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Posts Tagged ‘Bundesliga’

El muro de Berlín y la caída del Hansa Rostock

noviembre 10, 2014 Deja un comentario

imageSe acaban de cumplir 25 años de la caída del muro de Berlín, un hecho que sirvió para unir a la RDA con la RFA y que sirvió para hacer más fuerte a Alemania. Sin embargo, tras este cuarto de siglo cabe destacar el hundimiento que han sufrido los equipos que formaban la RDA, siendo el caso del Hansa Rostock el mejor ejemplo.

El Rostock fue el último equipo que se proclamó campeón en la extinta RDA, allá por el año 1991. Aquella temporada, además de ganar la Oberliga, también logró conquistar la Copa de la Liga. Para la siguiente temporada los equipos de la RDA debían incorporarse a la estructura de fútbol de la RFA y el Rostock junto al Dynamo Dresden fueron los únicos de la Alemania Democrática que pudieron superar los requisitos para ser inscritos en la Bundesliga.

Sin embargo, su paso por la máxima categoría del fútbol alemán no fue tan exitoso como había sido su último año en la Oberliga. Nunca llegó a pelar por los puestos de privilegio de la tabla, ya que su mejor clasificación fue el quedar en la sexta plaza en varias ocasiones. Se convirtió en un equipo ascensor que subía y bajaba de la Bundesliga casi con la misma asiduidad.

Así fue hasta que en 2008 su situación pasó de ser gris a totalmente negra. En aquel año, el Hansa Rostock descendió hasta la Bundesliga 2. Su paso por esta categoría fue transitorio, pero en el peor de los sentidos. En 2010 descendieron a la Bundesliga 3 y en 2011 recuperaron su puesto en la categoría de plata para regresar un año después a la categoría de bronce. Ahí siguen con más pena que gloria, ya que ahora ocupan el puesto 16 en una categoría compuesta por 20 equipos con el líder a 13 puntos y el colista a cinco.

Su futuro, al menos a corto plazo, no es muy prometedor. Circunstancia que dista mucho de la de 1991, justo cuando habían logrado ser un equipo campeón de la RDA la unificación alemana les ‘condenó’ a la renuncia de una gloria que ha acabado sentenciándoles en las catacumbas del fútbol germano.

El regreso del Eintracht Braunschweig

mayo 20, 2013 3 comentarios

La Bundesliga finalizó de manera trepidante este último fin de semana. Y es que la lucha por evitar el descenso no dio tregua hasta el último segundo. Finalmente la suerte sonrió al Hoffenheim, que se salvó de la quema, al menos por el momento ya que tendrá que jugar la promoción contra el Kaiserlautern, en contra del Fortuna Dusseldorf, que pese a haber estado sólo una jornada en descenso se ha visto relegado de categoría. Su puesto en la división de honor lo ocupará el Eintracht Braunschweig, un equipo que vuelve a la élite tras 28 años a la deriva en los que hasta llegó a peligrar su existencia.

Braunschweig vivió su mejor época en la década de los 60. Un tiempo en el que el Bayer de Múnich aún no había iniciado su rodillo en Alemania, la primera Bundesliga de los bávaros llegó en 1969, y, por tanto, la corona de campeón solía estar bastante repartida. De hecho, el Braunschweig logró alzarse con el título de 1967.

Pese a ello, el equipo no logró ampliar su hegemonía sobre Alemania porque fue salpicado por un escándalo de compra de partidos. Aún así, estuvo muy cerca de ganar el título en 1977, siendo éste el último año que peleó con los grandes clubes. Inició así una cuesta abajo irrefrenable que le llevó a descender en 1985 tras sólo imponerse en dos partidos de todo el campeonato.

Sin embargo, para desgracia suya, lo peor no había hecho más que comenzar. La deriva del Braunschweig le llevó a descender a Tercera División en 1988, lo hizo convirtiéndose en el primer conjunto germano que descendía pese a tener favorable la diferencia de goles. La mayor parte de la década de los 90 se la pasó en el tercer escalón del fútbol germano sin pena ni gloria. En la primera década de este siglo alternó la categoría de bronce.

