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Cuando Ranieri rechazó fichar por el Manchester City
Claudio Ranieri es uno de los hombres de moda actualmente después de la gesta que ha conseguido este año con el Leicester, al que ha llevado a conquistar la Premier League por primera vez en toda su historia. El técnico italiano es un auténtico trotamundos, ya que ha estado en multitud de equipos y países. Sin embargo, lo que pocos recuerdan es que en su momento rechazó entrenar al Manchester City.
Fue en el año 2007. Tras un decepcionante paso por el Valencia, Ranieri había logrado relanzar su carrera en el Parma. El técnico transalpino había llegado al conjunto partisano en enero, cuando estos últimos estaban en posiciones de descenso y con un futuro muy poco halagüeño. Sin embargo, el buen hacer de Claudio en la segunda vuelta provocó que un equipo que parecía condenado a sufrir se salvara de manera holgada.
Esto no pasó desapercibido en la Premier League, en la que Ranieri había entrenado del año 2000 a 2004 cuando había dirigido al Chelsea, ya que se volvió a fijar en el técnico italiano. Algunos medios publicaron que el Fulham quiso hacerse con sus servicios, pero el que pujó más fuerte por el ahora entrenador de moda en Inglaterra fue el Manchester City.
Hay que recordar que los ‘Citizens’ por aquel entonces no eran el equipo que son actualmente, ya que solían merodear por mitad de la tabla, o incluso más abajo, Buena prueba de ello fue que en la temporada 2006/2007 finalizaron en la posición 14, lo que provocó que decidieran prescindir entonces de Stuart Pearce, su técnico por aquel entonces.
El City fue muy en serio a por Ranieri, tanto que el entrenador italiano llegó a dar por hecha su llegada a Manchester. “El reto del Manchester City me recuerda a la experiencia que tuve en el Chelsea, donde, sin gastar una libra, hicimos un buen equipo. Esa fue una de las razones que convencieron a Abramovich a comprar el club. Yo creé el milagro del Chelsea desde la nada. Luego llegaron montañas de dinero y con él el poder fichar a jugadores top”, declaró el italiano.
Además, Ranieri se mostró muy ambicioso respecto a lo que podía conseguir con el Manchester City: “La idea es plantar cara al Manchester United tan pronto como sea posible y luchar con ellos en los mismos niveles”. También tuvo tiempo para indicar porque este proyecto le hacía más ilusión que haber entrenado al Chelsea de Abramovich: “Con el Manchester City espero completar todos los pasos. La diferencia entre entonces y ahora es que el Manchester City me ha escogido a mí y en el Chelsea Abramovich me encontró en el club”.
Escuchando a Ranieri parecía que era imposible que no fuera a la Premier League en la temporada 2007/2008, pero finalmente su regreso a Inglaterra tuvo que esperar unos años más. La razón fue que la Juventus, que acababa a la Serie A, le propuso dirigir a la Vecchia Signora y no pudo decir no a uno de los clubes más grandes de su país pese a que aquellos años no pasaba por sus mejores momentos.
Quizás fuera un guiño del destino, que buscaba que su regreso a Inglaterra fuera mucho más especial, fuera para la gesta del Leicester.
Cuando Giggs pudo fichar por el Manchester City
Ryan Giggs es toda una leyenda del Manchester United. El jugador galés ha disputado toda su carrera en Old Trafford, por lo que es difícil, por no imposible, llegar a imaginárselo con la camiseta de otro equipo. Sin embargo, el destino es caprichoso y pocos conocen hoy en día que el zurdo estuvo muy cerca de desarrollar su carrera en el eterno rival de los ‘Diablos Rojos’: el Manchester City.
