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Posts Tagged ‘Ladislao Kubala’

Cuando el Real Madrid quiso fichar a Kubala

enero 23, 2017 Deja un comentario

KubalaLos que sois asiduos al blog ya sabéis que en ‘La Medialuna’ una de las cosas que más nos gusta hacer es recordar fichajes que pudieron ser pero que finalmente por unas circunstancias u otras no se hicieron. El que nos ocupa en este post es el que pudo llevar a Ladislao Kubala al Real Madrid.

La historia tiene su miga, ya que el húngaro es uno de los grandes mitos del Barça y uno de los futbolistas que empezó a hacer grande al club catalán. Sin embargo, el primer equipo que se fijó en Kubala para ficharle fue el Real Madrid. Para conocer todos los detalles de esta historia hay que trasladarse hasta el año 1950.

Por aquel entonces, Kubala jugaba en el Hungaria, una selección amateur de jugadores que habían huido de sus respectivos países por la situación política que se vivía en ellos. De hecho, el propio Kubala logró escapar de Hungría disfrazado de soldado ruso en un camión militar que le dejó en la montaña para que pudiera cruzar a pie la frontera con Austria.

El delantero jugaba en el Hungaria debido a que, tras fichar por el Pro Patria de Italia, el Vasas de Budapest denunció su fichaje a la FIFA para invalidar dicha contratación y el máximo organismo aceptó su petición. Como el partido comunista italiano prohibió al Hungaria jugar amistosos en Italia, se ofrecieron para jugar algún partido en España.

Uno de esos encuentros fue contra el Real Madrid y ahí la calidad Kubala encandiló a Santiago Bernabéu, que se decidió a hacerle una oferta para que vistiera de blanco. Sin embargo, la operación no fue tan sencilla como pudiera parecer en un principio. Una de las condiciones que puso el delantero para fichar por el club madrileño fue que estos últimos contrataran también a Fernando Daucik, su cuñado y entrenador del Hungaria.

Al Real Madrid no le gustó un pelo esta petición. A ello se añadió que Ricardo Cabot, secretario general de la Federación Española de Fútbol e hincha culé, advirtió al Real Madrid que la FIFA había prohibido el fichaje de jugadores húngaros que hubieran huido de su país. Bernabéu vio demasiadas complicaciones y, por ello, decidió desistir de su fichaje.

Tras jugar con el Real Madrid, el Hungaria viajó a Barcelona a disputar un amistoso con el Espanyol y fue ahí cuando el Barça entró en juego para ficharle. Se da la curiosa circunstancia de que entonces Cabot no lanzó ninguna advertencia a los azulgranas y que el régimen de Franco puso grano de arena para que esta operación se llevara a cabo debido a que para ellos era muy bueno tener a alguien que había escapado de un gobierno comunista.

Franco Gemma, la mano maldita del fútbol español

junio 11, 2010 2 comentarios

El nombre de Franco Gemma, probablemente, a más de uno no le dirá nada. Sin embargo, es alguien que está ligado a la historia de España en los mundiales, y a la más negra concretamente. Y es que a este italiano hay quien lo bautizó como “la mano maldita del fútbol español”, puesto que, pese a que no quepa duda de que España y mala suerte son sinónimos cuando se habla de mundiales, representa perfectamente al malfario que ha acompañado a la historia a lo largo de todos los tiempos en la máxima competición de selecciones. 

Nos situamos en 1954, España se jugaba su pase al Mundial de dicho año en una eliminatoria contra Turquía, que no era un equipo muy sólido. La euforia había invadido a la selección, ya que la Roja había completado su mejor actuación en un Mundial en 1950 -4º puesto- y se soñaba con hacer algo grande en Suiza 1954. Además, el equipo, además de contar una magnífica generación de jugadores, contaba con el apoyo pleno del Gobierno, que pensaba que los éxitos del fútbol era una manera de vender al mundo el franquismo como algo bueno. 

En la ida, disputada en el Santiago Bernabéu, todo fue sobre rueda: España goleó sin problemas a Turquía por 4-1. En la vuelta, sin embargo, los otomanos derrotaron a los españoles por 1-0 y ambos equipos tuvieron que disputar un partido de desempate, ya que en aquella época no existía el valor global obtenido en una eliminatoria, sino las victorias, y la fórmula de los penaltis tampoco se había inventado. 

Así las cosas el partido de desempate se decidió que se jugara en terreno neutral y el lugar elegido fue Roma, donde las ilusiones de España quedaron de manera definitiva. Uno de los jugadores que más destacaba en aquella selección era Ladislao Kubala, el futbolista del Barcelona era un prodigio y estaba considerado como uno de los mejores del mundo. Sin embargo, poco antes de que la Roja decidiera partir al campo a jugar el partido, los integrantes de la Federación Española recibieron la siguiente nota: “Attention equipe espagnole situation jouer Kubala” (Atención equipo español situación jugador Kubala). 

La FIFA lo que quería dar a entender era que Kubala estaba siendo investigado par ver si era lícito que jugara con España. Hay que recordar que Kubala era húngaro y la FIFA dictaminaba que para que un jugador pudiera defender los colores de un país en el que no había nacido debía de haber pasado un mínimo de tres años en dicho lugar. Kubala, en un principio, cumplía con dicha obligación, ya que había aterrizado en España en 1950. Aunque no todo era tan fácil ya que los papeles se los hizo en 1951. Ante la duda, y el temor de que una posible alineación de Kubala supusiera la descalificación de España, los miembros de la Federación decidieron que el delantero no jugara el choque decisivo.

