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Cuando Ferguson prefirió a un Scholes retirado antes que a Pogba
Nadie tiene ninguna duda de que Paul Pogba va a ser uno de lo grandes objetos de deseo del actual mercado de fichajes tras la gran temporada que ha protagonzado en la Juventus. Uno de los equipos que le pretenden es el Manchester United, que podía ahora mismo disfrutar de su juego si en su día Sir Alex Ferguson hubiera confiado algo más en el jugador galo.
Pogba llegó a Old Trafford en 2009, cuando contaba con 16 años. Los ojeadores de los Diablos Rojos habían visto en el joven francés un auténtico diamante en bruto y no dudaron en hacer una desorbitada oferta al jugador para arrebatárselo al Le Havre. El conjunto galo, consciente de que le arrebataban a una potencial estrella, denunció el caso ante la FIFA por considerar como «ilegal» el contrato que había ofrecido al futbolista por tratarse de un menor de edad.
Como suele pasar en estos casos, la FIFA hizo la vista gorda, se lavó las manos y permitió que el jugador desembarcara en Inglaterra. Pogba firmó un contrato hasta el año 2012 y comenzó a jugar en los equipos inferiores del equipo británico. Allí comenzó a confirmar lo que ya apuntaban los ojeadores: se trataba de un jugador de un enorme potencial y con un expléndido futuro. Todo ello provocó que varios grandes clubes de Europa pusieran su radar sobre Pogba.
En enero de 2012, cuando faltaban doce meses para que acabara el contrato del galo con el United, una plaga de lesiones asoló al centro del campo de los Diablos Rojos. Sir Alex Ferguson decidió entonces que, en lugar de dar una oportunidad a Pogba, que rozaba ya los 19 años, lo mejor era recuperar a Paul Scholes. El mítico centrocampista inglés tenía 37 años recién cumplidos y se había retirado del fútbol profesional en junio de 2011. Sin embargo, Scholes aceptó la llamada de Ferguson y se volvió a calzar las botas.
Pogba entendió eso como una traición y como una falta de confianza en él por parte del club. La llegada de Scholes, unido a que Mino Raiola, agente del francés, andaba como loco por mover al jugador para llevarse una jugosa comisión, provocó que el galo tomara una decisión: no iba renovar por el United. Que Pogba jugara en aquella temporada siete partidos con el primer equipo y Scholes 21, es un claro reflejo de que el francés tampoco se equivocaba mucho.
Sir Alex Ferguson intentó como loco renovar a Pogba, pero ya era tarde y el futbolista acabó fichando por la Juventus de Turín. El jugador ha señalado que le quedó grabado un día en el que el United jugaba contra el Blacburn Rovers y que, asolado por las bajas en el medio, Fergunson prefirió poner una dupla formada por Rafael y Park ante que alinear al galo. ¿Dará el centrocampista, convertido ya en una estrella, una segunda oportunidad al equipo de Old Trafford y mostrará en ellos la confianza que no tuvieron en él en su día?
El cuento de hadas de Bebe
El mercado de fichajes de invierno no suele tener el glamour y el impacto mediático que tiene el de verano. Por ello, muchos de los equipos, casi con más imaginación que dinero cuando salen a reforzarse en esta época del año, suelen incorporar a jugadores casi desconocidos para sus hinchas. Un claro ejemplo de ello es Bebe, nuevo delantero del Córdoba con una historia detrás suya digna de un guión de una película.
Nacido en Portugal e hijo de inmigrantes de Cabo Verde, la vida fue muy dura desde la infancia para el nuevo delantero blanquiverde. Sus padres le abandonaron y tuvo que ser su abuela la que se hiciera cargo de su mantenimiento, que, teniendo en cuenta que vivía en la pobreza, tampoco pudo ofrecerle muchos lujos.
Por ello, un juez ordenó cuando sólo tenía doce años que debía ingresar en Casa do Gaiato, un orfanato en el que había cerca de 80 niños con edades que comprendían entre los cuatro y los doce años. «Él estaba en peligro. Los niños que viven en ese estado son buscados para hacer la vida de la calle. Bebe estaba a un paso de caer en esa vida. Él vino aquí y no estaba escolarizado, pero aquí le cuidamos, creció y ahora el fútbol le ha convertido en un hombre», señaló Jose Joao, director de Casa do Gaito, al ‘Daily Mail’.
En el orfanato aprendió a leer, escribir…y jugar al fútbol. Lo hacía también con la pelota que fue invitado, junto a otros dos compañeros de Casa do Gaiato, a participar en el Mundial de los sin techo celebrado en Bosnia en 2008, cuando contaba con 18. Allí se salió jugando para el CAIS, uno de los equipos que había organizado el torneo, lo que provocó que el Estrela Amadora, de Segunda División, le ofreciera un contrato de 1300 euros al mes.