Giggs a los ocho años, cuando todos le conocían como Ryan Wilson, su apellido paterno, había dejado su Gales natal para jugar en un escuela de fútbol de Swinton en Inglaterra. Allí llamó la atención de Dennis Schofield, ojeador del Manchester City. “Vi a estos niños saliendo de su escuela con los tacos puestos. Tenían ocho o nueve años y les pregunté si iban a jugar un partido. Los seguí para verlos y observé a este jovencito en la banda izquierda que era como una gacela, dinamita. Era Ryan Wilson y se acababa de mudar de Gales a Swinton“, declaró Schofield al ‘Daily Mail’.
Tanto le llamó la atención que habló con la familia de Giggs para que el galés fichara por el Deans, un equipo juvenil que tenía relación directa con el Manchester City: “Le pregunté a uno de sus maestros si sus padres estaban en el partido. Me dijeron que su madre sí estaba. Me acerqué y le pregunté ‘¿Ese es su hijo el de la banda izquierda?’ Ella dijo que sí y entonces le pregunté que si quería irse a mi equipo juvenil el Deans. Entonces pensé: ‘No voy a dejar que este se me vaya’”.
El City estaba encantado con la evolución de Giggs en el Deans, tanto que le siguió muy de cerca para asegurarse su fichaje por el Manchester City cuando el galés cumpliera 14 años. Cuando se acercaba este momento, Schofield avisó a los ‘citizens’ para que estuvieran atentos y no se les escapara el prometedor jugador: “Le dije a Ken Barnes, jefe de visores del City en aquel entonces, ‘Cuando Ryan cumpla 14 años, asegúrate de estar en su casa porque el United lo está rondando. Él me dijo que ‘ya estaba arreglado’».
Sin embargo, para decepción de Schofield, el City no cumplió con su palabra cuando Ryan cumplió 14 años. A la fiesta de cumpleaños de Giggs no acudió ningún miembro de los ‘Citizens’. El que sí que fue resultó ser Sir Alex Ferguson, al que le habían hablado muy bien del galés y al que convenció para que fichara por el Manchester United, con el que se ha convertido en una leyenda del club.
Billy Meredith, el primer ‘crack’ del Manchester City
El Manchester City es uno de los pocos clubes que actualmente puede presumir de que el dinero no es uno de sus principales problemas. Por ello, al club inglés han llegado varios ‘cracks’ en los últimos años que han posibilitado que pasen de luchar en la zona baja de la clasificación a luchar por el título. Sin embargo, no siempre fue así. De hecho, el primer gran ‘crack’ que lució la camiseta de la entidad llegó gracias al pago de una ronda de cervezas. Se trata de Billy Merdith, el mago galés.
A finales del siglo XIX, Meredith era uno de los futbolistas más desequilibrantes que había en el Reino Unido. Sin embargo, su familia temía que si se hacía profesional se le acabaría yendo la cabeza. Por ello, compaginaba los partidos con su trabajo en la mina. El City se fijó en él, pero le resultaba prácticamente imposible acercarse él.
Por este motivo tuvo que pagar unas cuantas rondas de cerveza a unos muchachos que estaban en la mina en la que trabaja para poder acceder a él y presentarle una oferta. Meredith aceptó la propuesta aunque pidió seguir siendo amateur para seguir en la mina. Así fue hasta 1896, cuando, tras una gran insistencia por parte de los directivos del City, decidió hacerse profesional.

Fuera de eso, hay que destacar que en 1926 participó en uno película en la que se interpretó a sí mismo.
Las otras ligas ganadas en el último minuto


El desconocido Fulham
Tras varios meses de intensa lucha, goles, pasión y buen juego, llega de manera inevitable el final de temporada y con él las finales europeas. La primera de ellas es la de la Europa League, que enfrentará al Atlético de Madrid con el Fulham. El equipo español es de sobra conocido, sin embargo los ingleses tienen detrás de sí una interesante historia que no muchos conocen.
