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El primer gol de Torres en el Calderón
El gol número 100 de Fernando Torres con el Atlético de Madrid ha sido una de las noticias del fin de semana por lo histórico de lo conseguido y por todo lo que le ha costado al delantero de Fuenlabrada lograrlo. Sin embargo, a la hora de hablar de los goles de Torres con el Atleti muchos comentan el tanto que hizo ‘El Niño’ al Albacete pero pocos hablan de su primer gol en el Vicente Calderón.
Fue el 27 de agosto de 2001. El Atlético iniciaba su segunda temporada consecutiva en el infierno de la Segunda División con un claro objetivo: el ascenso. Para ello esa temporada trajeron a una leyenda del club al banquillo: Luis Aragonés, que la temporada anterior había clasificado al Mallorca para la Liga de Campeones.
Aragonés confió desde un principio en Torres y le puso de titular contra el Jaén en el partido inaugural de la temporada en el coliseo rojiblanco. Cuando empezaban a haber los primeros murmullos en la grada colchonera, Fernando recogió un rechace dentro del área pequeña y batió la meta jienense con derechazo inapelable a los 70 minutos. El partido finalmente acabó 2-0.
El español mostró después con la prensa su satisfacción por marcar su primer gol en el Calderón: “Siento mucha ilusión, porque es lo que siempre había soñado desde pequeño. Poco a poco se van cumpliendo todos mis sueños. La verdad es que me ilusionó mucho poder marcar mi primer gol en el estadio Vicente Calderón”.
Además, reconoció que, debido a la falta de costumbre, no sabía cómo celebrar el tanto: “Al principio no sabía muy bien qué hacer. Después vi a la gente gritando de alegría y te das cuenta de lo que significaba lo que había hecho. Además, ver las caras de mis compañeros me hizo comprender la importancia de marca y ganar ese partido”.
“Desde que debuté con el primer equipo, la afición no para de aclamarme. Su comportamiento conmigo es sensacional y lo agradezco profundamente porque han estado siempre apoyándome”, añadió. Hay cosas que no han cambiado desde aquel 27 de agosto de 2001.
Puedes ver el primer gol de Fernando Torres en el Calderón haciendo click aquí
Torres-Atlético, un amor de palabras pero no de hechos
La vuelta de Fernando Torres al Atlético de Madrid es, salvo sorpresa mayúscula, el gran movimiento del mercado de fichajes. El club rojiblanco vuelve a abrir las puertas del club de par en par al ariete, que con palabras siempre profesó amor por los colchoneros pero con hechos siempre renegó de ellos.
El vínculo entre el ‘Atleti’ y ‘El Niño’ siempre fue muy alto debido a que la aparición del delantero en la alta escena se produjo justo cuando los ‘colchoneros’ más huérfanos se sentían de un héroe. Torres, pese a su juventud, no dudó en echarse al equipo a las espaldas en el ‘infierno’ de la Segunda División.
Sin embargo, conforme iba creciendo el amor de la parroquia rojiblanca hacia Fernando también lo iban haciendo las ambiciones del delantero. Así fue hasta que el internacional español dijo basta y antepuso su carrera a su amor por el Atlético, ya que veía que en el Vicente Calderón le iba a ser imposible ganar títulos y jugar la Champions League.
El entorno de Torres señala que el delantero decidió abandonar el Atlético tras perder por 0-6 contra el Barcelona en el Vicente Calderón en una de las últimas jornadas de la temporada 2006/2007. De esa derrota extrajo la conclusión de que si quería ser alguien importante en el mundo del fútbol tenía que abandonar una ribera del Manzanares que, según sus sensaciones, lo más probable es que sólo le fuera a traer decepción tras decepción.