Pese a que sus números goleadores no fueron especialmente espectaculares en este equipo, el Vitoria de Guimaraes, de la Primera División, aprovechando la mala situación económica por la que pasaba el Estrela, decidió fichar a Bebe por 50.000 euros en el verano de 2010. Sin embargo, la sorpresa saltó cuando, apenas unas semanas más tarde, el Manchester United le fichó tras pagar por él nueve millones de euros.
Sir Alex Ferguson, por aquel entonces entrenador de los Diablos Rojos, reconoció que él nunca había visto jugar a Bebe, ni en vídeos. Sin embargo, la insistencia de Carlos Queiroz y sus buenas palabras sobre el delantero fueron suficientes para que en Old Trafford aprobaran la operación. Las palabras de Ferguson no engañaban a nadie, ya que el cuento de hadas de Bebe tocó a su fin cuando llegó a Inglaterra. Casi no ha jugado en este tiempo con el Manchester y estos años ha pasado de cesión en cesión por múltiples equipos, la última de ellas al Córdoba, en la que confía iniciar de nuevo un despegue parecido al que comenzó en 2008.
OPINIÓN- El United se traiciona a sí mismo despidiendo a Moyes
«En los peores tiempos el club permaneció junto a mí… ahora vuestra tarea es permanecer al lado de nuestro nuevo entrenador». Estas palabras pertenecen a Sir Alex Ferguson el día que se despedía de Old Trafford. Casi un año después, David Moyes es despedido del Manchester United sin tener, ni por parte de directiva ni afición, esa confianza en los malos momentos que demandaba Ferguson.
Moyes llegó al United, precisamente, avalado por el técnico escocés. Por ello, el club no dudó en mostrar su confianza en el ex técnico del Everton y le firmó por seis años. Casi doce meses después la pregunta que está en el ambiente es ¿dónde está ahora la confianza que entonces prometieron a Moyes? Está claro que en Old Trafford desde luego que no.
Que la temporada de Moyes al frente del United ha sido un desastre es algo que no es discutible. Sin embargo, si los Diablos Rojos lo que querían es obtener con Moyes resultados de manera inmediata ¿por qué contrataron a un técnico que no tenía experiencia alguna en un club top? ¿Por qué contrataron entonces a un técnico cuyo máximo logro había sido el obtener un cuarto puesto y un subcampeonato de la FA CUP?
Son preguntas que ahora mismo no tienen respuesta en Old Trafford. Con la destitución de Moyes, además, el United se traiciona a sí mismo. Uno de los rasgos característicos de los Diablos Rojos a lo largo de su historia ha sido su confianza en sus técnicos, en su idea. De hecho, probablemente, son el gigante europeo que menos entrenadores ha tenido a lo largo de su historia. Cuando en 2005 Ferguson cerró en blanco la temporada y en 2006 sólo obtuvo la Copa de la Liga nadie se planteó despedir al técnico escocés. La confianza era más fuerte que los resultados.
Además, el apoyo a Moyes debería haber sido mayor teniendo en cuenta lo alargada de la sombra de Ferguson y que el primer año en el United nunca es fácil. Los números así lo atestiguan: Ferguson logró 12 victorias en el United en sus 31 primeros partidos en el club y Matt Busby 15 en el mismo periodo. Cifras inferiores a las de Moyes, que logró 18 triunfos en ese tiempo.
Es cierto que Moyes no planificó bien este verano la plantilla (con el fichaje de Fellaini como mayor exponente de ello) y que heredó un equipo campeón de la Premier, pero también que recibió una plantilla ya entrada en años: Evra (32), Ferdinand (35), Vidic (32), Carrick (32) o Giggs (40) son un claro ejemplo de ello. Además, el equipo también acusa algunos errores de bulto que tuvo en el pasado Ferguson como el de dejar escapar a Pogba a la Juve y apostar en su lugar a Cleverly.
Con todo eso, Moyes logró que el United fuera el mejor visitante de la Premier y puso en apuros al Bayern de Múnich en la Champions cuando nadie apostaba un duro por los ingleses. Por ello, creo que muchos nos quedamos con las ganas de ver qué United hubiera construido Moyes después de haber aprendido los errores de pagar la novatada del primer año en Old Trafford y de poder disponer de todo el tiempo que hubiera querido para mejorar nociones tácticas al no jugar en Europa. El United podrá ganar títulos con su nuevo entrenador, pero se ha traicionado a sí mismo despidiendo a Moyes.
