Archivo

Posts Tagged ‘FA CUP’

El origen del penalty

marzo 21, 2011 2 comentarios

Capaz de convertir en héroe a un desconocido como de dejar marcado para siempre a cualquier futbolista, hoy nos hemos acostumbrado a que cuando se produce una falta dentro del área del portero se sancione la jugada con un penalty. Sin embargo, no siempre fue así. Hubo un tiempo en que las patadas de los defensores no eran castigadas con un lanzamiento desde los once metros.

La clave para que se cambiaran las reglas estuvo en un partido de cuartos de final de la FA CUP disputado entre el Stoke y el Notts County a finales del siglo XIX. Al filo de la conclusión el Notts se imponía por la mínima (0-1), entonces un medio del Stoke cogió el balón y, tras deshacerse de tres adversarios, se sacó un lanzamiento que se estrelló en el larguero. Por suerte para él, el rechazo le vino a parar a sus pies, concretamente al izquierdo, con el que peor disparaba. Sin embargo, realizó un tiro al que le fue imposible llegar al portero. Aunque, cuando se disponía a celebrar el tanto, vio como de la nada apareció volando con las manos estiradas un defensa del Notts que logró que el esférico no traspasara la línea de gol.

Los jugadores del Stoke estaban indignados y el árbitro decidió aplicar el reglamento. Es decir, pitó un libre directo. Como era de esperar, el Notts plantó una muralla delante de su portería y todos sus jugadores cubrieron la portería a lo ancho. El Stoke no marcó y el partido acabó con el 0-1. Los rojiblancos sentían que les habían robado y, por ello, pidieron que se les indemnizara con 1000 libras por haberles negado un gol de una manera tan antideportiva. Después de darle muchas vueltas, la FA decidió crear un área del portero de 16,50 metros y que todas las faltas que sucedieran allí se sancionarían con un lanzamiento desde los once metros.

La decisión trajo polémica, ya que muchos pensaban que poner al delantero sólo ante el portero era ensuciar el juego. De hecho, durante muchos años los metas del Corinthians, por citar solo un ejemplo, se dejaban marcar siempre el penalty en señal de protesta. El primer futbolista que logró anotar una pena máxima fue John Heath, del Wolverhampton Wanderers, en un partido contra el Accrington el 14 de septiembre de 1891. Otras voces apuntan al portero norirlandés William McCrum como el inventor del lanzamiento desde los once metros. Sin embargo, resulta poco creíble que la idea de un fusilamiento al portero, en el que en la mayoría de los casos le suelen marcar gol, venga de la cabeza del que suele ser el gran perjudicado por esta acción: el guardameta.

John Terry John Terry of Chelsea misses a penalty during the UEFA Champions League Final match between Manchester United and Chelsea at the Luzhniki Stadium on May 21, 2008 in Moscow, Russia.

La tanda de penalties 

Aun así, el origen de los penalties no va asociado al de las tandas de desempate. La idea del español Rafael Ballester. Ballester solía cubrir para el Diario de Cádiz el trofeo Ramón de Carranza, uno de los torneos amistosos más importantes del verano basado en el formato de que se jugaban las semifinales el sábado y la final el domingo.

Sin embargo, en ocasiones, la jornada del sábado era maratoniana porque los equipos que habían empatado en los 90 minutos reglamentarios y tenían que jugar tiempo extra llegaban al domingo muy fatigados. Por ello, en 1962 Ballester propuso deshacer el empate con una tanda de penalties. Los organizadores dieron el visto bueno a la idea y el 2 de septiembre de aquel año Zaragoza y Barcelona disputaron en la final del Carranza la primera muerte súbita de la historia.

Aunque no lo hicieron como ahora. Primero los maños lanzaron sus cinco penalties y luego los catalanes dispararon otros tantos. Empataron a tres y los dos equipos decidieron lanzar otros cinco. Ahí ya se llevó la victoria el Barça. La idea gustó mucho y se comenzó a exportar. Tanto que el uno de agosto de 1971 la UEFA decidió que los partidos de las competiciones europeas en los que persistiera el empate después de haberse jugado una prórroga se debían solucionar mediante la tanda de penalties. La FIFA los introdujo en 1982 en los Mundiales. Una decisión por la que muchos aún siguen temblando las piernas cuando escuchan el pitido del árbitro.

El sueño del Pompey se llama Sunderland

abril 13, 2010 1 comentario

Tras una aciaga temporada, múltiples problemas económicos y con el descenso a la Coca-Cola League (Segunda División inglesa) confirmado, el Porstmouth realizó el canto del cisne en la FA Cup y se clasificó para la finalísima del torneo más antiguo del mundo tras derrotar al Tottenham en la semifinal. Ahora le espera el todopoderoso Chelsea, pero el Sunderland ya demostró en 1973 que en la FA CUP nada es imposible. 

En aquel año, los Black cats jugaban en la división de plata, a la que habían caído relegados después de haber sido el equipo que más temporadas consecutivas había jugado en la máxima categoría. Un récord que actualmente le ha robado el Arsenal. Sin embargo, cuando rodaba el balón en la FA CUP, lo rojiblancos se sacudían todos sus complejos y eran capaces de ganar a cualquiera. 

