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Cuando el Milan rechazó a Sarri
Maurizio Sarri es uno de los técnicos de moda en el panorama europeo. Bajo su mando, el Napoli está enamorando a toda Italia con un juego con el que lidera la Serie A y con el que ha vuelto a ilusionar a su hinchada con la opción de conquistar el Scudetto.
Uno de los equipos que vive en una situación opuesta a la de los napolitanos, es el Milan, que anda muy lejos de la cabeza. Se da la curiosa circunstancia de que la situación podía ser totalmente distinta, ya que los rossoneri descartaron en su momento el fichaje de Sarri.
Para recordar este último hecho hay que trasladarse hasta el año 2015. Por aquel entonces, Sarri había comenzado a hacerse un nombre importante después de haber subido al Empoli a la Serie A en el año 2014 y por haber mantenido la siguiente temporada al conjunto toscano en la máxima categoría tras realizar un gran fútbol.
Uno de los que más disfrutó con el Empoli de Sarri fue Arrigo Sacchi, que, consciente de que el Milan, totalmente a la deriva durante los últimos años, estaba buscando un entrenador para la campaña 2015/2016, aconsejó la contratación del hoy técnico del Nápoles a Silvio Berlusconi y Adriano Galliani.
«Hablé con Galliani y luego con Berlusconi. Les dije que si ellos contrataban a Sarri no se arrepentirían porque estarían en lo más alto durante los próximos 25 años. Justo igual que sucedió cuando me decidieron contratar a mí”, confesó Sacchi en una entrevista.
Sin embargo, ni a Galliani ni a Berlusconi debió de convencerles la propuesta de Sacchi, ya que optaron por fichar esa temporada para el banquilla milanista a Sinisa Mihajlovic…. Que resultó ser un auténtico fiasco y que no llegó a completar la temporada 2015/2016 en San Siro.
Volviendo al verano de 2015, el Aurelio de Laurentiis, presidente del Napoli, estuvo rápido para en cuanto se enteró de que Sarri había dimitido del Empoli ficharle para el equipo celeste. “Ha sido una ganga”, dijo el máximo mandatario de los napolitanos tras firmar al entrenador un sueldo de 900.000 euros anuales. “Me están pagando por un trabajo que había sido capaz de hacer gratis”, respondió Sarri. El resto de la historia ya es por todos conocida.
Cuando Emery rechazó al Milan
Unai Emery ha sido uno de los hombres más destacados de la última semana después de que el París Saint Germain (PSG), equipo al que entrena actualmente, recibiera la mayor remontada en la historia de la Liga de Campeones después de que el Barcelona le metiera un 6-1 en el Camp Nou que convertía en inútil el 4-0 logrado en la capital gala.
El técnico vasco, que vive su segunda experiencia en el extranjero tras los meses que pasó en el Spartak de Moscú, está siendo muy cuestionado tras la derrota sufrida por los catalanes y ya hay quien empieza a decir que no es un técnico válido para un equipo grande. En este post vamos a recordar cuando Emery dijo no a otro coloso europeo: el Milan.
Fue a finales de la primavera de 2014. El actual estratega del PSG era uno de los hombres de moda del Viejo Continente tras haber levantado con el Sevilla su primera Europa League. El vasco terminaba contrato con los hispalenses el 30 de junio, algo que provocó que varios equipos se interesaran por su situación.
Uno de los que fue más en serio fue el Milan, que, como viene siendo habitual durante las últimas temporadas, andaba a la búsqueda de un nuevo entrenador tras una nefasta campaña en la que no había conseguido clasificarse para jugar en Europa.
En Italia se dieron las negociaciones por muy avanzadas. Tanto que medios como la Gazzetta comenzaron a hacer divagaciones sobre si era el técnico ideal para el Milan teniendo en cuenta que todos los entrenadores extranjeros que había elegido Silvio Berlusconi le habían salido rana hasta la fecha.
