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Xavi el escultor del fútbol
El fútbol es un deporte que, normalmente, premia a aquellos que prefieren mimar al balón antes de dar un burdo pelotazo. Los estadios de fútbol, de hecho, los llenan aquellos que ven que mediante el juego de toque puede abrir hasta la más férrea defensa. Un ejemplo de ello es Xavi Hernández, el escultor de España, la Campeona del Mundo.
Xavi comenzó a dar cariño a la pelota, que no a darle patadas, en su Terrasa natal. Sin embargo, allí jugaba de delantero. Pero su carrera como ‘9’ finalizó muy pronto. A los once años concretamente. A esa edad ‘Pelopo’ se incorporó a las categorías inferiores del Barça. En La Masía los técnicos le retrasaron al medio porque le veían algo lento y pensaban que tenía un buen perfil como pasador. No se equivocaron, pues la velocidad que supuestamente no tenía como ariete la tenía para pensar y dibujar pases imposibles, como si tuviera en la cabeza una escuadra y un cartabón.
Así a pocos extrañó que Xavi poco a poco fuera ascendiendo hasta llegar al primer equipo. Su debut como culé se produjo el 18 de agosto de 1998, en la Supercopa de España contra el Mallorca. El Barcelona perdió dicho encuentro por 2-1 y al día siguiente las crónicas de los periódicos subrayaron que lo poco que destacó aquel día en un gris Barça fue Xavi, que además se estrenó como goleador. Esto tuvo un gran mérito, puesto que el jugador fue llamado para disputar el encuentro con tan sólo un día de antelación, cuando aún estaba de vacaciones. Hay que recordar que aquel verano Xavi lo había iniciado tras lograr que el Barça B ascendiera a Segunda A tras un duro playoff contra el Real Madrid B. Por ello, el de Terrasa disfrutaba de unos más que merecidos días de descanso.
La presencia de Xavi aquella temporada en el primer equipo no fue testimonial, ya que debido a que Guardiola estuvo durante mucho tiempo lesionado y a que Van Gaal había relegado al ostracismo a Celades, el egarense disputó un buen número de encuentros. En uno de ellos, de hecho, Xavi salvó la cabeza de Van Gaal al anotar el gol de la victoria contra el Valladolid en un partido en el que el entrenador holandés se jugaba el puesto.
Xavi finalizó la temporada con un gran colofón: se proclamó campeón del Mundo-Sub20 con España junto a otros jóvenes como Casillas o Marchena. En aquel torneo, casualidades de la vida disputado también como el de 2010 en territorio africano, Xavi fue para todos el mejor del torneo. Sin embargo, la FIFA concedió el balón de oro al hoy culé Keita en una decisión que fue considerada más política que deportiva.
A finales del 2000 Xavi se proclamó subcampeón olímpico en Sydney y enamoró a todos con su juego. De hecho, Arrigo Sachi elaboró un informe para el Milan en el que al lado del medio español escribió las siguientes palabras: “Hay que ficharlo cueste lo que cueste”. Con la salida de Guardiola del Camp Nou rumbo a Italia Xavi cogió un peso mucho más importante en el equipo. Así que hasta que, paradójicamente con el regreso de Guardiola al Barça, esta vez como técnico, llegó a su cenit como futbolista.
Jugadores como Messi saben que sin él a su lado bajan notablemente su rendimiento. De hecho, tanto prensa como aficionados consideran a Xavi como el motor de España y del Barça, las, posiblemente, escuadras más potentes del mundo. Sin embargo, su currículum tiene un lunar: estos reconocimientos no se transforman en premios como el Balón de Oro. ¿Qué más tiene que hacer Xavi para recibir este reconocimiento después de recordarnos día sí y día también lo bello que puede ser el fútbol?
Desde Lamedialuna sólo podemos decir: Gracias Xavi