Ello provocó que alcanzaran, contra todo pronóstico, la final del torneo más antiguo del mundo. Sin embargo, para levantar el trofeo en el último partido debían de derrotar al Leeds United, que en aquellos momentos era uno de los equipos más potentes de Inglaterra. Así pues todos opinaban que a la Cenicienta le habían dado las doce y que su bonito cuento de hadas tocaba a su fin. Nunca un equipo de segunda había ganado la FA CUP en las apuestas se pagaba con un contundente 250 a 1 el triunfo del Sunderland en la final. 

Llegó el gran día y en un Wembley a rebosar todos esperaban una victoria del Leeds de Don Revie, que defendía su corona. Sin embargo, Ian Porterfield comenzó a alimentar el sueño del Sunderland abriendo el marcador en el minuto 31. Ello provocó que el Leeds se lanzara al ataque y que, con él, llegara uno de los momentos más recordados en la historia del fútbol. Con la segunda mitad ya avanzada, Jimmy Montgomery, portero de los Black Cats, realizó una soberbia doble parada que está considerada como una de las mejores de todos los tiempos.

Aquella estirada permitió que el Sunderland alzara el título ante la perplejidad de todos. Por ello, el técnico del equipo, Bob Stokoe, cuando el árbitro decretó el final del encuentro se quitó el peculiar sombrero que lucía siempre para fundirse en un abrazo con el héroe Montgomery. El técnico le dio las gracias por haberle demostrado con sus actuación que, a veces, los sueños se convierten en realidad. Algo de lo que el Porstmouth debería tomar buena nota.

100 años de sueños

febrero 9, 2010 3 comentarios

El pasado 6 de febrero se cumplieron 52 años de una de las mayores catástrofes en la historia del fútbol: la tragedia de Munich. En ella perdieron la vida varios jugadores del Manchester United, que conformaban en aquellas fechas una plantilla que parecía predestinada a acabar con la tiranía del Real Madrid en Europa: Colman, Jones, Taylor, Byrne, Whelan, Bent, Pegg, y Duncan Edwards. Tras este accidente, Bobby Charlton, uno de los Diablos Rojos que salvaron la vida en aquel accidente, bautizó al estadio de Old Trafford con el nombre de: El Teatro de los sueños. El Divino calvo lo hizo porque consideraba que el campo del Unted iba a guardar para siempre la magia de aquel magnífico equipo que perdió la vida. El próximo día 19 se cumplen 100 años desde la inauguración del estadio. Por ello, este post va dedicado a recordar varios de los momentos más importantes de su historia.

El estadio fue diseñado por el escocés Archibald Leith y levantado por la constructora Messrs Brameld y Smith. El coste del mismo fue de 60000 libras, que se encargó de financiar el presidente del club: John Henry. El primer partido que se disputó en él fue un Manchester United-Liverpool que acabó con victoria visitante por 3-4. Su ubicación fue alabada por el The Sporting Chronicle: “Un honor para Manchester y para la casa del equipo que puede maravillar cuando sean eliminados”.

Debido a que Wembley no se construyó hasta el año 1923, Old Trafford acogió varios partidos importantes de la FA CUP en los que no jugara el Manchester. El primero de ellos fue el replay que disputaron en 1911 el Bradford City contra el Newcastle. En 1915 acogió la final entre el Sheffield United y el Chelsea que acabó con la victoria de los primeros por 3-0. El campo, además, tiene el récord de asistencia a un partido en el periodo previo a la segunda Guerra Mundial, pues en diciembre de 1920 70504 espectadores vieron en directo el triunfo del Aston Villa sobre el United por 1-3. Aunque el record del estadio data de 1939, cuando 76.962 aficionados se dieron cita para ver las semifinales entre el Wolverhampton y el Grimsby Town.

 

Las bombas lanzadas por el ejército alemán durante la segunda Guerra Mundial provocaron grandes destrozos y Old Trafford no se pudo salvar de ellos. Por ello, el United se tuvo que gastar cerca de 22.000 libras en reconstruir el campo. Durante las obras, el Manchester jugó sus partidos en Maine Road, campo del Manchester City, a cambio de 5.000 libras por temporada y un porcentaje de la taquilla recaudada en sus partidos. Finalmente, después de una década, el United regresó a casa en 1949 y lo celebró a lo grande: ganando al Bolton por 3-0. 

Ante este equipo, precisamente, también se disputó en 1957 el primer partido con focos en la historia de Old Trafford. Debido a la celebración del Mundial de 1966 en Inglaterra, el Teatro de los Sueños sufrió un nuevo lavado de cara en 1965 y su capacidad aumentó en 20.000 espectadores más. El campo volvió a ser nuevamente pasto de las obras en 1990, cuando, tras la catástrofe de Hillsborugh, el Gobierno decretó que en todos los campos ingleses todas las plazas debían de ser de asiento y no de pie. Por ello, su capacidad se redujo hasta los 44.000.

Cifra que aumentó en 24.000 plazas a finales de la década de los 90. Hecho que produjo que Old Trafford recibiera por parte de la UEFA la distinción de “Estadio cinco estrellas”. Ello provocó que en 2003 pudiera albergar la final de la Liga de Campeones, aunque, lamentablemente, Milan y Juventus disputaron una de las finales más soporíferas de todos los tiempos. En 2005 sufrió su última ampliación y tras ésta Old Trafford registró la mejor entrada de su historia en un partido del United cuando los Diablos Rojos jugaron contra el Blackburn Rovers. 

El próximo día 19 el campo cumplirá 100 años, pero el Manchester lleva celebrando esta fecha desde principio de temporada, pues en esta campaña viste una camiseta muy similar a la que lucía en 1909.