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Posts Tagged ‘Fracaso’

Atlanta 96, el gran fracaso olímpico de Brasil

agosto 20, 2012 Deja un comentario

La derrota de Brasil en la final de los Juegos Olímpicos contra México fue sorprendente. Pese a la calidad del conjunto azteca, nadie pensaba que los Neymar y compañía fueran dejar escapar lo que ya se ha convertido en una obsesión para los norteamericanos: lograr la medalla de oro en unos Juegos. Sin embargo, ésta no fue su derrota más dolorosa. Hizo más daño la de Atlanta 96.
 
A la cita norteamericana Brasil acudía después de que en 1994 hubiera ganado, precisamente también en los Estados Unidos, el Mundial 24 años después de su última conquista. Además, el conjunto sudamericano tenía entre ceja y ceja lograr la medalla de oro tras haber sido plata en 1984 y 1988, en esta última ocasión con un joven Romario sobre el terreno de juego incluido.
 

Para ello Brasil decidió no escatimar y convocó un auténtico equipazo que contaba con nombres como Juninho, Giovani, Dida,Ronaldo, Roberto Carlos, Rivaldo, Aldair o Bebeto. Salvo por la incursión obligatoria de algunos jugadores jóvenes se trataba prácticamente de en un 80% del equipo que hubiera tenido que presentar Brasil si aquel verano hubiera tenido jugar el Mundial.

Sin embargo, se desde un inicio se vio que aquello, no se sabe muy bien por qué, no iba a funcionar bien. La ‘verdeamarela’ cayó en el primer partido de manera sorprendente contra Japón por 1-0.  Pese a ello, supo rehacerse y acabó líder del grupo tras derrotar a Hungría y Nigeria en los dos partidos posteriores.

Parecía que el momento crítico del torneo ya había sido superado. Sobre todo después de derrotar 4-2 a Ghana en el partido de cuartos de final. En semifinales tocaba Nigeria. Derrotar al equipo africano parecía sencillo, sobre todo después de que ya le hubieran ganado en la primera fase.
 
El partido comenzó sobre ruedas. A falta de 12 minutos para el final Brasil ganaba 3-1 y parecía que iba a tener una nueva cita con la que desafiar a la maldición que históricamente siempre le había impedido ganar la medalla de oro. Sin embargo, cuando nadie los esperaba, Nigeria logró a empatar a tres. La cosa no quedó ahí, pues en la prórroga el conjunto africano logró la machada al hacer el 4-3.
 
En la final de consolación Brasil derrotó por 5-0 a la Portugal de Nuno Gomes. Sin embargo, el fracaso estaba ya hecho y pocos celebraron aquella amarga medalla. Jugadores como Rivaldo salieron muy marcados por aquel torneo y le costó regresar al equipo. No fue el único que se llevó un batacazo en el torneo. La España de Raúl y De la Peña cayó en cuartos de final tras ser arrollada 4-0 por Argentina

El primer fracaso de la ‘Cofradía del clavo ardiendo’

abril 18, 2010 1 comentario

Pese a su derrota en el Santiago Bernabéu contra el Barça, el Real Madrid no ha bajado los brazos y se ha agarrado, por enésima vez, a la ‘Cofradía del Clavo Ardiendo’ para conquistar el título de Liga. Las cuentas de los blancos pasan por ganar los siete últimos partidos de Liga, de los cuales ya han ganado uno (Almería) y que su eterno rival tropiece dos veces. Sin embargo, no va a ser tarea fácil, ya que únicamente el Real Madrid ganó los siete últimos partidos del campeonato……y no les sirvió para ganar la LIGA. 

Corría el año 81 cuando el Madrid de los García, sobre nombre que le había puesto la prensa porque en la misma plantilla estaban García Remón, García Navajas, García Hernández, García Cortés y Pérez García, perdió contra la Real Sociedad en el viejo Atotxa por 3-1 en la jornada 27. Aquella derrota pareció, en un principio, descartar a los madrileños de la lucha por el título puesto que se quedaron a ocho puntos del líder, el Atlético de Madrid, en una más que discreta posición. 

Además, el Real tenía el agravante de que en aquellos tiempos los triunfos sumaban dos puntos y no tres como ahora. Pese a ello, el conjunto entonces dirigido por Vujadin Boskov no tiró la toalla y confió en que si ganaba los últimos siete partidos aún tendría posibilidades de hacerse con el campeonato. Así los blancos sumaron seis victorias de manera consecutiva y llegaron a la última jornada en segunda posición, a un solo punto de la Real Sociedad, que había tomado el relevo del Atlético en la cabeza de la clasificación.