El partido quedó, finalmente, 2-2 y, como estaba instaurado el método de los penaltis para desempatar, se decidió que en una bolsa se metieran dos papeletas y que fuera un niño con los ojos vendados el que escogiera la papeleta del que iba a dictaminar al ganador. Los turcos pusieron en la papeleta su nombre en italiano (Turchie), pensando que al estar en el país transalpino esto les daría suerte. España se limitó a poner una X. El encargado de sacar el papel de la bolsa fue Franco Gemma que, para gozo de los turcos y desencanto de los españoles, sacó la papeleta de Turquía.

 “Si es que de alguien que se llama Franco sólo se puede esperar cosas malas”, señalaron algunos de los opositores al régimen de Franco en tono de mofa. Para más inri, años más tarde los dirigentes de la FIFA aseguraron que ninguno de ellos había enviado ese mensaje y todavía no se ha descubierto quien escribió el telegrama y con qué motivo lo hizo, aunque muchas de las acusaciones apuntan al dirigente italiano Ottorino Barassi. Otra de las leyendas negras dice que el origen de ese telegrama fue debido a que la selección húngara, una de las más fuertes de la época, amenazó a la FIFA con no jugar la competición si Kubala defendía los colores de España. Ante lo cual el organismo tuvo que idearse un apaño para no dejar fuera a los magiares.

Edición del jueves 18 de marzo de 1954 - Página 1

La tragedia de Superga

mayo 4, 2010 3 comentarios

En la historia del fútbol siempre ha habido de todo. Desde equipos que marcaron época pero a los que el paso del tiempo enterró en el cajón del olvido hasta otros que siempre permanecerán en la memoria de los aficionados porque se han convertido en leyenda. Un claro ejemplo de esto último es el Grande Torino de los cuarenta, un mito que fue frenado por la “tragedia de Superga”.

Ferrucio Novo era un hombre que tenía una idea clara: hacer grande al Torino, una vez que el conjunto granota había ascendido a la Serie A en los años 30. Por ello, fichó para el club a Valentino Mazzola y Ezio Loik, ambos fichados al Venezia, que resultaron fundamentales para que los italianos se hicieran con el segundo Scudetto de su historia en la 42-43. Sin embargo, el inicio de la Segunda Guerra Mundial hizo que la progresión de los turineses se detuviera porque el campeonato italiano, al igual que todos los de Europa, se suspendió. 

Una vez finalizada la contienda, poco a poco, todo fue el volviendo a la normalidad y el fútbol no fue una excepción. El campeonato se reanudó y el Torino consiguió cosechando éxito tras éxito, al que le valió para que le pusieran el apodo de “Grande Torino”. Los granota eran el equipo más temido en Italia, puesto que, sumando el título que conquistaron antes de la guerra, sumaban cuatro Scudetti de manera consecutiva. De hecho, diez de los once titulares de la selección italiana formaban parte de la selección Azzurra.

Sin embargo, el destino tenía preparado un fatídico final para este equipo. Los italianos fueron invitados por el Benfica para jugar un amistoso en Lisboa en memoria de José Ferreira, que se retiraba. Cuando los transalpinos se disponían a hacer el viaje de regreso a casa, el 4 de mayo de 1949, 18 futbolistas de la plantilla fallecieron después de que el avión Fiat G212CP se estrellara contra la basílica de Superga. Años después, las autoridades italianas dictaminaron que las nubes bajas, la falta de ayuda desde la radio y un error de navegación como principales factores causantes del accidente. 

Uno de los que regateó en aquel momento a la muerte fue Ladislao Kubala. El delantero jugaba entonces en el Pro Patria italiano y se encontraba también en Lisboa. En principio, debía de haber regresado a Italia en el mismo avión que los fallecidos, pero su hijo enfermó y tuvo que prolongar su estancia en la capital lusa. 

La tragedia de Superga conmocionó a toda Italia y al resto del mundo. De hecho, nada más conocerse la noticia, el River Plate argentino se puso en contacto con dirigentes el Torino para disputar un amistoso con el objetivo de recaudar fondos para las familias de los fallecidos. Algo que ha provocado que, en alguna ocasión, la segunda equitación del Torino haya sido blanca con una franja que cruza de arriba abajo la camiseta como la de los bonaerenses en eterno agradecimiento a su gesto. 

En tanto, cuando sucedió el fatídico accidente quedaban cuatro jornadas por disputarse del campeonato y el Torino lideraba la tabla. Debido a su situación, los granota tuvieron que jugar con el equipo filial el resto de partidos. Genova, Palermo, Sampdoria y Fiorentina, adversarios suyos, decidieron solidarizarse con el club de Turín y también pusieron equipos repletos de juveniles cuando se vieron las caras con el Torino. El Toro no falló y ganó los cuatro partidos alzándose con el Scudetto.  

Sin embargo, tras la tragedia de Superga son muchos los que aún hoy piensan que el Torino no ha sido capaz de reponerse del accidente. Desde entonces, el club ha dejado de pelear codo a codo con los grandes, salvo alguna excepción, como el Scudetto del 76. Por ello, los aficionados del Toro se repiten que solo tienen un consuelo: mirar al cielo y ver que el Gran Torino aún vuela. Leer más…