla antes de navidad
Hace unos años hablar del Milan era hacerlo de uno de los equipos más potentes de Europa. Un conjunto contra el que todos querían evitar jugar tanto en la Serie A como en la Liga de Campeones. Sin embargo, 2013 ha confirmado que aquellos tiempos ya quedan muy lejos porque, lamentablemente para los rossoneri, ahora mismo tienen más pasado que presente.
La última derrota en el derbi della madonnina contra el Inter, su eterno rival y al que no ganan desde 2011, vino a demostrar que lo peor de todo no es que el equipo año a año vaya bajando su nivel, sino que parece que esta era de decadencia lejos de tener fecha de caducidad tiene todos los ingredientes para alargarse en el tiempo.
Esto queda patente a la hora de repasar los números, que son extremadamente crueles con el Milan. Y es que los lombardos ahora mismo están más cerca de luchar por no bajar a la Serie B que de pelear el título. La Juventus, líder del campeonato, está a 27 puntos y la zona de descenso a únicamente cuatro.
En esta tesitura los hinchas del Milan se agarran a la temporada pasada, entonces los rossoneri también hicieron una nefasta primera vuelta pero lograron clasificarse para la fase previa de la Liga de Campeones tras realizar una segunda parte de campeonato brillante. Sin embargo, hay varias razones que invitan a pensar a que este año la historia no se repetirá. La primera de ellas es que, aún firmando unos números también muy malos, cerraron 2012 con once puntos más que el actual Milan.
Un dato que refleja perfectamente el estado clasificatorio de los milanistas es que nunca hasta ahora habían acabado como lo hacen en estos momentos un año natural: por debajo del décimo puesto en la Serie A. La otra razón que no invita al optimismo a este Milan si le comparamos con el del año pasado es que no tendrá el ‘efecto Balotelli’ del que disfrutó a comienzos de 2013.
El delantero italiano sigue siendo el arma más peligrosa de los lombardos, pese a que ha bajado ligeramente su rendimiento con respecto a la temporada pasada, pero el equipo no volverá a tener casi con toda seguridad el efecto que le da el fichar a un crack mundial. Los rossoneri no están para muchas alegrías económicas y por el momento han anunciado sólo la contratación para enero de Honda, que si bien es un gran futbolista está lejos de ser un primer espada.
El equipo está muy blando atrás, en el medio carece de creatividad y es muy dependiente de Balotelli, algo que teniendo en cuenta que la cabeza del ariete es una bomba de relojería es todo un peligro. En ataque, además, sorprende el bajón pegado por El Sharawy, que parece que se dejó el gol y el descaro en el año 2012. Aunque por suerte para los milanistas, Kaká parece, al fin, recuperar un buen nivel de juego, cosa que por ahora no es suficiente para el conjunto.
Lo peor es que todo hace indicar que el equipo no se meterá en Liga de Campeones para el próximo curso y sin los ingresos de la máxima competición continental será difícil retener a jugadores como Balotelli y traer buenos futbolistas para poder dar un salto de calidad.
Silvio Berlusconi ya ha anunciado que tomará las riendas del club en primera persona para volver a convertir al club en un grande de Italia y de Europa. No parece una tarea sencilla, aunque también es verdad que es muy complicado hacerlo peor que en este 2013.