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¿Por qué la Juventus juega de bianconeri?
La Juventus jugará el próximo sábado en Cardiff, Gales, la final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid. A no ser que la UEFA se saque alguna absurda norma de por medio, cosa que tampoco es para nada descartable, los turineses jugarán el partido con su equipación habitual de rayas blancas y negras, de bianconeri. Pero, ¿por qué el conjunto italiano viste así? Lo explicamos en este post.
Los colores originales del actual campeón italianos no son sus características rayas cebreadas pese a que todos nos hayamos ya acostumbrado a verles vestir así. Y es que la Juve comenzó vistiendo con una camiseta rosada. Sí, has leído bien. Rosada. El cambio de colores llegó en el año 1904.
Hasta entonces desde el año de su fundación, 1897, la ‘Vecchia Signora’ había lucido siempre en sus partidos una camiseta rosada. Así fue hasta que en 1904 las zamarras que lucía la Juventus quedaron muy desgastadas por el uso, casi no se diferenciaba el color, y los dirigentes del club se pusieron manos a la obra para conseguir unas nuevas.
En aquella época la industria textil no era tan potente como en la actualidad y la mayoría de equipos, no solo de Italia sino también de toda Europa, tenía que encargar sus camisetas futbolísticas a Inglaterra para utilizar algunos modelos que ya se usaban en Gran Bretaña.
Como la Juventus contaba con inglés en sus filas, John Savage, la directiva de los ahora bianconeri decidió hacerle a él el encargo de que consiguiera las nuevas camisetas. En esta parte de la historia hay varias versiones. Una de ellas es que Savage encargó las camisetas para que le enviaran unas parecidas a las que usaba Nottigham Forest, que viste de rojo, pero la persona que recibió en Inglaterra la orden tenía un excendente de camisetas del Notts County, que viste como la Juve actual, y decidió enviarlas a Italia.
La otra leyenda cuenta que Savage hizo mal el encargo a Inglaterra y, por ello, la Juve recibió las camisetas del Notts County que correspondían a la descripción que habían recibido. Sea como fuere, a la Juventus no le llegaron sus camisetas rosadas y sí unas de rayas blancas y negras.
Debido a que el inicio del campeonato liguero estaba a la vuelta de la esquina y no había tiempo para devolver las camisetas, la Juventus tuvo que jugar aquel año el torneo 1904/1905 con una camiseta extraña de rayas blancas y negras. Sin embargo, aquella casaca les dio suerte a los turineses, pues lograron su primer Scudetto. Es por ello que los dirigentes del club vieron aquello como una señal y dijeron mantener las camisetas bianconeras.
Por ello, cuando la Juventus inauguró en 2011 el Juventus Stadium decidió que el primer partido que jugarían allí sería contra el Notts County en homenaje al equipo que, por cúmulos del destino, le ha dado una identidad.
Diez años del ascenso de la Juventus
La Juventus se acaba de proclamar este fin de semana campeona de la Serie A por sexta temporada consecutiva y no cabe duda de que nadie duda de que la ‘Vecchia signora’ es actualmente uno de los equipos más potentes, y temidos, de Europa. Sin embargo, los que pocos recuerdan es que está gran fortaleza la empezó a construir hace diez años, cuando logró el ascenso de la Serie B a la máxima categoría.
El 19 de mayo de 2007 la Juve logró sellar su pase con los más grandes tras imponerse por 1-5 al modesto Arezzo. Aquel día los bianconeri ponían fin a su primer y único año en Segunda División, categoría a la que fueron relegados un año antes debido al escándalo del ‘Moggigate’.
Cualquier equipo en su circunstancia habría sufrido una desbandada de sus mejores jugadores. Sin embargo, la Juventus, pese a que se vio obligada a traspasar algunos de sus cracks, logró mantener a la base del equipo que solo un año antes estaba luchando por el Scudetto en la máxima categoría.