 El Madrid jugaba en el José Zorrilla contra el Valladolid y certificó su séptimo triunfo seguido. La Real, en tanto, competía en El Molinón contra el Spoting. En pucela acabó el partido antes que en Gijón y ello provocó que el Madrid se viera campeón, puesto que cuando su partido finalizó la Real perdía 2-1, resultado que daba el título a los madrileños. Sin embargo, Zamora, en el último suspiro, llevó el delirio a la afilón realista al trasladar el empate al marcador y la alegría blanca en el José Zorrilla se tornó en pocos segundos en frustración. Ganaron siete partidos seguidos y nos les valió para salir campeón. Además, el Real Madrid de aquel año cayó en la final de la Copa de Europa y no ganó la Copa del Rey, por lo que acabó el año en blanco. ¿Se volverá a repetir la historia después de tantos años?

Pistone, el sustituto de Roberto Carlos

marzo 2, 2010 2 comentarios

Ahora llevan una racha positiva, con cuatro scudetti ganados de manera consecutiva, pero hasta hace poco decir Inter no era sinónimo de equipo campeón, sino de pifias y grandes fracasos. Uno de los casos que demuestran esto fue la permisividad de los milaneses ante la marcha de Roberto Carlos, pensando que habían hecho un buen negocio con su venta porque contaban en el lateral izquierdo con Alessandro Pistone.                                                                              

Corría el verano del 95 y Massimo Moratti, que hacía poco acababa de acceder a la presidencia del Inter con la ilusión de recuperar el Grande Inter de los 60, había optado por mantener en el banquillo a Ottavio Bianchi, pese a que la afición no estaba para nada de acuerdo con esta decisión. Y es que el técnico completó una paupérrima campaña 94/95 en la que consiguió clasificar a los neroazzurri para la UEFA en la última jornada de liga.

Aun así, Moratti confiaba en Bianchi porque había logrado anteriormente con el Nápoles un Scudetto, una Coppa y una UEFA. Para devolver la gloria al Inter, ese verano llegaron a Milán muchos jugadores, dos de ellos laterales: Javier Zanetti y Roberto Carlos. El argentino llegó a Italia como una apuesta personal de la secretaria técnica, pues hasta entonces era un auténtico desconocido en Europa. Roberto Carlos, por su parte, llegaba avalado por su buen hacer en el Palmeiras y tras haber destacado con Brasil en la Copa América.

Sin embargo, los resultados no acompañaron al Inter en las primeras jornadas y Bianchi fue cesado. Su sustituto de manera provisional fue el español Luis Suárez, que en el breve tiempo que estuvo en el banquillo vivió la eliminación del conjunto italiano a manos del modesto Lugano a las primeras de cambio en la UEFA. Sonaron entonces varios nombres, tres británicos y uno portugués: Alex Ferguson, Terry Venables, Roy Hudgson y Artur Jorge.

Finalmente, sobre todo porque fichar a Ferguson y Venables resultaba imposible, Moratti optó por contratar a Hodgson, que había dirigido con buenos resultados a la selección de Suiza. Una vez ya en San Siro, Hodgson tomó varias medidas para cambiar el rumbo del equipo. Una de ellas fue la de adelantar la posición de Roberto Carlos y convertirle en centrocampista izquierdo porque el inglés le veía demasiado ofensivo para el lateral.

Pese a que Roberto Carlos insistió en que su posición natural era la de lateral y que igual que se incorporaba al ataque también cumplía con sus funciones en defensa, Roy lo sentenció. Planificando la temporada 96/97 con Moratti, Hudgson le vino a decir algo muy parecido a la siguiente conversación al máximo dirigente neroazzurro:

R.H.-Presidente, trate de colocar este verano en el mercado a Roberto Carlos, no sirve para este equipo.

M.M-¿Estás seguro Roy? Algunos intermediarios me han dicho que Fabio Capello le quiere para el proyecto que tiene el próximo año es España y si le quiere será por algo. Además, es internacional con Brasil.

R.H.- Hazme caso Massimo, este jugador no sirve para jugar en Italia, no sabe defender, sólo ataca. Fichemos al lateral izquierdo del Vicenza, Pistone, que si que sabe defender y nos dará buenos resultados 

Ese mismo verano, Moratti hizo caso a su técnico: vendió al lateral brasileño al Real Madrid por 600 millones de pesetas y fichó a Alessandro Pistone del Vicenza para ese puesto. El resultado no pudo ser peor para los italianos. A la siguiente temporada, Hodgson fue despedido al acabar la campaña 96/97 y Pistone también enfiló la puerta de salida del club tras haber pasado de sin pena ni gloria.  ¿Roberto Carlos? Su rendimiento en el Real Madrid provocó que Moratti se tirara de los pelos por haber hecho caso a Hodgson y haber apostado por Pistone.  

Robert Enke, el miedo al fracaso y el amor a una vida

noviembre 16, 2009 2 comentarios

El medio al fracaso alguna vez ha atenazado a todo ser vivo que se precie. Pasando por el más indeciso hasta el más seguro, todos en algún momento de nuestra vida nos hemos visto amenazados por las dudas de no poder lograr el objetivo propuesto o, simplemente, superados por el éxito que pretendíamos alcanzar. Sin embargo, el problema no está aquí. La situación comienza a ser grave cuando el miedo al fracaso te domina y te gana la partida. Un ejemplo de ello es Robert Enke, quien dijo adiós con el éxito ya en la mano pero con el miedo a un mayor golpe de fracasar todavía en la mente.