En esas apareció el Liverpool de Rafa Benítez, subcampeón de Europa por aquel entonces y un equipo acostumbrado a pelear por títulos, y Torres no se lo pensó dos veces: se iba de cabeza a Anfield Road. «Llega el momento en la vida de todo deportista que necesitas nuevos retos. La decisión ha sido mía. El Liverpool me planteó objetivos que aquí no podría conseguir. El club escuchó mi petición y de la mano hemos decido qué era lo mejor para mí», declaró el delantero en su despedida del Atlético.
Si bien es cierto que Fernando Torres ha crecido como jugador durante estos siete años fuera del Vicente Calderón y que en algunos momentos ha estado considerado como uno de los mejores delanteros del mundo, el Atlético del que renegó también lo hizo. De hecho, en estos siete años el ariete con sus clubes (Liverpool, Chelsea y Milan) ha ganado tres títulos, mientras que en el mismo periodo de tiempo el club rojiblanco levantó siete trofeos.
Es más, el Atlético ganó uno de ellos al Chelsea de Torres (la Supercopa de Europa) y El Niño en este tiempo también comprobó como los colchoneros lograban eliminar al Liverpool en las semifinales de la Europa League en 2010 y al propio Chelsea en la misma ronda pero de la Champions la pasada temporada.
Ahora con un Torres más discutido que nunca y que no ha sido capaz de triunfar en el Milan más pobre de los últimos años, el Atlético vuelve a abrirle los brazos. Quizás porque el club siempre tuvo en él la confianza y paciencia que no supo tener Fernando con los rojiblancos cuando hizo las maletas en 2007.
Valbuena, el portero ante el que se estrenaron Messi y Torres
¿Qué tienen en común Leo Messi y Fernando Torres? Además, de ser ambos dos de los delanteros más destacados de la última década también coinciden que su primer gol oficial fue ante el mismo rival y el mismo portero: Albacete y Raúl Valbuena.
El primero en batir al portero madrileño fue el hoy delantero del Chelsea. Fue el tres de junio de 2001 en un Albacete – Atlético de Madrid correspondiente a la Segunda División. A los colchoneros sólo les valía un triunfo para seguir en la lucha por el ascenso, pero un gran partido de Valbuena estaba haciendo trizas el sueño rojiblanco de regresar a Primera.
Así fue hasta que saltó al campo Fernando Torres, que apenas contaba con 17 años, sustituyendo a toda una leyenda del Atleti como Kiko. La entrada del de Fuenlabrada revolucionó el partido, tanto que el hoy jugador de la Premier League logró el 0-1 definitivo en el minuto 80 tras batir a Valbuena con un gran remate de cabeza.
El siguiente crack que logró su primer gol oficial ante el portero madrileño fue Messi. El argentino inicio su cuenta goleadora con el Barça un uno de mayo de 2005 también en un partido contra el Albacete, sin embargo en este caso correspondiente a la Primera División. El Albacete llegó al partido casi sin nada en juego, ya que estaba prácticamente descendido, y el Barça todo lo contrario ya que con un triunfo contra los manchegos prácticamente sentenciaban el título de Liga.
Un gran partido de Valbuena provocó que el partido se fuera sin goles al descanso y con un Barça, tanto equipo como afición, un poco nervioso porque les estaba pudiendo la ansiedad de acabar con una sequía de títulos que se prolongaba de 1999. Sin embargo, Samuel Eto’o disipó todos los fantasmas fatalistas con un gol en el minuto 66. Frank Rijkaard, entonces entrenador de los culés, precisamente cambió al camerunés en el minuto 88 para perder tiempo. Le sustituyó por Leo Messi, un joven de 17 años del que se hablaban maravillas en la cantera azulgrana.
El argentino aprovechó los pocos minutos que estuvo en el campo para dejar su sello, ya que en el minuto 91 estableció el 2-0 definitivo con el que se cerró el encuentro tras batir con una vaselina a Valbuena aprovechando así una gran asistencia de Ronaldinho.
Se da la curiosa circunstancia de que el balón de aquel partido se lo quedó el propio Valbuena, tal y como contó él mismo en una entrevista en MARCA: «Entonces no me imaginaba que iba a ser tan importante, pero como hice un buen partido y terminé con el balón en las manos, nadie me lo pidió y me lo llevé firmado por todos mis compañeros del Albacete, algo que me hizo bastante ilusión».