Fundado en 1879, el Fulham tiene el honor de ser, por detrás del Cray Wanderers, el club londinense más antiguo a nivel profesional. Algo que tiene gran mérito, teniendo en cuenta que Londres es una de las ciudades europeas, o incluso mundial, que más equipos tiene. Los orígenes del Fulham se remontan a la iglesia anglicana de West Kensington, la de St. Andrew’s, en Star Road. El reverendo Walker y el doctor Murdoch crearon el West Kensington Cricket Club y habilitaron para ello una zona anexa a la parroquia. Sin embargo, una mañana del invierno de 1879 varios jóvenes usaron las instalaciones como campo de fútbol.
Los chavales solicitaron al reverendo John Henry Cardwell poder entrenar allí como equipo de fútbol y, tras su aceptación, formaron un equipo al que dieron el nombre de «Fulham St Andrew’s Church Sunday School FC». Denominación que tuvo hasta 1887. Sin embargo, para conocer lo orígenes del Fulham actual no ha que irse tan lejos en el tiempo, sino a 1996. En esta fecha, con el equipo al borde de la quiebra, y por ende de la desaparición, el multimillonario de origen egipcio Mohamed Al Afayed se hizo con el Fulham.
En 1998, los londinenses volvieron a copar las portadas de los periódicos después de que Al Fayed contratara como técnico a Kevin Keegan, que había estado a un paso de ganar en 1997 la Premier League. Por ello, sorprendió a todos que Keegan aceptara dirigir a un equipo que por aquel entonces merodeaba en el equivalente española a la Segunda B. Categoría en la que también estaba el ahora rico riquísmo Manchester City.
Poco a poco, el sueño de Al Afayed de convertir al Fulham en un grande se fue convirtiendo en realidad y los londinenses alcanzaron la Premier League en 2001, algo que parecía impensable en la década de los 90. Un año más tarde, en el verano de 2002, el Fulham logró su mayor hito a nivel internacional: ganó la Intertoto tras derrotar en la final al Bolonia italiano.
Sin embargo, viendo que el equipo estaba entre los grandes pero que no lograba colarse entre la élite inglesa, Al Afayed decidió recortar las inversiones en el equipo y el Fulham pasó de ser un equipo de mitad de la tabla a un conjunto que se movía en el alambre del descenso. Tanto que se tuvo que agarrar al milagro de “the great escape” para salvar la categoría en 2008.
Aquel año, a falta de tres jornadas para el final, el Fulham estaba en posiciones de descenso, a cinco puntos de la salvación. En las 36ª jornada los capitalinos se enfrentaron al Manchester City. Al descanso, el Fulham de Hodgson perdía 2-0 y el descenso parecía un hecho. Sin embargo, en una segunda parte milagrosa, los londinenses lograron darle la vuelta al encuentro (2-3) y certificaron la permanencia en la última jornada, después de ganar al Porstmouth por la mínima y de penalti.
Ése fue el punto de inflexión del Fulham, que al año siguiente firmó su mejor clasificación en la Premier, séptimo, y que este año ha logrado la que ya muchos han bautizado como la “mayor gesta de un equipo británico”: llegar a la final de la Europa League. No hay que olvidar que llevan jugando esta competición desde el pasado mes de julio. Todos a la hora de señalar quién es el culpable de este éxito lo tienen claro: Roy Hodgson. El técnico ya llegó a brillar en los 90 al lograr hacer de Suiza octavofinalista en el Mundial del 94. in embargo, los atléticos este miércoles se agarrarán a que este hombre es el mismo que decidió vender en el Inter a Roberto Carlos porque lo consideraba muy ofesivo y quedarse mejor con un tal Pistone y de tener experiencia en perder finales de la UEFA: en el 97 el Schalke 04 le mojóla oreja cuando estaba al frente del Inter.