Sin embargo, tal y como informó el diario ABC, Emery dijo no al ofrecimiento del club lombardo para respetar la palabra que había dado al Sevilla. El vasco había llegado a un acuerdo con el club andaluz antes de acabar la Liga para prolongar su contrato que no había llegado a firmar.
Unai, como hombre noble, no traicionó su palabra dada y en junio dijo no al Milan al mismo tiempo que prolongó su contrato con el Sevilla.
El primer título de la era Berlusconi
El pasado viernes el Milan puso a una sequía de cinco años sin títulos tras imponerse en los penaltis a la Juventus en la final de la Supercoppa jugada en Doha y en diciembre, cosas del fútbol moderno. Además de por acabar un lustro sin trofeos, el conquistar este entorchado fue especial para los rossoneri porque, con toda probabilidad, se supone que es el último conquistado bajo el mando de Silvio Berlusconi. Por ello, en este post vamos a repasar el primer título que ganó Silvio en el club lombardo.
Berlusconi se hizo con los mandos de la entidad en 1986 y levantó su primer trofeo un año más tarde. El Mundialito de Clubes fue el primer título que logró bajó su mandato un campeonato que, curiosamente, no tenía validez oficial alguna.
El torneo fue una idea de Canale 5, propiedad de Mediaset, que tenía como objetivo reunir a los clubes que al menos habían ganado una vez la Copa Intercontinental y se disputó en Milán, sede de dicha cadena de televisión.
Pese a que a la primera edición, celebrada en 1981, no fueron todos los equipos que habían ganado una Intercontinental, Atlético y Real Madrid declinaron la invitación, por poner un par de ejemplos, el torneo tuvo mucho éxito y se celebraron dos ediciones más: una 1983 y otra en 1987. Sin embargo, en estas dos últimas ediciones los participantes no estaban compuestos por clubes que habían ganado la Intercontinental, ya que renunciaron tantos equipos a participar que tuvieron que buscar alternativas entre los clubes europeos más destacados del momento.
Así el cartel en 1987 estuvo completado por los siguientes equipos: Inter, Milan, , Dinamo de Kiev, Juventus y Olympique de Marsella. Sin embargo, estos tres últimos renunciaron a participar y su puesto fue ocupado por Barcelona, Oporto y París Saint-Germain.
El formato de la competición fue el de una liguilla a una vuelta de todos contra todos. El ganador de la misma fue el Milan de Berlusconi que, tras las cuatro jornadas del torneo, lideró la tabla con siete puntos tras ganar 3 partidos y empatar uno. Hay que recordar que por aquel entonces las victorias únicamente sumaban dos unidades.
El Oporto fue segundo, el Inter tercero, el Barça cuarto y el PSG colista en el primero de los muchos títulos que ganó el Milan con Silvio Berlusconi al frente.
Resumen del último partido del torneo que dio el triunfo al Milan
El viaje en el que Berlusconi decidió comprar el Milan
Silvio Berlusconi no hay ninguna duda que es una de las personalidades más importantes de la historia del Milan. Por ello, se va a hacer raro cuando el próximo 13 de diciembre dejé la presidencia de los rossoneri para siempre. Por eso en este post vamos a repasar los orígenes de ‘Il Cavalliere’ en el club lombardo.
Una de las razones por las que Berlusconi decidió comprar el equipo milanista, además de porque él era hincha suyo desde pequeño, fue como homenaje a su padre, que también tuvo el corazón marcado por los colores rojo y negro. “El verdadero significado del Milan para mí es que me recuerda a la infancia, me recuerda a mi padre. Hablábamos casi cada noche, cuando él volvía del trabajo. Cuando me preguntaba por la escuela y las tareas, yo intentaba reconducir la conversación sobre el Milan. En esa época no era un gran club, no ganaba nunca nada. Pero de alguna manera me proyectaba a ese equipo. Me identificaba con cada jugador. Fantaseaba. Cuando en 1986 me propusieron comprarlo, pensé enseguida en mi padre, y me decidí. Compré el Milan también por esto”, relata en su biografía titulada ‘My way’ (‘Mi camino’).