Mata y la maldición de los fichajes españoles caros
Este pasado fin de semana el Manchester United ha hecho oficial la contratación de Juan Mata a cambio de 45 millones de euros, lo que le convierte en la incorporación más importante de lo que se lleva de mercado de fichajes hasta el momento. Además, los 45 millones pagados por los Diablos Rojos al Chelsea convierten a Mata en el fichaje más caro del club inglés y en el tercer futbolista español por el que más se ha pagado.
Esta última circunstancia implica que el centrocampista asturiano deberá luchar en Old Trafford contra el gafe que persigue a los jugadores españoles cuando se ha pagado una cantidad astronómica por ellos. Un claro ejemplo de ello son Fernando Torres y Gaizka Mendieta. El delantero se convirtió en el fichaje español más caro en enero de 2011, cuando el Chelsea pagó al Liverpool 58 millones de euros para hacerse con los servicios del ariete.
Los blues pagaron esa cantidad debido al buen rendimiento que dio Torres en Anfield Road, donde se convirtió en uno de los mejores delanteros de la Premier League. Sin embargo, en Stamford Bridge pocas veces se ha visto al 9 que brilló como ‘red’. Es más, su primer gol como blue, el único que marcó en su primera campaña, no llegó hasta Semana Santa, cuando la temporada estaba agonizando.
Salvo en la Europa League que conquistó el Chelsea en 2013, pocas veces ha tenido el internacional español un papel protagonista en el juego con los londinenses. Los números son un fiel reflejo de que el rendimiento de Torres con los blues es bastante diferente que el que marcó con el Liverpool. Con los reds marcó 81 goles en 141 partidos, mientras que de blue ha hecho 42 en 153 encuentros. Es decir, que en doce partidos más con el Chelsea ha marcado 39 goles menos que los que hizo con el Liverpool.
El caso de Gaizka Mendieta es bastante parecido. La Lazio pagó en 2001 por Mendieta 48 millones de euros, convirtiéndole en uno de los fichajes más caros de aquel verano y convirtiéndole en aquel verano en el futbolista español por el que más se había pagado. El conjunto italiano desembolsó esa cantidad debido a que el centrocampista había liderado al Valencia más fuerte de siempre llevándole hasta dos finales de la Liga de Campeones.
Además, había mostrado una excepcional capacidad goleadora, ya que había sumado 33 goles en las dos últimas temporadas. La Lazio también fichó a Mendieta debido a que el conjunto romano esperaba que el vasco retomara la en Italia la buena sociedad que había formado anteriormente en Mestalla con el Piojo López. Sin embargo, aquel Mendieta que brilló con el Valencia nunca apareció por Roma. Aunque lo más triste para la trayectoria del vasco es que nunca más en su carrera volvió a jugar a un nivel similar.
LOS ESPAÑOLES DEL UNITED, OTRO GAFE
Juan Mata será el cuarto español que jugará con el Manchester United y otro de los gafes contra los que tendrá que luchar será con el que persigue a los futbolistas españoles que han estado en Old Trafford. Ricardo pasó prácticamente desapercibido por la portería del United, Piqué nunca se llegó a consolidar en la zaga de los Diablos Rojos y De Gea suma claros y oscuros casi por partes iguales defendiendo la meta inglesa.
Cuando Giggs pudo fichar por el Manchester City
Ryan Giggs es toda una leyenda del Manchester United. El jugador galés ha disputado toda su carrera en Old Trafford, por lo que es difícil, por no imposible, llegar a imaginárselo con la camiseta de otro equipo. Sin embargo, el destino es caprichoso y pocos conocen hoy en día que el zurdo estuvo muy cerca de desarrollar su carrera en el eterno rival de los ‘Diablos Rojos’: el Manchester City.
Giggs a los ocho años, cuando todos le conocían como Ryan Wilson, su apellido paterno, había dejado su Gales natal para jugar en un escuela de fútbol de Swinton en Inglaterra. Allí llamó la atención de Dennis Schofield, ojeador del Manchester City. “Vi a estos niños saliendo de su escuela con los tacos puestos. Tenían ocho o nueve años y les pregunté si iban a jugar un partido. Los seguí para verlos y observé a este jovencito en la banda izquierda que era como una gacela, dinamita. Era Ryan Wilson y se acababa de mudar de Gales a Swinton“, declaró Schofield al ‘Daily Mail’.