Sin embargo, la suerte del club comenzó a cambiar en 2008. En mayo de aquel año la entidad salvó un ‘matchball’ para seguir con vida. Con un sistema difícil de mantener, la Federación Alemana decidió que para la siguiente temporada iba a refundar la Tercera División. Para formar parte de esta nueva reorganización, el Braunschweig necesitaba quedar entre los diez primeros.

Hacerlo era clave, ya que no entrar a formar parte de la nueva Tercera División significaba su desaparición, ya que tenía innumerables deudas. Tras una fatídica última jornada, el club logró su objetivo y se metió entre los diez mejores gracias a la diferencia de goles.

Comenzó entonces un proyecto ilusionante de la mano de Torsten Lieberknecht en el banquillo, ya que el técnico continuó haciendo magia y en apenas cuatro años ha logrado que el equipo peleara por su existencia en Tercera a ascender esta campaña a la Bundesliga 28 años después.

La máxima categoría alemana recupera a un histórico que como nota curiosa se puede decir que en el pasado ya dejó huella en el fútbol mundial, ya que fue el primer equipo que lució un sponsor publicitario en su camiseta. Lo hizo en 1973. Aunque para la próxima temporada los hinchas del club a buen seguro que más que con alguna innovación de este estilo se conforman con la permanencia de nuevo entre los más grandes.

El origen de la Bundesliga

agosto 8, 2011 Deja un comentario

Este fin de semana ha dado comienzo uno de los campeonatos más importantes del planeta fútbol: la Bundesliga. Sin embargo, pese a que Alemania sea uno de los países con más arraigo en lo que al deporte rey se refiere, su campeonato es de los más jóvenes del viejo continente. Y es que los germanos no implantaron el sistema de jugar todos contra todos hasta el año 1962.

Y es que, hasta ese momento, en Alemania se jugaba en la modalidad de que los equipos se repartían en campeonatos regionales para, posteriormente, disputar unas eliminatorias al estilo play off, entre los campeones de dichas liguillas, de las que saldría el ganador del torneo. Sin embargo, conforme iban pasando los años, muchos pensaron que aquel no era el mejor sistema para tener equipos fuertes y que pudieran hacer cosas importantes en las competiciones internacionales y, por ello, solicitaron que Alemania copiara el sistema que había en otros países como Inglaterra, Italia o España, en los que se jugaba una liga de todos contra todos.

El primer intento de modificar el formato se dio en 1932. Felix Linnemann, presidente de la Federación Alemana, propuso el cambio para pasar a jugar lo que él bautizó como Reichliga, pero, sorprendente, los equipos vetaron la idea de común acuerdo. El segundo intento vino de la mano de Franz Kremer, máximo mandatario del Colonia, que pensaba que con el sistema de campeonatos regionales Alemania corría el riesgo de quedarse estancada en el pseudoamateurismo. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano, ya que la Federación rechazó su idea de campeonato unificado en el congreso que tuvo lugar en Frankfurt en 1958.

Aun así, Kremer no bajó los brazos y siguió luchando por el cambio. Para que este se diera, una de las claves fue el apoyo que el presidente del Colonia encontró en Sepp Herberger, seleccionador que hizo ganar a los germanos la Copa del Mundo del 54, y Hermann Neuberger, presidente de la Federación. Así el 28 de julio de 1962, en el Wesfalenhalle de Dortmund el sueño de Kremer se hizo realidad. En la asamblea de la Asociación alemana de futbol, delegados del futbol de cada región decidieron por 103 votos a 26 centralizar la competición e inaugurar una liga nacional que daría comienzo en la temporada 1963/1964, a la cual llamaron Bundesliga.