Sin embargo, en el mismo libro Adriano Galliani, la eterna mano derecha de Berlusconi en el Milan, confiesa que él le desaconsejó que comprara el club y que fue en un vuelo en el que Silvio se decidió a dar el paso a comprar el club de sus amores: “Estábamos juntos en la casa de Berlusconi en St. Moritz (comenta Galliani). Era la casa que perteneció al Rey de Persia, fue ahí cuando Berlusconi tomó la decisión. Yo se lo desaconsejaba, porque sabía el dinero que hacía falta para tener la propiedad de un club. Le dije que era una grandísima idea, pero que haría falta una gran suma de dinero. Pero no me respondió. Tomamos un jet privado desde St. Moritz a Milán, solo tres: Confalonieri, él y yo, el resto en silencio todo el tiempo”.
“Luego, mientras estábamos por aterrizar en el aeropuerto de Linate, tras 40-45 minutos de vuelo durante el cual Berlusconi no abrió la boca, empezó a hablar. Durante todo el vuelo estuvo pensando sobre mi consejo de estar muy atento, o quizás al entusiasmo de su amigo de juventud Fedele Confalonieri, que en ese punto estaba a favor de la compra, fue ahí cuando Berlusconi anunció su decisión: ‘Vamos a comprar el Milan’”, añade.
Siendo un animal televisivo, a Berlusconi no se le ocurrió mejor idea que presentar su primer Milan, el de la temporada 86/87, con un auténtico show: “Yo era un hombre del espectáculo, de la televisión. Por tanto pensé que haría falta algo insólito, clamoroso, algo que hiciera noticia, algo distinto. Cuando decidí presentar al equipo en el Arena de Milán, me vino a la mente la escena de Apocalypse Now donde los helicópteros llegaban desde lo más alto. Así me vino a la idea hacer que salieran los jugadores, elegantes con su nuevo traje, de los helicópteros, saludando a las masas, mientras yo había escrito un discurso sobre el orgullo que encontré”.
La maldición de Allegri
La primera temporada de Massimo Allegri en la Juventus de Turín resultó espectacular, ya que únicamente el Barça de Luis Enrique fue capaz de frenar a los bianconeri en una campaña histórica. Sin embargo, este año, de momento, no está siendo tan exitoso como su predecesor confirmando algo que va camino de convertirse en una tendencia: el rendimiento de los equipos dirigidos por el técnico italiano bajan notablemente en su segundo año.
El primer equipo en el que Allegri entrenó dos temporadas seguidas fue el Cagliari. En su primera campaña en el conjunto sardo, Allegri logró que el equipo finalizara la temporada en una histórica novena plaza. Algo que le valió para ser galardonado con la ‘Panchina d’oro’, con el que se le premió como el mejor técnico de la temporada 08/09.
Sin embargo, en la segunda temporada las cosas se empezaron a torcer para Allegri. El Cagliari comenzó bien la campaña, pero, superado el ecuador de ésta, los sardos comenzaron a entrar en un bache de resultados que acabó con el despido del ahora técnico de la Juve. Los rossoblu habían sumado nueve partidos sin ganar y se habían acercado peligrosamente al descenso, lo que provocó que a la directiva se le acabara la paciencia con Allegri.
Pese a esta decepción, la buena fama del técnico transalpino seguía intacta en Italia. Buena prueba de ello es que el Milan ofreció al entrenador que se hiciera cargo del histórico club lombardo. Al igual que le había sucedido en el Caglari, la primera campaña de Allegri en San Siro resultó muy exitosa, puesto que logró que los rossoneri se hicieran con el título de la Serie A tras siete años de sequía.
Sin embargo, nuevamente, en la segunda temporada las cosas no resultaron tan exitosas como en la primera. Si bien la campaña del conjunto lombardo no se puede considerar como un fracaso, un mal inicio de temporada provocó que el Milan no pudiera repetir título en su segunda temporada, ya que acabó como subcampeón del torneo.
¿Se repetirá la historia en la Juve y finalizará Allegri el año en blanco?