100 años de sueños
El pasado 6 de febrero se cumplieron 52 años de una de las mayores catástrofes en la historia del fútbol: la tragedia de Munich. En ella perdieron la vida varios jugadores del Manchester United, que conformaban en aquellas fechas una plantilla que parecía predestinada a acabar con la tiranía del Real Madrid en Europa: Colman, Jones, Taylor, Byrne, Whelan, Bent, Pegg, y Duncan Edwards. Tras este accidente, Bobby Charlton, uno de los Diablos Rojos que salvaron la vida en aquel accidente, bautizó al estadio de Old Trafford con el nombre de: El Teatro de los sueños. El Divino calvo lo hizo porque consideraba que el campo del Unted iba a guardar para siempre la magia de aquel magnífico equipo que perdió la vida. El próximo día 19 se cumplen 100 años desde la inauguración del estadio. Por ello, este post va dedicado a recordar varios de los momentos más importantes de su historia.
El estadio fue diseñado por el escocés Archibald Leith y levantado por la constructora Messrs Brameld y Smith. El coste del mismo fue de 60000 libras, que se encargó de financiar el presidente del club: John Henry. El primer partido que se disputó en él fue un Manchester United-Liverpool que acabó con victoria visitante por 3-4. Su ubicación fue alabada por el The Sporting Chronicle: “Un honor para Manchester y para la casa del equipo que puede maravillar cuando sean eliminados”.
Debido a que Wembley no se construyó hasta el año 1923, Old Trafford acogió varios partidos importantes de la FA CUP en los que no jugara el Manchester. El primero de ellos fue el replay que disputaron en 1911 el Bradford City contra el Newcastle. En 1915 acogió la final entre el Sheffield United y el Chelsea que acabó con la victoria de los primeros por 3-0. El campo, además, tiene el récord de asistencia a un partido en el periodo previo a la segunda Guerra Mundial, pues en diciembre de 1920 70504 espectadores vieron en directo el triunfo del Aston Villa sobre el United por 1-3. Aunque el record del estadio data de 1939, cuando 76.962 aficionados se dieron cita para ver las semifinales entre el Wolverhampton y el Grimsby Town.
Las bombas lanzadas por el ejército alemán durante la segunda Guerra Mundial provocaron grandes destrozos y Old Trafford no se pudo salvar de ellos. Por ello, el United se tuvo que gastar cerca de 22.000 libras en reconstruir el campo. Durante las obras, el Manchester jugó sus partidos en Maine Road, campo del Manchester City, a cambio de 5.000 libras por temporada y un porcentaje de la taquilla recaudada en sus partidos. Finalmente, después de una década, el United regresó a casa en 1949 y lo celebró a lo grande: ganando al Bolton por 3-0.
Ante este equipo, precisamente, también se disputó en 1957 el primer partido con focos en la historia de Old Trafford. Debido a la celebración del Mundial de 1966 en Inglaterra, el Teatro de los Sueños sufrió un nuevo lavado de cara en 1965 y su capacidad aumentó en 20.000 espectadores más. El campo volvió a ser nuevamente pasto de las obras en 1990, cuando, tras la catástrofe de Hillsborugh, el Gobierno decretó que en todos los campos ingleses todas las plazas debían de ser de asiento y no de pie. Por ello, su capacidad se redujo hasta los 44.000.
Cifra que aumentó en 24.000 plazas a finales de la década de los 90. Hecho que produjo que Old Trafford recibiera por parte de la UEFA la distinción de “Estadio cinco estrellas”. Ello provocó que en 2003 pudiera albergar la final de la Liga de Campeones, aunque, lamentablemente, Milan y Juventus disputaron una de las finales más soporíferas de todos los tiempos. En 2005 sufrió su última ampliación y tras ésta Old Trafford registró la mejor entrada de su historia en un partido del United cuando los Diablos Rojos jugaron contra el Blackburn Rovers.
El próximo día 19 el campo cumplirá 100 años, pero el Manchester lleva celebrando esta fecha desde principio de temporada, pues en esta campaña viste una camiseta muy similar a la que lucía en 1909.