El primer campeonato lo disputaron 16 equipos, por los 18 que lo hacen en la actualidad, y como dato curioso hay que decir que dos históricos del fútbol teutón como Bayern de Munich y Borussia Monchengladbach quedaron relegados a la Segunda División porque la Federación consideraba que no había hecho años atrás los méritos necesarios para jugar en la máxima categoría. El primer gol del campeonato lo marcó Timo Konietzka, del Borussia Dormund, y el primer líder fue el Meidericher SV tras haber derrotado por 1-4 al Karlsruher SC. La ensaladera, nombre con el que es apodado el trofeo de campeón, se la llevó el Colonia, en un claro guiño del destino a Franz Kremer por lo que luchó para que la Bundesliga se convirtiera en realidad.

El Rapidgeist

El fútbol guarda dentro de sí historias muy curiosas. Una de las más llamativas es la del Rapidgeist, el espíritu del Rapid de Viena. El mismo que ha convertido al club austriaco en el único capaz de poder presumir de algo que nadie ha podido lograr: ganar la liga de dos países diferentes, Austria y Alemania.

Esta circunstancia se debe a la anexión de Austria por parte de la Alemania nazi en el año 1938, en lo que fue conocido como el Anschluss. Tras esta unión, los clubes austríacos fueron incorporados al campeonato nacional alemán y participaron tanto en la competición de liga como de copa germanas. Contra todo pronóstico, el Rapid sorprendió a propios y extraños al ganar la liga en 1941.

Hay que señalar que en aquellos tiempos la Bundesliga no existía, no se creó hasta el año 63, y el sistema de competición era distinto al actual. La competición liguera se llamaba Gauliga y los equipos se dividían en grupos dependiendo de su región, o Gaus, que era como se conocían. Todos los equipos de cada Gaus se enfrentaban en una liguilla entre sí, y el campeón de cada región pasaba a la siguiente eliminatoria.

El Rapid logró el pase a la siguiente fase con holgura, pues el equipo vienés logró marcar la friolera de 82 goles en 18 partidos. La segunda ronda estaba compuesta por cuatro grupos de otros tantos equipos y el campeón de cada uno se clasificaba para las semifinales. El Rapid superó la liguilla y se metió en la gran final tras derrotar por 2-1 al Dresdner SC en penúltimo paso para poder proclamarse campeón de Alemania.

La final se disputó el 22 de junio de 1941. Aquel día Alemania inició la Operación Barbarroja, una de las más importantes de su historia que tenía como objetivo atacar a la Unión Soviética. Sin embargo, el pueblo alemán aquel día solo tenía ojos para ver el choque entre Schalke 04 y Rapid de Viena que dirimiría quien iba a ser el ganador de la Gausliga. Además, el partido tenía el morbo añadido de que los alemanes deseaban ganar al Rapid para demostrar que eran una raza superior y los austriacos tenían la esperanza de que un triunfo sobre el Schalke sirviera para demostrarle al mundo que se podía derrotar al nazismo.

Con el estadio lleno a reventar el partido comenzó mucho mejor de lo que cualquier hincha germano hubiera imaginado: a los siete minutos ya ganaban 2-0 y los alemanes gritaban enfervorizados los goles mientras se relamían por la posible goleada que pensaban iban a endosar al Rapid. Ya en la segunda mitad llegaron al éxtasis cuando en el 58 subió el 3-0 al marcador.

Todo parecía perdido para el Rapid. Sin embargo, los austriacos lo vieron tan difícil que hasta vieron posible la remonta. De hecho, en tres minutos locos lograron llevar el empate al electrónico y, ya en el 70, culminaron el milagro haciendo el 4-3. El campo que hacía unos minutos era una fiesta se convirtió en un velatorio y un mar de lágrimas que se desbordó sobre todo cuando el árbitro decretó el final del encuentro y, por tanto, el triunfo del Rapid.