La madición del 9 del Milan
Este fin de semana el Milan sumó una nueva decepción esta temporada tras perder 2-1 con el Udinese. Los rossoneri suman 43 puntos tras 32 jornadas disputadas, una puntuación bajísima. De hecho, hay que remontarse hasta la temporada 97/98 para ver a los milanistas con unos números tan bajos. Algo que puede asociarse a la maldición del 9 que persigue al conjunto lombardo desde que Filippo Inzaghi se retiró.
El actual entrenador del Milan, colgó las botas el 13 de mayo de 2012 después de una victoria de los milanistas por 2-1 contra el Novara. Pippo dijo adiós al fútbol como una auténtica leyenda, ya que marcó 315 goles en los 694 partidos oficiales.. Sin embargo, su éxito provocó que tras él ponerse la camiseta rossonera con el 9 a la espalda pesara mucho, demasiado.
Desde su retirada, hasta cuatro jugadores han intentado, sin éxito, hacer olvidar a Inzaghi luciendo el 9 a la espalda en San Siro: Alexandre Pato, Alessandro Matri, Fernando Torres y Mattia Destro. El primero en probar fortuna fue Pato. El brasileño optó para temporada 2012/2013 cambiar el 7 que llevaba luciendo desde su llegada a Italia por el reto de llevar el 9.
No le salió bien la jugada al sudamericano, jugó sólo siete partidos en los que únicamente logró 2 goles. Ambos en Champions contra Málaga y Anderlecht. Por ello, no extrañó que en enero de 2013 regresara a su Brasil natal.
El siguiente que intentó triunfar en el Milan con el 9 a la espalda fue Matri. El delantero italiano llegó al conjunto norteño en el verano de 2013. Sus números con la camiseta rossonera no fueron nada positivos: un gol en 18 partidos. Por ello, los milanistas en enero le mandaron rumbo a la Fiorentina sin pena alguna.
Fernando Torres fue el siguiente de la lista en intentarlo. Sin embargo, entre que ‘El Niño’ lleva ya varios años lejos de su mejor nivel y que no tuvo mucha continuidad como titular, tampoco logró que acabara la maldición del 9. Tras diez partidos en los que sólo hizo un gol, el Milan aceptó de buen grado que el de Fuenlabrada regresara al Atlético de Madrid en Navidad.
Matri fue el que tomó el relevo de Torres en el Milan luciendo el 9. Sin embargo, sus números no han sido muy superiores a los del español: dos goles en ocho partidos. Paradojas de la vida, uno de los que más está sufriendo está maldición de la camiseta 9 del Milan que dejó el Pippo Inzaghi es el propio Inzaghi.
Torres-Atlético, un amor de palabras pero no de hechos
La vuelta de Fernando Torres al Atlético de Madrid es, salvo sorpresa mayúscula, el gran movimiento del mercado de fichajes. El club rojiblanco vuelve a abrir las puertas del club de par en par al ariete, que con palabras siempre profesó amor por los colchoneros pero con hechos siempre renegó de ellos.
El vínculo entre el ‘Atleti’ y ‘El Niño’ siempre fue muy alto debido a que la aparición del delantero en la alta escena se produjo justo cuando los ‘colchoneros’ más huérfanos se sentían de un héroe. Torres, pese a su juventud, no dudó en echarse al equipo a las espaldas en el ‘infierno’ de la Segunda División.
Sin embargo, conforme iba creciendo el amor de la parroquia rojiblanca hacia Fernando también lo iban haciendo las ambiciones del delantero. Así fue hasta que el internacional español dijo basta y antepuso su carrera a su amor por el Atlético, ya que veía que en el Vicente Calderón le iba a ser imposible ganar títulos y jugar la Champions League.
El entorno de Torres señala que el delantero decidió abandonar el Atlético tras perder por 0-6 contra el Barcelona en el Vicente Calderón en una de las últimas jornadas de la temporada 2006/2007. De esa derrota extrajo la conclusión de que si quería ser alguien importante en el mundo del fútbol tenía que abandonar una ribera del Manzanares que, según sus sensaciones, lo más probable es que sólo le fuera a traer decepción tras decepción.