De hecho, aquel 19 de mayo contra el Arezzo jugaron con la Juve futbolistas que a día de hoy siguen siendo claves en la escuadra y que han ayudado, entre otras cosas, a que el próximo dos de junio luchen por la Liga de Campeones: Buffon, Chiellini y Marchisio.
A todos ellos también les acompañaron aquel día, y toda la temporada, futbolistas que también hicieron historia en el club y en Europa: Del Piero, Nedved, Trezeguet o Camoranesi, aunque este último no jugó aquel 19 de mayo. La Juve celebró aquel ascenso con más entusiasmo que probablemente alguno de los últimos Scudetti que ha conquistado. No es para menos, ya que, además del difícil trago de jugar por primera vez en una categoría ajena para ellos, la Juventus comenzó la temporada con una desventaja de nueve puntos como otra de las parte de la sanción.
“B…astA!!!”, ponían las camisetas con las que los jugadores celebraron el ascenso. Aquel 19 de mayo el destino tenía preparado otro guiño a los bianconeri, ya que el entrenador del Arezzo aquel día era Antonio Conte, persona clave en el temido equipo en el que se ha convertido la Juve a día de hoy.
Otra circunstancia curiosa de aquella temporada de los bianconeri en la Serie B fue que el segundo clasificado en la tabla, y que por tanto también logró el ascenso, resultó ser el Napoli, equipo que también ha sabido rehacerse de sus cenizas para pasar de luchar por la zona alta de la categoría de plata a hacerlo por los puestos de Champions de la Serie A.
Además, aquella temporada Maurizio Sarri, hoy técnico de los napolitanos, entrenó al Arezzo durante la primera parte de la temporada llegando a empatar a dos en Turín contra la Juve.
Quizás entendiendo de dónde viene la Juve es más fácil entender el éxito que supo asimilar un paso atrás como una manera de coger impulso en lugar de como una caída.
Cuando Christian Vieri no renegaba del Atlético
‘La Gazzetta dello Sport’ ha publicado la semana pasada un adelanto de las memorias de Christian Vieri. Uno de los fragmentos de la biografía que ya ha visto la luz ha sido en el que el transalpino reniega de su paso por el Atlético de Madrid.
“Un día me llamó Moggi para hablar. Entro en su oficina y allí estaba mi representante y Bettega. Moggi, con su manera tranquila de hablar y con los ojos casi cerrados, me dice que está preparado para ampliarme el contrato, pero que no puede ir más allá de los dos millones de liras por temporada. El Atlético me ofrecía tres y medio. Así que le dije: ‘Me voy a España’. Y la reunión terminó en ese momento. Lo admito, lo decidí pensando sólo en la cartera. Si pudiera volver atrás, me habría quedado allí”, relata Vieri en sus memorias.
Sin embargo, cuando el delantero fue presentado como nuevo jugador del Atlético de Madrid remarcó que llegar al Vicente Calderón era un paso importante en su carrera: «Sentí mucho dejar el club más famoso de Italia, pero el Atlético es un grande. Deportivamente, mi contratación por el club madrileño no es un paso atrás, también es una de las escuadras más importantes de España».
Es más, quiso dejar claro que lo económico no había sido lo más importante para fichar por el conjunto colchonero: «No pienso sólo en el dinero (iba a ganar 250 millones de pesetas, 1,5 millones de euros). Es importante, pero no lo es todo».
En lo único que discrepó en aquel momento con el Atleti fue en el número que iba a lucir en la camiseta. Pidió el 15, pero, al ser éste de Carlos Aguilera, le acabaron dando el 9. El dorsal le acabó dando suerte, pues explotó en el Vicente Calderón haciendo 24 goles, una cifra que no había alcanzado nunca antes en su carrera.
Por algo durante su presentación Jesús Gil, presidente de los colchoneros entonces, presumió de fichaje: «Es un diamante inalcanzable, que la mayoría de los equipos no pueden permitirse». Un diamante que sólo pudo lucir durante una temporada, ya que en agosto de 1998 Vieri se marchó a la Lazio.