Enke nació en la antigua RDA y nunca copó las portadas de los periódicos como principal protagonista, aunque tampoco lo buscó. Únicamente quería disfrutar de la vida y el fútbol. Tras unos inicios un tanto complicados, el meta logró fichar por el Barcelona en verano de 2002 después de muchos años de trabajo en los que pasó por el Benfica, Borussia Mönchengladbach y el Carl Zeiss Jena. Sin embargo, el alemán no sabía que en ese momento había comenzado el inicio de su fin.

Enke era una persona muy disciplinada y, como todos, ambicionaba el éxito. Sin embargo, cualquier detalle, por mínimo que fuera, que desviaba algo el camino hacia la ansiada cima era un golpe para el meta. Así, en plenas negociaciones con el Barça, hubo un momento en el que las relaciones estuvieron casi rotas y, con ellas, frustrada su llegada al Camp Nou. La posibilidad de que finalmente se viera trabada su llegada a uno de los grandes de Europa comenzó a asolar a un Enke  que no paraba de preguntarse por qué se había llegado a ese punto. Qué era lo que había hecho él mal. El miedo al fracaso comenzó a pasar por su puerta y consigo trajo los indicios de una depresión que acabaría con su vida. 

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Aunque, como ya he comentado antes, finalmente Robert logró recalar en la Ciudad Condal en el verano de 2002. Tras una pretemporada en la que disputó por hacerse con la portería blaugrana junto con Roberto Bonano y Víctor Valdés, Louis Van Gaal decidió alinear como titular, contra todo pronóstico, al jovencísimo Valdés dejando a Enke en el banquillo y a Bonano en la grada. Para el alemán esto no fue más que otro duro revés que comenzaba a quebrantar su confianza. Sin embargo, el portero tenía la Copa para demostrar que era lo suficientemente válido como para ser titular en aquel equipo.

La primera eliminatoria del torneo del ko, a partido único, deparó el enfrentamiento del Barcelona con el débil Novelda de 2ªB. Pero lo que en un principio parecía un trámite se convirtió en una pesadilla. Tres goles de Madrigal dieron el triunfo por 3-2 al Novelda y dejaron fuera de la competición al Barça. Entonces Van Gaal le puso la cruz y apenas volvió a contar con él. Tanto que Bonano, en un principio tercer portero, acabó haciéndose con la titularidad.

En enero de 2003, Van Gaal fue cesado y su lugar en el club lo ocupó Radomir Antic. Sin embargo, el serbio prefirió seguir contando Bonano. Aun así una expulsión propició que el alemán pudiera demostrar a Antic que verdaderamente servía para el Barcelona. Pero no aprovechó el guiño que le hizo el destino y, tras encajar dos goles contra Osasuna, Radomir también le puso la cruz y acabó la temporada en la grada. Algo que no hizo más que hundir a Enke.

En verano de 2003, el Barça le comunicó que no contaba con él y tuvo que hacer las maletas rumbo al Fenerbahçe. Pero en Turquía no hizo que languidecerse aún más y su depresión no hacía más que aumentar. Cada balón que se le acercaba a su portería era una auténtica pesadilla. ¿Sería capaz de atraparlo? ¿Si le encajaban un gol significaba que ya no servía para el fútbol? ¿el no triunfar significaba que era un fracasado?

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Pese a ello, Enke comenzó a recuperar la sonrisa en enero de 2004, cuando fue cedido por el Barcelona al Tenerife. En Canarias, además, el meta llegó a afirmar que allí había encontrado verdaderos amigos, no como en su época en el Barça. Esta experiencia fue clave en su  recuperación, pues tras dejar el conjunto chicharrero firmó en junio por el Hannover 96, donde relanzó su carrera. Tanto que llegó a ser convocado por la selección alemana y se rumoreó con su fichaje por el Bayern de Munich.

Sin embargo, la diosa fortuna, siempre tan caprichosa, le volvió a golpear justo cuando mejor se encontraba. Y es que hace tres años su hija Lara, de dos años de edad, murió como consecuencia de una dolencia cardiaca congénita. Este hecho hizo que el fantasma del fracaso volviera a aparecer en la vida de Enke. ¿Qué es lo que había hecho mal? ¿Por qué era tan cruel el destino con él?, se preguntaba una y otra vez el teutón. Este hecho hizo que cada gol que encajaba se convirtiera en una odisea para él, pues significaba que seguía fracasando. Además, cada mañana la pérdida de la pequeña Lara parecía más insuperable Aun así delante de los amigos parecía estar bien y nadie hacía presagiar su trágico final, pese a que por dentro estaba totalmente destrozado. Así hasta que llegó un momento que dijo basta y no le quedaron más fuerzas que para escribir una carta y poner punto y final a una vida en busca de otra en la que sabía que el fracaso nunca le volvería a amenazar: la de Lara. DEP

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