En Alemania no sentó muy bien esta derrota, tanto que a los jugadores austriacos que osaron derrotar al Schalke fueron enviados a luchar al frente ruso en primera línea de batalla. Sin embargo, la afición del Rapid aún sigue recordando a sus héroes y cuando el equipo vienés no las tiene en todas consigo les piden que emulen el Rapidgeist, el espíritu que llevó al equipo verdiblanco a lograr lo imposible y ser recordado para siempre.

Raúl contra la maldición de Gelsenkirchen

agosto 17, 2010 1 comentario

De la noche a la mañana el Schalke 04 se ha convertido en uno de los equipos más populares en España. Hasta hace poco este grande alemán, sólo conocido por los más futboleros, apenas era un desconocido para a una afición española para la que, salvo alguna que otra excepción, hablar de Alemania era sinónimo de hacerlo del Bayern de Munich. Sin embargo el fichaje de Raúl por el conjunto minero lo ha cambiado todo. Ahora las portadas son para un Schalke que espera el exmadridista le contagie algo de su gen triunfador para un equipo acostumbrado a perderlo todo cuando ya se pensaba que lo tenía ganado.

El conjunto alemán nació el 4 de mayo de 1904 bajo la ilusión de unos estudiantes que lo bautizaron con el nombre de Westfalia Schalke. No fue hasta 1928 cuando su adquirió su nombre actual: F.C. Gelsenkirchen – Schalke 04. Para entonces los germanos ya se habían ganado el apodo de «Die Knappen» es decir los mineros, ya que la mayoría de sus jugadores provenian de las minas de Gelsenkirchen. Por entonces también se ganaron el discutible honor de ser el equipo de Adolf Hitler. Curiosamente, fue durante la dictadura de Hitler cuando el Schalke vivió su época más gloriosa. De hecho, seis de los siete campeonatos que tienen los ganaron entre 1934 y 1942, cuando fueron un equipo temible. Permanecieron invictos como locales durante once años y de 1935 a 1939 no perdieron un solo encuentro. Sin embargo, una vez finalizada la gran contienda el Schalke, casualidad o no, perdió su estrella y sólo pareció renacer de sus cenizas en 1958, cuando ganó su último título campeonato nacional. No fue más que simple espejismo, ya que, como si de una maldición se tratara, los de Gelsenkirchen comenzaron a arrastrar un gafe que aún hoy no han perdido.

Cuando se encontraban cerca de ganar Bundesliga el fatalismo se torna sobre ellos, como si tuvieran que pagar por la superioridad que exhibieron a finales de la década de los 30. Especialmente cruel fue la Bundesliga del año 2001. Aquel año, el Schalke llegó a la última jornada como segundo clasificado. Tenía que ganar y esperar un tropiezo del Bayern de Múnich en Hamburgo. Los mineros cumplieron con su parte del trabajo y ganaron por 5-3 al Unterhaching. En tanto, en Hamburgo, Barbarez en el minuto 90 adelantó a los locales y los aficionados del Schalke comenzaron a descorchar el champán. Mal hecho, pues la risa se tornó en llanto en cuestión de pocos minutos. Con el tiempo ya cumplido, el Bayern se lanzó al ataque y logró empatar el encuentro con un gol del exblaugrana Patrick Anderson.

El Schalke finalizó segundo y recibió el título que ninguno quisiera recibir: el de campeón honorífico. Sin embargo, si que es cierto que en 1997 se alzaron con la Copa de la UEFA, la última que se disputó con final a doble partido. Aunque bien es cierto que allí se enfrentaron al Inter de Milán, un equipo que en 2010 al fin a logrado deshacerse de la etiqueta de pupas de las que no logra desengancharse el Schalke. Así las cosas una final entre dos gafes sólo se podía resolver de una manera: en los penaltis, donde la fortuna sonrió a los alemanes.