La maldición de Allegri
La primera temporada de Massimo Allegri en la Juventus de Turín resultó espectacular, ya que únicamente el Barça de Luis Enrique fue capaz de frenar a los bianconeri en una campaña histórica. Sin embargo, este año, de momento, no está siendo tan exitoso como su predecesor confirmando algo que va camino de convertirse en una tendencia: el rendimiento de los equipos dirigidos por el técnico italiano bajan notablemente en su segundo año.
El primer equipo en el que Allegri entrenó dos temporadas seguidas fue el Cagliari. En su primera campaña en el conjunto sardo, Allegri logró que el equipo finalizara la temporada en una histórica novena plaza. Algo que le valió para ser galardonado con la ‘Panchina d’oro’, con el que se le premió como el mejor técnico de la temporada 08/09.
Sin embargo, en la segunda temporada las cosas se empezaron a torcer para Allegri. El Cagliari comenzó bien la campaña, pero, superado el ecuador de ésta, los sardos comenzaron a entrar en un bache de resultados que acabó con el despido del ahora técnico de la Juve. Los rossoblu habían sumado nueve partidos sin ganar y se habían acercado peligrosamente al descenso, lo que provocó que a la directiva se le acabara la paciencia con Allegri.
Pese a esta decepción, la buena fama del técnico transalpino seguía intacta en Italia. Buena prueba de ello es que el Milan ofreció al entrenador que se hiciera cargo del histórico club lombardo. Al igual que le había sucedido en el Caglari, la primera campaña de Allegri en San Siro resultó muy exitosa, puesto que logró que los rossoneri se hicieran con el título de la Serie A tras siete años de sequía.
Sin embargo, nuevamente, en la segunda temporada las cosas no resultaron tan exitosas como en la primera. Si bien la campaña del conjunto lombardo no se puede considerar como un fracaso, un mal inicio de temporada provocó que el Milan no pudiera repetir título en su segunda temporada, ya que acabó como subcampeón del torneo.
¿Se repetirá la historia en la Juve y finalizará Allegri el año en blanco?
Cuando Ferguson prefirió a un Scholes retirado antes que a Pogba
Nadie tiene ninguna duda de que Paul Pogba va a ser uno de lo grandes objetos de deseo del actual mercado de fichajes tras la gran temporada que ha protagonzado en la Juventus. Uno de los equipos que le pretenden es el Manchester United, que podía ahora mismo disfrutar de su juego si en su día Sir Alex Ferguson hubiera confiado algo más en el jugador galo.
Pogba llegó a Old Trafford en 2009, cuando contaba con 16 años. Los ojeadores de los Diablos Rojos habían visto en el joven francés un auténtico diamante en bruto y no dudaron en hacer una desorbitada oferta al jugador para arrebatárselo al Le Havre. El conjunto galo, consciente de que le arrebataban a una potencial estrella, denunció el caso ante la FIFA por considerar como «ilegal» el contrato que había ofrecido al futbolista por tratarse de un menor de edad.
Como suele pasar en estos casos, la FIFA hizo la vista gorda, se lavó las manos y permitió que el jugador desembarcara en Inglaterra. Pogba firmó un contrato hasta el año 2012 y comenzó a jugar en los equipos inferiores del equipo británico. Allí comenzó a confirmar lo que ya apuntaban los ojeadores: se trataba de un jugador de un enorme potencial y con un expléndido futuro. Todo ello provocó que varios grandes clubes de Europa pusieran su radar sobre Pogba.
En enero de 2012, cuando faltaban doce meses para que acabara el contrato del galo con el United, una plaga de lesiones asoló al centro del campo de los Diablos Rojos. Sir Alex Ferguson decidió entonces que, en lugar de dar una oportunidad a Pogba, que rozaba ya los 19 años, lo mejor era recuperar a Paul Scholes. El mítico centrocampista inglés tenía 37 años recién cumplidos y se había retirado del fútbol profesional en junio de 2011. Sin embargo, Scholes aceptó la llamada de Ferguson y se volvió a calzar las botas.