Aquella vez fue la última vez que Valbuena pisó el Camp Nou como portero titular. Sin embargo, se da la circunstancia de que portero madrileño también había estado presente en otros momentos importantes de otros jugadores azulgranas como son Xavi y Puyol en el inicio de sus grandes carreras con el Barça.
De hecho, Valbuena fue el portero del Real Madrid Castilla que perdió la promoción de ascenso a Segunda División de 1998 ante el Barça B de los Xavi, Puyol, Luis García, entre otros….Además, la temporada siguiente, cuando Xavi y Puyol debutaron en la categoría de plata lo hicieron también ante Valbuena, que fichó aquel verano por el Mallorca B, primer rival de los catalanes en Segunda.
Mata y la maldición de los fichajes españoles caros
Este pasado fin de semana el Manchester United ha hecho oficial la contratación de Juan Mata a cambio de 45 millones de euros, lo que le convierte en la incorporación más importante de lo que se lleva de mercado de fichajes hasta el momento. Además, los 45 millones pagados por los Diablos Rojos al Chelsea convierten a Mata en el fichaje más caro del club inglés y en el tercer futbolista español por el que más se ha pagado.
Esta última circunstancia implica que el centrocampista asturiano deberá luchar en Old Trafford contra el gafe que persigue a los jugadores españoles cuando se ha pagado una cantidad astronómica por ellos. Un claro ejemplo de ello son Fernando Torres y Gaizka Mendieta. El delantero se convirtió en el fichaje español más caro en enero de 2011, cuando el Chelsea pagó al Liverpool 58 millones de euros para hacerse con los servicios del ariete.
Los blues pagaron esa cantidad debido al buen rendimiento que dio Torres en Anfield Road, donde se convirtió en uno de los mejores delanteros de la Premier League. Sin embargo, en Stamford Bridge pocas veces se ha visto al 9 que brilló como ‘red’. Es más, su primer gol como blue, el único que marcó en su primera campaña, no llegó hasta Semana Santa, cuando la temporada estaba agonizando.
Salvo en la Europa League que conquistó el Chelsea en 2013, pocas veces ha tenido el internacional español un papel protagonista en el juego con los londinenses. Los números son un fiel reflejo de que el rendimiento de Torres con los blues es bastante diferente que el que marcó con el Liverpool. Con los reds marcó 81 goles en 141 partidos, mientras que de blue ha hecho 42 en 153 encuentros. Es decir, que en doce partidos más con el Chelsea ha marcado 39 goles menos que los que hizo con el Liverpool.
El caso de Gaizka Mendieta es bastante parecido. La Lazio pagó en 2001 por Mendieta 48 millones de euros, convirtiéndole en uno de los fichajes más caros de aquel verano y convirtiéndole en aquel verano en el futbolista español por el que más se había pagado. El conjunto italiano desembolsó esa cantidad debido a que el centrocampista había liderado al Valencia más fuerte de siempre llevándole hasta dos finales de la Liga de Campeones.
Además, había mostrado una excepcional capacidad goleadora, ya que había sumado 33 goles en las dos últimas temporadas. La Lazio también fichó a Mendieta debido a que el conjunto romano esperaba que el vasco retomara la en Italia la buena sociedad que había formado anteriormente en Mestalla con el Piojo López. Sin embargo, aquel Mendieta que brilló con el Valencia nunca apareció por Roma. Aunque lo más triste para la trayectoria del vasco es que nunca más en su carrera volvió a jugar a un nivel similar.
LOS ESPAÑOLES DEL UNITED, OTRO GAFE
Juan Mata será el cuarto español que jugará con el Manchester United y otro de los gafes contra los que tendrá que luchar será con el que persigue a los futbolistas españoles que han estado en Old Trafford. Ricardo pasó prácticamente desapercibido por la portería del United, Piqué nunca se llegó a consolidar en la zaga de los Diablos Rojos y De Gea suma claros y oscuros casi por partes iguales defendiendo la meta inglesa.