En esas apareció el Liverpool de Rafa Benítez, subcampeón de Europa por aquel entonces y un equipo acostumbrado a pelear por títulos, y Torres no se lo pensó dos veces: se iba de cabeza a Anfield Road. «Llega el momento en la vida de todo deportista que necesitas nuevos retos. La decisión ha sido mía. El Liverpool me planteó objetivos que aquí no podría conseguir. El club escuchó mi petición y de la mano hemos decido qué era lo mejor para mí», declaró el delantero en su despedida del Atlético.
Si bien es cierto que Fernando Torres ha crecido como jugador durante estos siete años fuera del Vicente Calderón y que en algunos momentos ha estado considerado como uno de los mejores delanteros del mundo, el Atlético del que renegó también lo hizo. De hecho, en estos siete años el ariete con sus clubes (Liverpool, Chelsea y Milan) ha ganado tres títulos, mientras que en el mismo periodo de tiempo el club rojiblanco levantó siete trofeos.
Es más, el Atlético ganó uno de ellos al Chelsea de Torres (la Supercopa de Europa) y El Niño en este tiempo también comprobó como los colchoneros lograban eliminar al Liverpool en las semifinales de la Europa League en 2010 y al propio Chelsea en la misma ronda pero de la Champions la pasada temporada.
Ahora con un Torres más discutido que nunca y que no ha sido capaz de triunfar en el Milan más pobre de los últimos años, el Atlético vuelve a abrirle los brazos. Quizás porque el club siempre tuvo en él la confianza y paciencia que no supo tener Fernando con los rojiblancos cuando hizo las maletas en 2007.
La victoria más triste de Ancelotti contra el Sevilla
Real Madrid y Sevilla disputarán este martes en Cardiff la primera final europea de la temporada en busca de la Supercopa. Un partido que trae viejos recuerdos a Carlo Ancelotti, técnico de los blancos, puesto que ya sabe lo que es ganar este título a los hispalenses.
Lo hizo en el año 2007, cuando dirigía al Milan. Sin embargo, el ahora entrenador madridista a buen seguro que recuerda aquel partido más por lo que le precedió que por la propia conquista del título. Y es que sólo tres días antes de que se disputara la final falleció Antonio Puerta, jugador del Sevilla, de un ataque al corazón que le dio mientras jugaba un partido de Liga contra el Getafe.
La muerte del lateral izquierdo, lógicamente, dejó consternado al Sevilla y a toda su plantilla, que no pudieron preparar ni deportiva ni psicológicamente la final de la Supercopa de Europa contra el Milan. La UEFA, con su falta de tacto habitual, se negó a aplazar el encuentro a otra fecha, por lo que los futbolistas del Sevilla prácticamente se tuvieron que vestir de corto tras enterrar a su compañero.
La falta de tacto de la UEFA contrastó con la del Milan y Ancelotti. Tanto el equipo lombardo como el entrenador se pusieron a disposición de los sevillistas para lo que quisieran y afirmaron públicamente que ellos no iban a poner ninguna traba si los españoles solicitaban aplazar el partido debido a su cercanía con la muerte de Puerta.
El partido se acabó disputando a la fecha y hora acordadas por UEFA, 31 de agosto de 2007 a las 20:45. Sin embargo, el ambiente que rodeó al partido fue muy diferente al que se puede ver en este tipo de encuentros, marcados por la euforia de ambas aficiones por el título europeo conquistado la temporada anterior. Tanto Milan como Sevilla saltaron al terreno de juego con el nombre de Puerta en sus camisetas y tras un emotivo minuto de silencio comenzó el partido.
El Sevilla se adelantó en el partido al poco de comenzar gracias a un gol de Renato, que, como no podía ser de otra manera, lo dedicó mirando al cielo en memoria de Puerta. El brasileño pudo sentenciar el partido antes del descanso, pero un remate suyo lo sacó bajo palos Alessandro Nesta cuando Dida ya estaba batido.