Pogba entendió eso como una traición y como una falta de confianza en él por parte del club. La llegada de Scholes, unido a que Mino Raiola, agente del francés, andaba como loco por mover al jugador para llevarse una jugosa comisión, provocó que el galo tomara una decisión: no iba renovar por el United. Que Pogba jugara en aquella temporada siete partidos con el primer equipo y Scholes 21, es un claro reflejo de que el francés tampoco se equivocaba mucho.
Sir Alex Ferguson intentó como loco renovar a Pogba, pero ya era tarde y el futbolista acabó fichando por la Juventus de Turín. El jugador ha señalado que le quedó grabado un día en el que el United jugaba contra el Blacburn Rovers y que, asolado por las bajas en el medio, Fergunson prefirió poner una dupla formada por Rafael y Park ante que alinear al galo. ¿Dará el centrocampista, convertido ya en una estrella, una segunda oportunidad al equipo de Old Trafford y mostrará en ellos la confianza que no tuvieron en él en su día?
Del Piero, ‘Principe’ de Mónaco
Este martes Juventus y Mónaco van a disputar en el estadio del conjunto italiano uno de los cuatro partidos correspondientes a la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones. El último precedente que enfrentó a ambos equipos encumbró a Alessandro Del Piero en una de sus mejores noches europeas, ya que contra los monegascos marcó su primer ‘hattrick’ en la máxima competición continental.
El precedente data de la temporada 97/98. Sin embargo, la eliminatoria entre ambos no correspondió a los cuartos de final como ahora, sino que se vieron las caras en las semifinales de la Champions. La Juve por aquel entonces tenía un auténtico equipazo formado, entre otros, por el citado Del Piero, Pippo Inzaghi, Zinedine Zidane, Edgard Davids o Paolo Montero. Su objetivo en la competición era claro: sacarse la espina de haber perdido la final de la temporada anterior contra el Borussia Dortmund.
Tras dejar en la cuneta al Dynamo de Kiev de Andriy Shevchenko en cuartos de final, a los italianos les tocó en suerte en semifinales el Mónaco. La escuadra del Principado aquella temporada llegó por primera vez en toda su historia a las semifinales de la máxima competición continental.
Los monegascos se convirtieron en la revelación europea de esa campaña. Especialmente tras ganarse el respeto de todos al eliminar en cuartos de final en el mismísimo Old Trafford a un Manchester United que empezaba a dar forma al equipo que ganaría el triplete en 1999. Aquel Mónaco tenía en plantilla a jugadores que hoy en día son considerados como auténticas leyendas vivas del fútbol francés como Fabien Barthez, Thierry Henry o David Trezeguet.
Sin embargo, Del Piero hizo trizas su sueño de seguir haciendo historia en la Champions con un partido soberbio en la ida de la semifinales en Delle Alpi, el uno de abril de 1998. ‘Pinturicchio’ abrió el marcador a los 34 minutos con un excelente lanzamiento de falta que se coló por toda la escuadra, pese a los intentos de Barthez de intentar alcanzarlo. El delantero de la ‘Vecchia Signora’ siguió con su gran noche haciendo un gol de los llamados psicológicos, ya que en el minuto 45 hizo el 2-1 con un gol de penalti.
Gracias a otra pena máxima, Del Piero firmó su primer ‘hattrick’ en la Champions al establecer a los 61 minutos un provisional 3-1. La Juventus dejó casi sentenciada la eliminatoria al ganar aquel partido por 4-1. Ya en el partido de vuelta, el propio Del Piero se encargó de apagar las ilusiones de remontada monegascas al hacer el momentáneo 2-2 y hacer así estéril el triunfo final del conjunto del Principado por 3-2.
Sin embargo, Del Piero en la final no lució tanto y el Real Madrid ganó la ansiada séptima gracias a un gol de Pedja Mijatovic (1-0). El delantero italiano tuvo que conformarse con ser el máximo goleador de la competición con 10 tantos y haber sido en semifinales el ‘Principe’ de Mónaco.