El día que Portugal hizo llorar a España
El próximo martes España y Portugal protagonizarán uno de los encuentros más atractivos de los octavos de final de Sudáfrica 2010. Sin embargo, ésta no será la primera vez que tanto españoles como lusos se jueguen entre ellos su futuro en una competición de equipos nacionales. Aunque, lamentablemente, el último precedente no sonría a España.
Corría el 20 de junio de 2004 y en la última jornada de la fase de grupos de la Euro 04 tanto la Roja como Portugal se jugaban su pase a los cuartos de final. Antes de comenzar la competición, los expertos pensaban que amabas escuadras llegarían a este encuentro con el primer y segundo puesto asegurados, por lo que únicamente quedaría por dirimir quién era el líder del grupo.
Sin embargo, no fue así. Los portugueses, anfitriones del torneo, fallaron en su debut contra Grecia y lograron en la segunda jornada un triunfo contra Rusia (2-0) que les permitió llegar vivos al último partido. España, por su parte, llegaba al choque tras ganar por la mínima a Rusia (1-0) en un partido que se hartó de desperdiciar ocasiones y de empatar a uno contra la sorprendente Grecia.
Hay que destacar que, por primera vez en muchos años, España llegaba a un torneo importante después de haber pasado por la repesca, donde dejó en la cuneta a Noruega. Sin embargo, en España se confiaba en seguir el ejemplo de Alemania en 2002, que alcanzó el Mundial de dicho año tras llegar al campeonato en las mismas condiciones que España a la Eurocopa.
Además, España creía tener también un importante talismán, ya que en el hotel en el que se hospedaba era en el que habían habitado todos los equipos que se habían proclamado campeones en una gran competición celebrada en Portugal. Los días previos al partido estuvieron cargados de gran tensión, puesto que Luiz Felipe Scolari, seleccionador de los lusos, se había encargado de calentar el partido en la previa.
“Esto es una guerra y en una guerra tengo que matar y no morir”, señaló el preparador brasileño a los medios españoles antes del fatídico partido. En España también circulaban ciertos chistes como medio para reírnos antes de una posible desgracia: “Zapatero ha dado la orden, quiere a España en casa antes del 30 de junio”.
Finalmente llegó el partido y todas las ilusiones españolas se vinieron al traste. A la Roja le valía el empate para acceder a cuartos y, por ello, especuló mucho con el juego durante de la primera parte, en la que los portugueses fueron muy superiores. Un jovencísimo Cristiano Ronaldo. 19 años, se comió una y otra vez a Raúl Bravo en la banda. Aunque el autor del gol del triunfo no fue CR7, sino Nuno Gomes. El delantero se sacó un derechazo desde fuera del área ante el que nada pudo hacer Iker Casillas.
La suerte de España pudo haber cambiado si sendos remates de Fernando Torres y Juanito no se las hubieran visto con el poste. El 1-0 dejó fuera a España aunque por muy poco. España finalizó tercera de grupo con cuatro puntos, los mismos que Grecia, segunda de grupo. Ambos, además, tenían la misma diferencia de goles: 0. Por ello, lo que finalmente dio el pase a los helenos fue que estos habían hecho tres goles en la primera fase y España sólo dos.
Para más INRI, la tradición de quien se hospedaba en el hotel en le que estuvo España finalmente era campeón se cumplió. Grecia se alojó en dicho en emplazamiento una vez que los españoles hicieron las maletas. Aunque no hay mal que por bien no venga. A los pocos días el entonces seleccionador Iñaki Sáez, dimitió de su puesto, tras calificar para sorpresa de todos con seis su labor durante la Eurocopa, y le relevó Luis Aragonés. El hombre que devolvió a España la gloria que tanto se le llevaba resistiendo.