Tanto le llamó la atención que habló con la familia de Giggs para que el galés fichara por el Deans, un equipo juvenil que tenía relación directa con el Manchester City: “Le pregunté a uno de sus maestros si sus padres estaban en el partido. Me dijeron que su madre sí estaba. Me acerqué y le pregunté ‘¿Ese es su hijo el de la banda izquierda?’ Ella dijo que sí y entonces le pregunté que si quería irse a mi equipo juvenil el Deans. Entonces pensé: ‘No voy a dejar que este se me vaya’”.
El City estaba encantado con la evolución de Giggs en el Deans, tanto que le siguió muy de cerca para asegurarse su fichaje por el Manchester City cuando el galés cumpliera 14 años. Cuando se acercaba este momento, Schofield avisó a los ‘citizens’ para que estuvieran atentos y no se les escapara el prometedor jugador: “Le dije a Ken Barnes, jefe de visores del City en aquel entonces, ‘Cuando Ryan cumpla 14 años, asegúrate de estar en su casa porque el United lo está rondando. Él me dijo que ‘ya estaba arreglado’».
Sin embargo, para decepción de Schofield, el City no cumplió con su palabra cuando Ryan cumplió 14 años. A la fiesta de cumpleaños de Giggs no acudió ningún miembro de los ‘Citizens’. El que sí que fue resultó ser Sir Alex Ferguson, al que le habían hablado muy bien del galés y al que convenció para que fichara por el Manchester United, con el que se ha convertido en una leyenda del club.
Jimmy Murphy, el hombre que salvó al Manchester United
No cabe ninguna duda de que el partido más interesante que se va a disputar esta semana va a ser el que va a enfrentar este martes en Old Trafford al Manchester United con el Real Madrid, correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones. Sin embargo, de no ser por Jimmy Murphy ésto no habría sido así.
Murphy fue la mano derecha de Matt Busby, posiblemente el único técnico que sea capaz de hacer sombra a Alex Ferguson en Manchester, en el United. Si encargaba de ojear jugadores y entrenar a los futbolistas más jóvenes. De esta manera, jugadores como Duncan Edwards o Bobby Charlton podría decirse que fueron moldeados por él.
Busby decidió reclutarle para los ‘Diablos Rojos’ después de quedar impresionado con la charla que le dio a un grupo de jugadores en Italia. Además de trabajar para el United, Murphy también fue seleccionador de Gales. De hecho, llevó a este país hasta las cotas más altas de su historia: jugar el Mundial de 1958. En este sólo la Brasil de un tal Pelé, que les dejó ‘ko’ en los cuartos de final, impidió que llegaran más lejos en el torneo.
Precisamente, por dirigir un partido de clasificación para este Mundial, Murphy no viajó con el Manchester United a Belgrado para acompañar al equipo en los cuartos de final de la Copa de Europa. A la vuelta de este partido, los ‘Diablos Rojos’ hicieron escala en Múnich, donde, en una de las peores tragedias que se recuerdan, varios de los futbolistas del conjunto inglés perdieron la vida.
Entonces los dirigentes del United decidieron tomar una decisión drástica: con apenas jugadores y sin dinero para contratar a algún futbolista lo mejor era cerrar el club porque no eran capaces de hacer frente a la desgracia que asolaba la entidad. Ellos argumentaban que el cierre sólo sería temporal, hasta que se lograran reponer del golpe.
Sin embargo, Murphy estaba convencido que aquella decisión iba a ‘matar’ al club para siempre tirando por tierra todo el trabajo que había hecho junto hasta Busby, ya que no creía que una vez cerrado el club volviera a realizar sus funciones cuando la situación hubiera mejorado.
Por ello, haciendo caso a las palabras que le dijo Busby cuando le fue a visitar en Múnich («Mantén ondeando la bandera del club, Jimmy»), convenció a los rectores del United de que él era capaz de lograr el milagro de mantener con vida al club, ya que se lo debía a los futbolistas que fallecieron en Alemania.
Así fue. Con su buen ojo para los jóvenes y varios descartes de otros equipos logró que el Manchester, moribundo, llegara a jugar aquella temporada en Wembley la final de la FA Cup. Ésta la perdieron contra el Bolton, pero sólo el hecho de haber sido capaces de alcanzar dicha cita ya era todo un milagro.
Además, ahí se pusieron los cimientos del equipo que, años después, en 1968, se proclamó campeón de Europa.
Sin embargo, los esfuerzos de Murphy en aquellos duros días apenas se le han sido reconocidos tanto por el club como los aficionados. El United poco a poco le fue dejando de lado hasta que le acabó dando un empleo, mal pagado, sólo por pura cortesía, ya que en 1971 dejó de ser ayudante de Busby. Cuando murió, la entidad británica creó el trofeo Jimmy Murphy, que premia al mejor jugador joven del club. ¿Suficiente para el hombre que evitó que el United muriera?