Los tres partidos que hicieron grande al Parma
El Parma agoniza en estos momentos. El club italiano, en una grave crisis económica, esta semana se ha visto obligado a suspender el partido que tenía que disputar contra el Udinese debido a que no podía permitirse los gastos que le iba a acarrear celebrar en su estadio dicho partido: seguridad, luz, agua caliente….
Una situación que, pese a los intentos que se están intentando por reanimarle, le han dejado en una situación crítica. De hecho, el estado del Parma se podría asemejar al del enfermo que se encuentra en estado vegetativo esperando y que se agarra a la vida mediante un fino hilo que todos saben que más pronto que tarde acabará por romperse.
Por ello, en La Medialuna vamos a recordar tres partidos, de manera ÍNTEGRA, que hicieron grande a este club en su época dorada: la década de los 90. Antes de ello, vamos a poner un poco de contexto. Hasta 1990, año en el que logró ascender por primera vez a la Serie A, el Parma había sido un equipo que había pasado sin pena ni gloria por la categorías inferiores del fútbol italiano.
Sin embargo, con el apoyo de Parmalat no sólo consiguieron su ascenso a la máxima categoría, lograron codearse con los más grandes de Italia. La cosa no quedó ahí, ya que el milagro del Parma, el modesto que se había convertido en un grande casi de la noche a la mañana, traspasó fronteras y llegó a Europa, donde dejó su impronta a base de títulos.
Recopa 92/93:
Fue su primer título europeo. Lo logró tras derrotar 3-1 en Wembley al Royal Antwerp belga. Aquí el partido íntegro:
Parma: Ballotta; Benarrivo, Di Chiara, Minotti, Apolloni, Grün, Melli, Zoratto (Pin 26), Osio (Pizzi 75), Cuoghi y Brolin.
Royal Antwerp: Stojanovic; Kiekens, Broeckaert, Taeymans, Smidts, Jakovljevic (Van Veirdeghem 51), Van Rethy, Segers (Moukrim 85), Severeyns, Lehnhoff y Czerniatynski.
Goles: 1-0 Minotti (9′), 1-1 Severeyns (11′), 2-1 Melli (30′) y 3-1 Cuoghi (81′).
UEFA 94/95:
Éste fue el tercer título europeo del Parma, el segundo fue la Supercopa de Europa de 1994 que ganó al Milan. Se hizo con él tras ganar a doble partido a la Juventus de Turín. A continuación os reproducimos la ida de esa eliminatoria, que se saldó con 1-0 para los parmesanos. Este triunfo fue clave, ya que el 1-1 de la vuelta dio el título al Parma. Hay que destacar que esta Juventus se proclamó campeona de Europa un año después, algo que dice mucho de este triunfo.
PARMA: Bucci; Benarrivo (Mussi 8′), Couto, Di Chiara, Minotti; Apolloni, Pin, D. Baggio, Sensini; Zola (Fiore 89′) y Asprilla.
JUVENTUS: Rampulla; Fusi (Del Piero 72′), Di Livio, Tacchinardi, Jarni; Carrera (Marocchi 46′), Paulo Sousa, Deschamps, R. Baggio; Vialli y Ravanelli.
Gol: 1-0 D. Baggio (5′).
UEFA 98/99:
Último título europeo conquistado por el Parma y partido que está considerado como el punto final a la época dorada de los tranasalpinos. Los parmesanos contaban con un auténtico equipazo (Buffon, Cannavaro, Thuram, Verón y Crespo entre otros) y arrollaron por 3-0 al Olympique de Marsella en el estadio Luzhniki de Moscú en una final que, esta vez sí, se disputó a partido único.
Parma: Buffon; Sensini, Cannavaro, Thuram, Vanoli; Fuser, Dino Baggio, Verón (Fiore), Boghossian; Crespo (Asprilla) y Chiesa (Balbo)
Olympique: Porato; Issa, Miolo (Camara), Blondeau, Blanc; Domoraud, Brando, Gourvennec, Bravo, Pires y Maurice.
Goles: Crespo (26′), Vanoli (36′) y Chiesa (55′)