En este tipo de encuentros se suele decir que el perdona lo paga, el Sevilla acusó en la segunda parte que su cabeza no estaba en el partido y el Milan lo aprovechó para dar la vuelta al marcador. Pippo Inzaghi y Jankulovski, este último con una gran volea, adelantaron a los de Ancelotti. Kaká dio la puntilla al Sevilla al hacer el definitivo 3-1 en los últimos minutos tras aprovechar el rechace de un penalti que le había detenido Andrés Palop.
El Milan se hizo con el título y puede que fuera la primera vez en la historia del fútbol en la que en las celebraciones del triunfo un equipo dedicara el triunfo a un jugador del conjunto rival: Puerta.
Carlo Ancelotti reconoció en rueda de prensa que la muerte del sevillista a ellos también les afectó: «Lo que ha sucedido en los últimos días con la muerte de Puerta ha creado un ambiente único para este partido. Evidentemente, el Sevilla estaba más afectado por ello que nosotros, pero han jugado bien, sobre todo en la primera mitad, en la que estábamos un poco cansados. Pero hemos podido recuperarnos y hacerlo mucho mejor en la segunda parte. Nos estamos preparando muy bien, el equipo se muestra compacto y hemos sabido mantener la calma cuando estábamos por detrás en el marcador».
La maldición del Milan en los octavos de final de la Champions
Esta semana se disputan la primera tanda de partidos correspondientes a la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones. De ellos, el que mayor interés tiene es el que disputarán en el Vicente Calderón el Atlético de Madrid contra el Milan, ya que fue el choque más ajustado de la ida: 0-1 se impusieron los rojiblancos en Italia.
Sin embargo, los milanistas si quieren pasar a los cuartos de final deberán antes de acabar con la maldición que les persigue a los rossoneri en los partidos de vuelta de los octavos. Y es que las últimas cinco veces que jugaron esta ronda no fueron capaces de ganar el partido que cerraba la eliminatoria.
Prueba de que últimamente se les atraganta tanto este partido como esta eliminatoria es que sólo en uno de esos cinco casos fueron capaces de pasar a cuartos de final pese a no ganar en la vuelta. Esta circunstancia se dio en la temporada 11-12. El Milan arrolló al Arsenal en la ida de los octavos con un contundente 4-0. Sin embargo, en la vuelta sufrió para mantener esta renta, ya que cayó por 3-0.
La maldición en esta ronda se inició en la temporada 07-08, precisamente también ante el Arsenal. El Milan llegó a la eliminatoria como flamante campeón de la competición, pero perdió su derecho a seguir defendiendo su corona tras caer por 0-2 en la vuelta. La ida se había cerrado con un 0-0 en el Emirates Stadium.
Pese a ello, los Gunners no han sido el único equipo inglés que ha traído a los milanistas por el camino de la amargura en esta ronda de la competición. Manchester United y Tottenham también han contribuido ha aumentar esta maldición.
Los Diablos Rojos arrasaron con un claro 4-0 al conjunto lombardo en la temporada 09-10 tras haberse impuesto 2-3 en la ida. Los Spurs, por su parte, se valieron de un escueto 0-0 para dejar en la cuneta al Milan en octavos en la campaña 10-11 tras haberse impuesto por la mínima en la ida: 0-1.
El último equipo que siguió con esta tradición fue el Barcelona la pasada temporada. Los culés, probablemente en su mejor partido del año, ganaron al Milan por 4-0 levantando así el 2-0 a favor que traían los milanistas en la ida.
Por ello, el Atlético de Madrid sonríe al saber que el Milan no sólo es que no haya ganado sus últimos cinco partidos de vuelta de octavos de la Champions, es que sólo fue capaz de pasar una de esas eliminatorias y ha encajado 13 goles en estos partidos; lo que supone que los milanistas encajan una media de más de dos goles en el partido crucial de esta ronda.