Raúl llega ahora con el objetivo de volver a convertir al Schalke en aquel equipo que asustaba a los rivales en los 30 con sólo saltar al campo. Aunque ya ha vivido en sus propias carnes lo que es su equipo. A una semana de la final de la Supercopa de Alemania los de Gelsenkirchen se impusieron al Bayern en un torneo amistoso por 3-1. Una semana más tarde, a la hora de la verdad el conjunto de Louis Van Gaal se impuso por 2-0 volviendo a poner de manifiesto la eterna mala suerte del Schalke. Por suerte para Raúl todavía hay tiempo para revertir la situación. ¿Será capaz?

Tasmania Berlin, el peor equipo de la historia

marzo 8, 2010 1 comentario

A lo largo del tiempo, todos guardamos en nuestra retina las jugadas y partidos de algún equipo. Normalmente, siempre que lo hacemos suele ser porque ese conjunto obtiene triunfos y victorias importantes. Sin embargo, con el Tasmania Berlín es diferente. Es recordado por muchos sí, pero no por sus victorias. Sino porque, para muchos, está considerado como el peor equipo de la historia.

Fundado en 1900, y tras pasar por varias refundaciones, el momento de gloria del Tasmania llegó en 1965, cuando fue ascendido a la Bundesliga. El Hertha, gran rival del Tasmania, fue descendido por la vía administrativa tras haber cometido varias irregularidades en la contratación de futbolistas. Entonces su plaza la reclamaron Schalke 04 y Karlsruher, dos transatlánticos que perdieron su puesto en la máxima categoría por la vía deportiva.

A todo esto, además, había que añadir que las autoridades políticas estaban presionando para que se ascendiera en los despachos a algún equipo de Berlín porque, en plena Guerra Fría, Alemania no se podía permitir no tener entre los mejores a un equipo de la capital dividida. Finalmente, la Federación Alemana optó por ampliar los números de la competición de 16 a 18. Con esta medida, tanto Schalke 04 como Karlsruher recuperaron su puesto en la máxima categoría sin que Bayern de Munich y Borussia M’Gladbach, equipos que ascendieron, les quitaran su plaza en la máxima categoría.

Tras esto, sólo quedaba una incógnita ¿qué equipo ocuparía la plaza del Hertha? La Federación, haciendo caso al Gobierno, optó por ofrecer esta vacante a algún equipo de Berlín. El Tennis Borussia Berlín, primero, y el Spandauer FC, después, rechazaron la propuesta de jugar con los grandes. Así a la tercera fue la vencida para los miembros de la Federación, ya que el Tasmania Berlín si que aceptó tan generosa oferta.

Dentro del club berlinés sabían que no tenían equipo para luchar con los mejores, pero ante las dificultades decidió enarbolar la bandera de la ilusión. Así, apoyados por más de 80000 fans, derrotaron en su debut de la Bundesliga al Karlsruher por 2-0 contra todo pronóstico. Sin embargo, lo que entonces pareció encaminado hacia un cuento de hadas se convirtió en una pesadilla.

Y es que en aquella temporada 65/66 el Tasmania batió varios récords negativos: mayor número de derrotas en una campaña (28 de 34) y en casa (12 de 17), único equipo de la Bundesliga que nunca ganó fuera, menor número de goles marcados (15) y encajados (108) en una temporada, mayor derrota en casa (0-9 ante el Meidericher), menor número de goles del máximo goleador (Usbeck, cuatro) o menor asistencia a un campo (827 espectadores contra el Borussia M’Gladbach). A estas cifras hay que añadir algunas más que el Tasmania, por lo menos no lidera en solitario como el de menor número de victorias en una temporada (2) o mayor número de derrotas consecutivas en casa (8) y en total (10).

Como era de suponer, la aventura del Tasmania en la Bundesliga acabó en descenso. El club nunca se repuso al golpe y ahora, tras ser refundado después de haber entrado en quiebra en 1973 como el Tasmania Gropiusstadt, juega en la quinta división (Verbandsliga) con la idea de que, aunque triste, son historia viva dentro del fútbol.